La destacada actriz israelí Gal Gadot ha sido nombrada ganadora del Premio Génesis 2026, la distinción anual dotada con un millón de dólares que reconoce las contribuciones judías a la humanidad. Gadot, mundialmente conocida por interpretar a la superheroína Mujer Maravilla, ha anunciado que donará la totalidad del premio para apoyar a organizaciones que ayuden a los ciudadanos israelíes a sanar, reconstruir y recuperarse tras el devastador ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 perpetrado por Hamás.
La decisión marca un compromiso personal que va más allá del brillo hollywoodense: reivindica su identidad judía e israelí y su voluntad de poner voz al dolor, la denuncia y la solidaridad.
¿Qué es el Premio Génesis?
El Premio Génesis (en inglés, Genesis Prize) fue creado con el objetivo de honrar a personas que, además de destacar profesionalmente, encarnan valores judíos y contribuyen al bien de la humanidad.
- El premio está dotado con un millón de dólares estadounidenses.
- Ha sido apodado por la revista Time como el “Nobel judío”.
- Entre sus laureados figuran figuras como Ruth Bader Ginsburg, Steven Spielberg, Barbra Streisand, Albert Bourla, Michael Bloomberg y el presidente argentino Javier Milei (2025) entre otros.
- Cada laureado destina el dinero a causas filantrópicas que reflejan sus convicciones.
La elección de Gal Gadot para la edición de 2026 responde a su visibilidad internacional, su trayectoria artística y su compromiso público frente a los acontecimientos recientes que han impactado a Israel, especialmente después del 7 de octubre.
Gal Gadot: de Miss Israel a embajadora global
Primeros años y ascenso
Gal Gadot nació en Petah Tikva, Israel, el 30 de abril de 1985. Tras ganar el certamen de Miss Israel en 2004, prestó servicio militar en el Ejército israelí (como es obligatorio en el país) antes de dedicarse al modelaje y luego a la actuación. Con sus éxitos cinematográficos, especialmente como protagonista de la saga de Mujer Maravilla, se convirtió en una estrella global.
Reconocimiento mundial y símbolo cultural
Su rol como Mujer Maravilla (Wonder Woman) le otorgó un perfil de icono internacional: protagonismo en un género dominado por grandes producciones, influencia mediática y una imagen de fortaleza femenina. A su vez, Gadot ha sido reconocida entre las personas más influyentes del mundo, según la revista TIME.
De actriz a activista
Si bien en sus inicios Gadot solía mantener separadas su carrera artística y su postura política, los acontecimientos del 7 de octubre transformaron ese equilibrio. Desde entonces ha utilizado sus plataformas de redes sociales y su visibilidad para denunciar el silencio internacional ante la violencia sexual contra las mujeres ocurrida aquel día, así como las atrocidades perpetradas por Hamás. Esta transformación la posiciona no solo como figura de entretenimiento, sino como una voz comprometida.
El 7 de octubre: punto de inflexión
El 7 de octubre de 2023 marcó un antes y un después para Israel y para Gal Gadot. Ese día, el grupo terrorista Hamás llevó a cabo un ataque masivo que dejó un saldo trágico de víctimas, rehenes y destrucción. Aunque no todos los detalles figuran en este resumen, el impacto fue profundo.
La actuación de Gadot tras el ataque
Tras los eventos, Gadot asumió un papel activo:
- Condenó públicamente los ataques y la violencia sexual perpetrada por el grupo terrorista.
- Pidió la liberación de los rehenes tomados por Hamás.
- Organizaba proyecciones privadas de imágenes de los ataques para líderes de Hollywood y del mundo del cine, con el propósito de mostrar la magnitud de las atrocidades y movilizar conciencia.
- Declaró que ya no podía abstenerse de hablar de política, pues la dimensión humana del sufrimiento, la justicia y la memoria se impusieron.
Las repercusiones personales y profesionales
El activismo de Gadot no estuvo exento de costos:
- Recibió amenazas de muerte.
- Fue blanco de protestas pro-palestinas en diversos eventos, incluida la ceremonia en la que le entregaron su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en marzo de 2025.
- En agosto de 2024, cuando su compañera de reparto Rachel Zegler tuiteó “Palestina libre” tras el tráiler de su película conjunta, Gadot recibió mayor hostigamiento, lo que obligó a la productora Disney a contratar seguridad adicional para ella.
En esta coyuntura, Gal Gadot pasó de ser una estrella de cine global a una figura simbólica de la solidaridad israelí, del compromiso judío-israelí y de la lucha contra la indiferencia ante la violencia.
El Premio Génesis 2026 y la donación de un millón de dólares
Anuncio del galardón
El 11 de noviembre de 2025, la Genesis Prize Foundation (GPF) anunció que Gal Gadot sería la laureada de la edición 2026 del Premio Génesis. En su comunicado, la fundación destacó “la valentía y la claridad moral” de Gadot, su inquebrantable amor por Israel, y su defensa de los valores judíos frente a riesgos personales y profesionales.
El compromiso filantrópico
Como todos los laureados del premio, Gadot se comprometió a destinar el millón de dólares íntegro a causas humanitarias. En su caso: organizaciones israelíes que trabajan para reconstruir el país, sanar la herida emocional y social causada por los ataques del 7 de octubre, apoyar a las víctimas y sus familias, y fortalecer comunidades afectadas.
Las palabras de Gal Gadot
Gadot afirmó:
“Soy judía y israelí, y me siento orgullosa de serlo… Amo a mi país y dedico este premio a las organizaciones que ayudarán a Israel a sanar y a esas personas increíbles que sirven en primera línea con compasión. Israel ha sufrido un dolor inimaginable. Ahora debemos empezar a sanar: a reconstruir corazones, familias y comunidades.”
El significado simbólico
La donación adquiere un simbolismo profundo:
- Representa una respuesta al sufrimiento colectivo de Israel tras el ataque terrorista.
- Une el poder mediático de una estrella internacional con la urgencia de la acción humanitaria.
- Pone en primer plano valores de resiliencia, solidaridad, memoria y reparación.
- Refuerza la misión del Premio Génesis de “encender la chispa” del orgullo judío global y del compromiso con la humanidad.
Implicaciones para Israel, para el mundo del cine y para la causa judía
Para Israel
El aporte de Gal Gadot se insertará en un contexto de reconstrucción física, psíquica y comunitaria para los israelíes afectados por el conflicto. Más allá de la ayuda material, el impacto mediático amplía la visibilidad internacional del sufrimiento israelí y de los esfuerzos de recuperación.
Para la industria cinematográfica
La elección de Gadot envía varios mensajes al mundo del entretenimiento:
- La intersección entre celebridad, política y filantropía se vuelve cada vez más relevante.
- Las figuras de Hollywood pueden asumir roles activos en conflictos globales, pagando un coste profesional.
- La industria debe evaluar el peso de la visibilidad de sus estrellas frente a tensiones internacionales, como sucedió con protestas, amenazas y boicots.
Para la identidad judía y la diáspora
El Premio Génesis y su repercusión con Gal Gadot alimentan un sentido de orgullo y conexión entre los judíos de todo el mundo. La combinación de éxito personal, compromiso público y legado filantrópico refuerza el mensaje de que las contribuciones judías a la humanidad pueden venir de ámbitos diversos —en este caso, el cine y la defensa de la justicia—.
Controversias, retos y preguntas abiertas
Controversias en torno a Gadot
La implicación pública de Gadot en el conflicto israelí-palestino no ha estado exenta de críticas. Algunos activistas pro-palestinos han exigido boicotear sus películas, y en la industria del entretenimiento se ha documentado un creciente activismo contra estrellas que apoyan abiertamente a Israel.
Retos prácticos de la donación
Aunque el compromiso de un millón de dólares es significativo, el alcance real dependerá de cómo se utilice, qué organizaciones sean seleccionadas, qué mecanismos de transparencia existan y cómo se midan los resultados tangibles en cuanto a sanación, reconstrucción y resiliencia.
Preguntas abiertas
- ¿Cuáles serán exactamente las organizaciones beneficiarias y cuáles los criterios de selección?
- ¿Cómo se medirá el impacto de esos fondos a mediano y largo plazo?
- ¿Cómo evolucionará el papel de Gal Gadot como figura pública en el contexto de Hollywood, donde la polarización sobre el conflicto Israel-Palestina es alta?
- ¿Qué efecto tendrá este reconocimiento en el diálogo global sobre víctimas, rehenes, memoria, violencia sexual en conflictos y el papel de las mujeres en la reconstrucción postcrisis?
La sanación como misión: reconstruir corazones, familias y comunidades
El lema declarado por Gal Gadot al aceptar el premio —“ahora debemos empezar a sanar, a reconstruir corazones, familias y comunidades” — resume la dimensión humana y simbólica de esta iniciativa. Reconoce que, tras el trauma colectivo, la reconstrucción no es solo de infraestructuras, sino de vínculos, de confianza, de dignidad.
Apoyo emocional y comunitario
Parte esencial de la recuperación es la atención a las víctimas del 7 de octubre que vivieron violencia sexual, tomas de rehenes, desplazamientos, pérdidas. Que un premio mediatizado se destine a esos fines eleva la conversación más allá de la política o la guerra, hacia lo humano.
Reconexión con la identidad judía y la solidaridad global
La donación también afirma el valor de la identidad judía y de la solidaridad entre judíos e israelíes, así como con aliados en la diáspora. El Premio Génesis se convierte en vehículo para canalizar dicha solidaridad a través de un nombre mundial como Gal Gadot.
Una llamada a la acción
El gesto invita a reflexionar sobre el papel que pueden jugar figuras de alto perfil en crisis humanitarias, cómo el poder de la imagen puede transformarse en resultados concretos, y cómo los premios pueden ser más que celebraciones: pueden convertirse en combustible para la reconstrucción social.
Conclusión
La elección de Gal Gadot como laureada del Premio Génesis 2026 representa una convergencia entre cine, identidad, activismo y filantropía. Su compromiso de donar el millón de dólares del galardón a la sanación de Israel tras los ataques de Hamás no solo es un acto simbólico, sino un paso concreto hacia la recuperación de un país que atraviesa uno de sus momentos más difíciles.
En una era de imágenes virales, discursos públicos y polarización global, el gesto de Gadot revela que una estrella puede usar su voz y su plataforma para algo más que entretenimiento: para desafío, para denuncia ante el silencio internacional ante la violencia sexual, para empatía hacia las víctimas, para reconstrucción comunitaria.
Quedan preguntas por resolver —organizaciones, impacto, seguimiento—, pero la semilla está plantada. Como dijo la propia Gadot, “ahora debemos empezar a sanar”. Ese llamado no es solo para Israel, no es solo para los judíos, sino para cualquiera que crea en la dignidad humana, en el poder de la reconstrucción y en que el testimonio puede transformarse en acción.
En definitiva, Gal Gadot trasciende su papel de Mujer Maravilla en la gran pantalla para convertirse en una heroína en la vida real, al menos para quienes creen que el arte, los valores y la filantropía pueden marchar unidos hacia la sanación.

