El Estado de Israel no nació “gracias” al Holocausto, sino al Sionismo

Muchas personas, entre ellas algunos verdaderos patriotas, creen con toda convicción que el Estado de Israel nació “gracias” al Holocausto. Pero sin las olas inmigratorias, los asentamientos judíos y la lucha por expulsar a los británicos, no habría sucedido. Por Arieh Eldad, Maariv.

En el Día de Recuerdo del Holocausto izamos la bandera a media asta. Como para dejar lugar a la bandera de la muerte que se izó sobre el pueblo judío en los días de la masacre en Europa. Anoche volvimos a izarla hasta el tope, para volver a bajarla la semana próxima, en el Día de Recuerdo de los Caídos en las Guerras de Israel y Atentados Terroristas. En ese simbólico margen – a media asta y hasta el tope – transcurre la vida del pueblo judío y del Estado de Israel. El margen entre el Holocausto y el renacimiento.

La Declaración de Independencia de Israel comienza con las palabras: “La tierra de Israel fue la cuna del pueblo judío. Aquí se forjó su identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí logró por primera vez su soberanía, creando valores culturales de significado nacional y universal, y legó al mundo el eterno Libro de los Libros”. Entonces, el texto recuerda el largo exilio, que no logró cortar los lazos entre el pueblo en la diáspora y su tierra, la reanudación de la inmigración al país, los asentamientos, el renacimiento del idioma hebreo, a Hertzl y el Movimiento Sionista, el reconocimiento de las naciones del mundo a nuestro derecho sobre esta tierra, la Declaración Balfour y la Declaración de la Sociedad de Naciones después de la Primera Guerra Mundial.

Y entonces, la Declaración de Independencia dice: “La catástrofe que recientemente azotó al pueblo judío – la masacre de millones de judíos en Europa – fue otra clara demostración de la urgencia por resolver el problema de su falta de hogar, restableciendo en Eretz Israel el Estado Judío, que habrá de abrir las puertas de la patria de par en par a todo judío y conferirle al pueblo judío el status de miembro privilegiado en la familia de las naciones”.

¿Acaso el Estado judío se estableció “gracias a la Shoah?

Muchas personas, entre ellos verdaderos patriotas, leales al pueblo y el país, sinceramente creen que si seis millones de judíos no hubieran sido asesinados por los alemanes, polacos, ucranianos, lituanos y otros cómplices, no se habría establecido el Estado de Israel. Que sólo el sentimiento de culpa de algunas de las naciones del mundo que permanecieron de brazos cruzados y permitieron el genocidio, o dentro de lo que se hizo en sus territorios y por su gente, los llevó a apoyar el establecimiento de un Estado judío en Israel.

Otros, que han estudiado lo que ocurrió en Europa después del final de la guerra hasta la resolución de Naciones Unidas del 29 de noviembre, aseguran que se debió al éxito del movimiento sionista en traer el “problema de los desplazados” al centro de la escena internacional. Cientos de miles de desplazados en campamentos en Europa. Los inmigrantes a Palestina en barcos desvencijados que nuevamente eran deportados a alta mar o a Europa por los británicos, que cerraron las entradas al país. Ellos aseguran que no fue el Holocausto ni los millones de judíos asesinados lo que llevó al establecimiento del Estado, sino justamente aquellos que sobrevivieron y su situación hizo que la opinión pública presionara a los países que finalmente apoyaron la creación del Estado de Israel. Ya sea por verdadera voluntad de resolver un problema humanitario o, como lo presentó en aquellos días el secretario de Relaciones Exteriores británico, el antisemita Ernest Bevin: “Estados Unidos apoya la concesión de visas de inmigración a Israel a cien mil desplazados judíos porque no quiere verlos en Nueva York”…

Teóricamente, nuestra Declaración de Independencia es compatible con esta explicación. El Holocausto no condujo al establecimiento del Estado, pero demostró una vez más la necesidad de la solución sionista. No a nosotros, sino a la familia de las naciones.

La política está determinada por el interés, claro y visible u oculto. El comienzo de la Guerra Fría entre el bloque soviético y Occidente, la lucha por áreas de dominio, como así también asuntos internos que afectan a la política exterior. La opinión pública en los países democráticos es parte de las fuerzas que afectan los patrones de votación en la ONU. Y por lo tanto, es imposible pasar por alto la influencia que en aquel momento tuvo problema de los refugiados judíos. La carga económica que suponía mantenerlos en campamentos en Europa y y las imágenes de los barcos con inmigrantes influían en contra de esos gobiernos. Pero ésa no fue la fuerza principal, y sin duda no era, por sí misma, una causa suficiente.

Sólo quien piensa que la resolución del 29 noviembre de 1947 llevó a la creación de Israel, creerá que el exterminio fue el motivo de la Partición de Palestina. Sin embargo, Israel no surgió debido a la resolución de la ONU.

Sin las olas migratorias de fin del Siglo XIX, sin el Movimiento Sionista, los asentamientos en todo el país y la lucha por expulsar a los británicos, no habría sucedido.

Los británicos decidieron retirarse porque ya no podían soportar la enorme carga económica de mantener cientos de miles de soldados y policías en Israel. El gobierno británico ya no podía resistir la presión de la opinión pública en Gran Bretaña, que no entendía por qué había que seguir sacrificando las vidas de jóvenes británicos para mantener esa posición en Medio Oriente, cuando ya estaba claro que tarde o temprano tendría que retirarse de sus colonias. Más de seis meses antes de la resolución del 29 de noviembre, Gran Bretaña se dirigió a Naciones Unidas para que le recomendara qué hacer al respecto.

En mayo de 1947, la ONU nombró el Comité Especial para Palestina (UNSCOP). Éste recomendó a la Asamblea General la partición en un estado judío y uno árabe. En el organismo había serias diferencias de opiniones sobre las recomendaciones de este comité. La Subcomisión de Naciones Unidas decidió el 25 de noviembre adoptar la idea, pero no con la mayoría requerida. Faltaban cuatro días para la votación en la Asamblea General. Los representantes del “Ishuv”, la población judía en el Mandato de Palestina, ejercieron una gran presión sobre los países indecisos. Por tanto, y en base a todo lo que sabemos hoy en día, el exterminio de los judíos en Europa no influyó en forma definitiva en que finalmente se aprobara la resolución del 29 de noviembre.

¿Qué hubiera pasado si…?

Vamos a tratar de jugar con la imaginación a qué hubiera pasado. Qué hubiera pasado si no se tomaba la decisión de la Partición de Palestina el 29 de noviembre de 1947 con la mayoría necesaria. Britania se habría retirado, tal como se retiró de la India, Birmania y Ceilán, así como desocupó posteriormente sus colonias en el mundo. Los árabes habrían luchado para destruir los asentamientos y la población judía.

No fue la resolución de la ONU lo que llevó a nuestro triunfo en la Guerra de Independencia. Las fronteras establecidas en aquella resolución no se reflejan en el acuerdo del armisticio de 1949. No se creó el otro Estado árabe. Jerusalem es la capital de Israel, a pesar de la resolución. El Neguev y la Galilea fueron conquistados. ¿Acaso esta guerra no se habría producido si no fuera por la resolución de la ONU? ¿Acaso fueron los soldados de la ONU los que lucharon para hacer realidad esa resolución?

Si no fuera por el Movimiento Sionista, si no fuera por las poblaciones y asentamientos, por la lucha de las Fuerzas de Defensa de Israel y sus antecesores, el Estado no habría nacido y sin duda no habría podido sobrevivir más que algunas semanas.

Sin todo ello, el destino de los judíos en Israel pudo haber sido como el de los judíos de Europa.

Más aún, en el Holocausto fueron asesinados más de un tercio de los integrantes del pueblo judío. Si el sionismo no hubiera precedido al Holocausto, 600 mil judíos no habrían llegado a Israel. Millones más podrían estar hoy en Israel. Una gran fuerza. La debilidad demográfica de la población judía en Israel impidió que David Ben Gurión decidiera conquistar Judea y Samaria en la Guerra de Independencia. Desde el punto de vista militar, sin duda era posible. Por lo tanto, no fue “gracias” al Holocausto. A pesar del exterminio nació el Estado de Israel.

El Estado de Israel fue creado y es hoy una nación pujante y próspera. La bandera de Israel flamea en lo más alto del mástil.

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1 COMENTARIO

  1. En lo Personal, creo que ambos eventos sí tuvieron gran influencia! Primeramente el Congreso Sionista fue la Gestación del Estado Moderno de Israel y en segundo punto el Holocausto fue el Dolor de Parto del Estado.
    Sin el Congreso no hubieran sucedido las primeras migraciones a la Tierra de Israel y Sin el Holocausto, la Liga de Naciones ( ONU) no hubiera considerado el Movimiento Sionista ya que no hubiera tantos Judios queriendo emigrar a Israel y esto se dio al Holocausto!
    Soy Creyente en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Y veo estas Profecías cumplidas sobre el Pueblo Judio en Apocalipsis 12. También en Isaías donde Declara: Nacerá una Nación en Un Día?…
    Shalom

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