En una medida que refleja la gravedad de la situación en la región, la ministra de Transporte, Miri Regev, anunció la cancelación del tradicional espectáculo de fuegos artificiales en la ceremonia estatal oficial del 76º Día de la Independencia de Israel. La decisión se produce a raíz del actual conflicto con Hamás en Gaza, en referencia específicamente a los acontecimientos del 7 de octubre.
Regev, que supervisa el evento anual del Día de la Independencia, enfatizó la necesidad de ajustar el formato de la ceremonia debido a la guerra que prevalece. Hablando de la decisión, afirmó: “Cada año finalizamos la ceremonia de encendido de la antorcha con un espectáculo de fuegos artificiales. Sin embargo, este año, lamentablemente, a la luz de los acontecimientos del 7 de octubre y de la guerra que estamos librando, estamos ajustando el formato de la ceremonia”.
Esta medida no es la primera vez que el espectáculo de fuegos artificiales genera controversia. En 2022, varias ciudades importantes de Israel, incluidas Tel Aviv, Herzliya y Netanya, optaron por renunciar a los espectáculos de fuegos artificiales, citando las objeciones de los veteranos militares que padecían trastorno de estrés postraumático (TEPT). La decisión de excluir el espectáculo de fuegos artificiales de la ceremonia estatal en 2022 fue tomada por el entonces ministro de Cultura, Chili Tropper, quien lo consideró demasiado perturbador para los veteranos con trastorno de estrés postraumático.
La reanudación de los fuegos artificiales el año pasado coincidió con el regreso de Benjamin Netanyahu al cargo de primer ministro y la reinstauración de Miri Regev como jefa de la ceremonia. Sin embargo, la cancelación actual subraya las circunstancias únicas que surgen del conflicto en curso en Gaza.
El ministro Regev fue más allá e instó a los líderes municipales de todo el país a hacer lo mismo y cancelar la parte de fuegos artificiales de sus festividades locales del Día de la Independencia. Este llamado a la acción refleja un reconocimiento más amplio de las sensibilidades que rodean los eventos públicos y su impacto potencial en las personas, particularmente aquellos que han experimentado el trauma de la guerra.
Las celebraciones del Día de la Independencia en Israel suelen incluir una importante ceremonia de encendido de antorchas en el Monte Herzl en Jerusalén, en la que soldados realizan intrincados ejercicios con los pies. El evento tradicionalmente concluye con un espectáculo de fuegos artificiales, lo que lo convierte en un punto culminante de las festividades nacionales.
La decisión de cancelar el espectáculo de fuegos artificiales del Día de la Independencia se hace eco de preocupaciones de larga data sobre el posible impacto negativo en los veteranos militares y otras personas con trastorno de estrés postraumático. Preocupaciones similares han surgido en el pasado, particularmente durante el festival de Purim, que algunos celebran con el uso de petardos.
Mientras Israel navega por los desafíos que plantea el conflicto en curso, esta decisión subraya el delicado equilibrio entre celebrar los hitos nacionales y reconocer el bienestar emocional de aquellos afectados por las duras realidades de la guerra.