Donald Trump declara el fin de la guerra en Gaza y celebra la liberación de rehenes
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que “la guerra en Gaza ha terminado” y que “los rehenes están regresando a casa”. Estas declaraciones, realizadas durante una conferencia en su residencia de Mar-a-Lago, marcaron un punto de inflexión en la narrativa internacional sobre el conflicto israelí-palestino, especialmente en un contexto donde Washington ha retomado un rol más activo en la diplomacia de Medio Oriente.
Trump, quien recientemente volvió al poder tras las elecciones de 2024, aseguró que su gobierno fue clave para mediar en los acuerdos que pusieron fin a los enfrentamientos entre Israel y Hamás. “Conseguimos la paz, salvamos vidas y trajimos a los rehenes de vuelta”, dijo ante una audiencia de simpatizantes y medios de comunicación.
El contexto del anuncio: una guerra prolongada y devastadora
La guerra entre Israel y Hamás, que comenzó en octubre de 2023, dejó miles de muertos y una devastación sin precedentes tanto en Gaza como en el sur de Israel. El conflicto se desató tras el ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre, en el que más de 1.200 israelíes fueron asesinados y alrededor de 250 personas tomadas como rehenes.
Israel respondió con una ofensiva militar a gran escala, que duró más de un año y se extendió hasta comienzos de 2025, con el objetivo de desmantelar la infraestructura militar de Hamás y liberar a los rehenes. Durante este periodo, Gaza sufrió graves daños en su infraestructura civil, y millones de personas fueron desplazadas.
Trump retoma el liderazgo diplomático estadounidense
Según el propio Trump, su regreso a la Casa Blanca fue determinante para lograr un acuerdo de alto el fuego. En su discurso, el presidente estadounidense destacó el papel de su administración en la negociación entre Israel, Egipto y Qatar, países mediadores del conflicto.
“Tuvimos conversaciones difíciles, pero lo logramos. Nadie creía que podríamos hacerlo tan rápido. La paz ha vuelto a Medio Oriente”, declaró Trump.
Este anuncio fue recibido con entusiasmo por algunos líderes internacionales, pero también con escepticismo por parte de analistas que señalan la falta de detalles sobre los términos del acuerdo. El Departamento de Estado no publicó de inmediato los documentos del alto el fuego, lo que ha generado dudas sobre su alcance y duración.
Reacciones en Israel: alivio, pero también cautela
En Israel, el anuncio de Trump fue recibido con una mezcla de alivio y prudencia. El primer ministro Benjamin Netanyahu agradeció al mandatario estadounidense por su “firme apoyo a Israel” y por “ayudar a traer a casa a nuestros hermanos y hermanas”.
Sin embargo, funcionarios del Ministerio de Defensa israelí expresaron cautela. Según fuentes citadas por The Times of Israel, algunos altos mandos temen que Hamás utilice el alto el fuego para reorganizarse y rearmarse, lo que podría conducir a una reanudación del conflicto.
El jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, declaró que Israel “mantendrá su derecho a actuar en defensa propia” y que las fuerzas militares permanecerán en alerta a lo largo de la frontera con Gaza.
La liberación de rehenes: una prioridad cumplida
Uno de los puntos más destacados del acuerdo fue la liberación de rehenes israelíes que permanecían en manos de Hamás. Según fuentes oficiales, más de 120 personas fueron liberadas en las últimas semanas, incluyendo mujeres, niños y ciudadanos con doble nacionalidad.
Trump describió este logro como “una victoria de la humanidad sobre el terror”.
“Estos rehenes fueron torturados, humillados y privados de todo. Hoy regresan a sus hogares gracias a una negociación firme y sin concesiones”, afirmó.
El gobierno israelí confirmó la liberación de la mayoría de los rehenes vivos, aunque aún se desconoce el paradero de algunas personas desaparecidas desde los primeros días del conflicto.
La posición de Hamás y la mediación internacional
Por su parte, el liderazgo de Hamás, a través de un comunicado difundido en Al Jazeera, confirmó la aceptación de un “alto el fuego integral” con Israel, condicionado al retiro progresivo de las tropas israelíes del norte de Gaza y al ingreso de ayuda humanitaria internacional.
Egipto y Qatar fueron nuevamente piezas clave en las conversaciones. El ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, señaló que “la presión diplomática de Washington fue crucial” para alcanzar el acuerdo, destacando la “determinación personal” de Trump en las etapas finales de la negociación.
Un triunfo político para Trump
Este anuncio llega en un momento crucial para el presidente estadounidense, quien busca consolidar su liderazgo internacional tras su retorno al poder. En política exterior, el fin del conflicto en Gaza representa una victoria simbólica que podría fortalecer su imagen de negociador eficaz, recordando los “Acuerdos de Abraham” firmados durante su primer mandato.
Los analistas coinciden en que Trump busca reeditar su estrategia de política exterior centrada en acuerdos bilaterales, dejando de lado los mecanismos multilaterales de la ONU.
El periodista israelí Barak Ravid señaló que “Trump ha demostrado nuevamente su preferencia por soluciones rápidas y mediadas directamente por Washington, sin depender de la burocracia internacional”.
Impacto regional: entre la esperanza y la desconfianza
Aunque el anuncio fue recibido con esperanza por varios gobiernos árabes moderados, como Jordania y Emiratos Árabes Unidos, otros actores regionales —especialmente Irán y Hezbollah— han mostrado escepticismo. Teherán calificó el acuerdo como “una maniobra política destinada a rehabilitar la imagen de Estados Unidos en la región”.
Expertos en seguridad advierten que la paz podría ser frágil, especialmente si no se abordan los problemas estructurales en Gaza, como la reconstrucción, el desempleo y la influencia de facciones extremistas.
Estados Unidos, Israel y la nueva arquitectura de seguridad
El alto el fuego también incluye cláusulas relacionadas con la cooperación en materia de seguridad. Según fuentes del Pentágono, Estados Unidos se comprometió a incrementar su presencia en el Mediterráneo oriental y fortalecer el sistema de defensa antimisiles israelí con nueva tecnología.
Además, Washington impulsará un plan de reconstrucción de Gaza a través de un fondo internacional que incluirá aportes de Arabia Saudita y la Unión Europea, con el objetivo de evitar que los recursos caigan en manos de Hamás.
Reacciones internacionales
La Unión Europea celebró el anuncio como “un paso esencial hacia la estabilidad”, aunque instó a Israel y a la Autoridad Palestina a retomar el diálogo político. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió que el alto el fuego sea “sostenible, verificable y acompañado de un compromiso político real”.
Mientras tanto, en las calles de Tel Aviv y Jerusalén, cientos de familiares de rehenes celebraron la noticia con manifestaciones de alegría y lágrimas. Muchos de ellos llevaban meses acampando frente a la residencia del primer ministro, exigiendo la liberación de sus seres queridos.
Los desafíos post-guerra: reconstrucción y reconciliación
El fin de la guerra deja sobre la mesa enormes desafíos. Gaza necesita una reconstrucción integral, estimada en más de 15.000 millones de dólares, según el Banco Mundial. Las infraestructuras básicas —agua, electricidad y hospitales— están colapsadas, y el retorno de los desplazados será un proceso complejo.
Israel, por su parte, enfrenta un debate interno sobre la política de seguridad y la necesidad de revisar las estrategias de defensa frente a amenazas no convencionales. La sociedad israelí continúa marcada por el trauma del 7 de octubre, y las divisiones políticas internas se mantienen latentes.
Conclusión: un nuevo capítulo en Medio Oriente
Las declaraciones de Donald Trump sobre el fin de la guerra en Gaza abren un nuevo capítulo en la historia reciente del conflicto israelo-palestino. Aunque su afirmación de que “la guerra ha terminado” debe tomarse con cautela, el alto el fuego representa una ventana de oportunidad para avanzar hacia una paz duradera.
El éxito de este proceso dependerá de la voluntad de las partes de cumplir los acuerdos y de la capacidad de la comunidad internacional para garantizar la reconstrucción de Gaza sin fortalecer a las facciones radicales.
Para Trump, este logro podría consolidar su legado como el presidente que, por segunda vez, logró reducir la tensión en Medio Oriente. Sin embargo, como advirtieron varios analistas, “la paz en Gaza no se firma con discursos, sino con compromisos sostenidos”.