Un Nuevo Capítulo en el Comercio Agrícola Bilateral Israel y Estados Unidos
El 3 de diciembre de 2019 marcó un hito significativo en las relaciones comerciales entre Israel y Estados Unidos con la firma de un acuerdo bilateral en el sector agrícola. Este pacto no es solo una adición a los ya robustos lazos económicos entre las dos naciones, sino una respuesta estratégica y negociada a las complejidades del panorama arancelario global que había impuesto la administración del entonces presidente Donald Trump.
La firma de este acuerdo representó la culminación de meses de intensas negociaciones, destinadas principalmente a asegurar que las exportaciones agrícolas israelíes obtuvieran la eliminación de los aranceles impuestos por Washington bajo la justificación de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, la cual permite la imposición de gravámenes sobre la base de preocupaciones de seguridad nacional.
Históricamente, el comercio entre Estados Unidos e Israel ha estado regulado por un Acuerdo de Libre Comercio (TLC) que data de 1985, el primero de su tipo que Estados Unidos firmó con cualquier nación. Sin embargo, la ola de aranceles de la era Trump, enfocados en el acero y el aluminio, había creado una tensión y una barrera inesperadas para los productos israelíes, a pesar de la sólida alianza estratégica.
Este artículo profundiza en los detalles del acuerdo de 2019, examinando las concesiones clave hechas por Israel, el impacto directo en las exportaciones israelíes, el contexto geopolítico y económico que impulsó este movimiento, y lo que significa para el futuro del comercio agrícola y la cooperación tecnológica entre ambos países.
I. El Contexto de la Negociación: La Sombra de los Aranceles de Trump
Para comprender la importancia del acuerdo de 2019, es esencial recordar el clima comercial que lo precedió.
A. La Imposición Arancelaria de 2018
En 2018, la administración Trump impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio importados a Estados Unidos, una medida que afectó a la mayoría de los socios comerciales, incluyendo aliados cercanos como la Unión Europea, Canadá, México y, por supuesto, Israel. Aunque los aranceles se justificaron bajo la preocupación de la «seguridad nacional» (Sección 232), muchos países lo percibieron como una táctica de presión comercial.
Israel, a pesar de su estatus de aliado, no fue eximido inicialmente de estos aranceles. Las industrias israelíes de acero y aluminio se enfrentaron a una barrera de costos que ponía en peligro su competitividad en el lucrativo mercado estadounidense.
B. La Búsqueda de una Exención
Desde la imposición de los gravámenes, el gobierno israelí, a través de sus Ministerios de Economía, Finanzas y Agricultura, junto con la Embajada en Washington, presionó activamente por una exención. Las negociaciones se centraron en demostrar que las exportaciones israelíes no representaban una amenaza para la seguridad de Estados Unidos y que la relación comercial debía regirse por el espíritu del TLC de 1985 y la alianza de seguridad.
La estrategia de Israel fue doble: primero, argumentar la naturaleza especial de la relación bilateral; y segundo, ofrecer concesiones tangibles en un sector clave para el comercio y la política interna estadounidense: la agricultura.
II. Los Términos del Acuerdo: Concesiones a Cambio de Acceso
El acuerdo de 2019 fue un claro ejemplo de quid pro quo en la diplomacia económica: Israel haría concesiones en su mercado agrícola a cambio de la eliminación de los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio israelíes.
A. La Eliminación del Arancel: La Victoria para las Exportaciones Industriales
El principal resultado para Israel fue la eliminación de los aranceles del 25% y 10% sobre sus exportaciones de acero y aluminio, respectivamente, a Estados Unidos. Esto devolvió la certidumbre y la competitividad a estas industrias, permitiendo que las acerías y fundiciones israelíes continuaran sus operaciones en el mercado estadounidense sin la pesada carga arancelaria. Esta exención se consideró crucial para la industria pesada israelí.
B. Las Concesiones Agrícolas Clave de Israel
La parte más detallada del acuerdo residía en las concesiones que Israel hizo para impulsar la importación de productos agrícolas estadounidenses. Estas concesiones se centraron en tres áreas principales:
- Aumento de Cuotas de Importación: Israel se comprometió a aumentar las cuotas de importación para varios productos agrícolas estadounidenses sin imponer aranceles. Esto permitió que una mayor cantidad de productos estadounidenses entraran en el mercado israelí a precios competitivos.
- Reducción de Aranceles: Se acordó una reducción o incluso la eliminación completa de los aranceles sobre ciertos productos específicos de interés para los agricultores estadounidenses. Si bien la lista exacta de productos no siempre se hace pública en detalle, típicamente incluye productos básicos como carne, productos lácteos, cereales y ciertos tipos de frutas y verduras.
- Facilitación Regulatoria: Israel se comprometió a simplificar ciertos procedimientos regulatorios y fitosanitarios para la entrada de productos estadounidenses. Este compromiso buscaba eliminar las barreras no arancelarias que a menudo pueden ser tan efectivas como los aranceles para obstaculizar el comercio. La simplificación administrativa hace que el proceso de exportación para las empresas estadounidenses sea más rápido y económico.
El acuerdo fue celebrado por ambos países, siendo firmado por el entonces ministro de Agricultura de Israel, Uri Ariel, y el embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, en una ceremonia que simbolizaba la fuerte alianza.
III. El Impacto Económico y Geopolítico del Acuerdo
La repercusión de este acuerdo se extiende más allá de la simple lista de aranceles y cuotas; tiene implicaciones significativas para la economía de Israel, la política comercial de Estados Unidos y la dinámica geopolítica regional.
A. Beneficios para la Economía Israelí
- Estabilidad en la Industria Pesada: La eliminación de los aranceles de la Sección 232 fue un salvavidas para el sector industrial israelí. Al evitar los gravámenes, las exportaciones de acero y aluminio mantuvieron su cuota de mercado en Estados Unidos y se evitó la inestabilidad en los precios.
- Diversificación y Crecimiento: Al eliminar una fuente de fricción comercial, el acuerdo reafirmó el acceso preferencial de Israel al vasto mercado estadounidense, el cual es crucial para su economía orientada a la exportación.
- Refuerzo de la Alianza: Más allá de las cifras, el acuerdo envió una poderosa señal política sobre la solidez de la alianza entre Estados Unidos e Israel, incluso en un momento de políticas comerciales proteccionistas globales.
B. Beneficios para Estados Unidos: Ganancias para la Agricultura
- Acceso a un Mercado de Alto Valor: Israel es un mercado desarrollado con un poder adquisitivo significativo. El aumento de las cuotas y la reducción de aranceles abrieron nuevas avenidas de ingresos para los agricultores estadounidenses, un grupo demográfico y político importante, especialmente en los estados productores clave.
- Apalancamiento Comercial: El uso de concesiones agrícolas como moneda de cambio para resolver disputas arancelarias demostró la estrategia de la administración Trump de utilizar el enorme mercado agrícola estadounidense como palanca en las negociaciones comerciales globales.
C. Implicaciones Geopolíticas
El acuerdo se enmarca en un período de intensa cooperación entre el gobierno de Benjamin Netanyahu y la administración Trump. La resolución de la disputa arancelaria a través de un acuerdo específico demostró un alto nivel de alineación y voluntad política para superar los obstáculos económicos. Este tipo de pactos bilaterales subraya la preferencia de la política exterior de la época por los acuerdos específicos sobre las grandes estructuras multilaterales.
IV. Análisis Profundo de las Concesiones Agrícolas de Israel
Las concesiones agrícolas de Israel no fueron triviales. El sector agrícola israelí es históricamente sensible y está protegido. La apertura de este mercado, incluso de forma limitada y dirigida, requiere una cuidadosa planificación para evitar dañar a los productores locales.
A. El Desafío de la Agricultura Protegida en Israel
El sector agrícola israelí, famoso por sus innovaciones en tecnología del agua y agricultura en el desierto (AgriTech), también ha estado tradicionalmente protegido mediante cuotas y aranceles elevados para garantizar la seguridad alimentaria y la subsistencia de los moshavim y kibbutzim agrícolas.
La apertura a la competencia estadounidense, especialmente en productos básicos como carne de res, pollo, o cereales, requiere que los productores israelíes aumenten su eficiencia o se enfoquen en nichos de alto valor y tecnología.
B. La Mecánica de las Cuotas Arancelarias (TRQs)
Gran parte de la liberalización se llevó a cabo a través de Cuotas Arancelarias (TRQs – Tariff Rate Quotas). Una TRQ permite que una cantidad específica (la cuota) de un producto sea importada a un arancel bajo o cero, mientras que las cantidades que exceden esa cuota están sujetas a un arancel significativamente más alto.
- Ejemplo Práctico: Si Israel establece una TRQ para la carne de res estadounidense en 10,000 toneladas con un arancel del 0%, las primeras 10,000 toneladas entran libres de aranceles. Cualquier tonelada por encima de ese límite podría estar sujeta a un arancel del 50%, protegiendo así a los ganaderos israelíes de una avalancha de importaciones, al tiempo que se cumple con la apertura acordada.
La negociación se centró en aumentar los volúmenes de estas cuotas de «arancel cero» para beneficiar a los exportadores estadounidenses sin desestabilizar por completo el mercado israelí.
C. Tecnología Agrícola como Contrapunto
A pesar de las concesiones, Israel mantiene una posición de liderazgo en la exportación de tecnología agrícola. El acuerdo, si bien abrió el mercado para productos básicos estadounidenses, no afectó significativamente la exportación israelí de soluciones AgriTech (semillas avanzadas, sistemas de riego por goteo, tecnología de gestión de cultivos) a Estados Unidos y el mundo. Este sector sigue siendo un motor de crecimiento y exportación para Israel.
V. El Futuro del Comercio Bilateral Post-Acuerdo
El acuerdo de 2019 sentó un precedente importante y continúa dando forma a la relación comercial bilateral.
A. Monitoreo y Cumplimiento
Como en todo acuerdo comercial, el monitoreo es clave. Las autoridades de ambos países deben asegurar que se cumplan las cuotas, se procesen correctamente las exenciones arancelarias y que no surjan nuevas barreras no arancelarias. La naturaleza políticamente sensible de las concesiones agrícolas en Israel garantiza que este proceso sea vigilado de cerca por los lobbies agrícolas locales.
B. La Influencia de las Administraciones Posteriores
La política comercial de la administración de Joe Biden ha buscado una mayor estabilidad y un enfoque en las alianzas tradicionales, aunque sin un desmantelamiento total de las herramientas comerciales implementadas por Trump. El acuerdo de 2019, al ser un pacto bilateral y específico, se ha mantenido en gran medida, ya que beneficia a los agricultores estadounidenses, mientras mantiene la paz con un aliado estratégico. Es un raro ejemplo de una política de la era Trump que ha perdurado debido a su mutuo beneficio.
C. La Oportunidad de Expansión del TLC de 1985
El éxito en la resolución de esta disputa sectorial ha reavivado las discusiones sobre la posible modernización y expansión del Acuerdo de Libre Comercio de 1985. El TLC original no cubría adecuadamente sectores modernos como el comercio digital, los servicios o las normas de propiedad intelectual, que son ahora el corazón de la economía israelí. La cooperación exitosa en el acuerdo de 2019 podría allanar el camino para una renegociación más amplia que incluya:
- Comercio Digital: Establecer reglas para el flujo de datos y la protección del consumidor en línea.
- Inversión: Mejores marcos de protección para las inversiones transfronterizas.
- Regulación de Servicios: Apertura y claridad en sectores como la consultoría, las finanzas y los seguros.
VI. Conclusión: Un Modelo de Diplomacia Económica Estratégica
El acuerdo agrícola y arancelario de 2019 entre Israel y Estados Unidos es un caso de estudio en diplomacia económica estratégica. Demuestra cómo los aliados pueden utilizar la negociación sectorial para superar las fricciones creadas por amplias políticas comerciales globales. Israel logró preservar la competitividad de sus cruciales industrias de acero y aluminio a cambio de una apertura calculada de su mercado agrícola, beneficiando a un electorado clave en Estados Unidos.
El pacto reafirmó la importancia del eje Jerusalén-Washington, demostrando que incluso ante las políticas de «América Primero», existen vías para que los aliados cercanos aseguren sus intereses económicos. Mientras Israel continúa consolidando su papel como potencia exportadora de tecnología y servicios, el libre acceso al mercado estadounidense sigue siendo una prioridad de seguridad económica nacional, un objetivo que fue exitosamente resguardado mediante esta hábil maniobra comercial.
