El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, emitió una amenaza contundente contra Israel en un discurso televisado el miércoles, un día después de que un ataque, atribuido a Israel, resultara en la muerte del número dos político de Hamas en un bastión de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut.
Nasrallah advirtió que si Israel decide librar una guerra contra el Líbano, Hezbolá responderá “sin restricciones, sin reglas, sin límites y sin restricciones”. Afirmó que el presunto asesinato del diputado de Hamas, Salah al-Arouri, fue un “crimen importante y peligroso” que no quedará impune.
En su discurso, Nasrallah señaló que Hezbolá no teme la guerra y está dispuesto a luchar sin restricciones. Sin embargo, afirmó que, por el momento, están actuando en la primera línea con cálculos meticulosos.
Tanto Hezbolá como Hamas acusaron a Israel de llevar a cabo el ataque en Dahiyeh, Beirut, y Nasrallah reiteró la amenaza de que este crimen “no quedará sin respuesta ni castigo”. Además, destacó que este fue el primer ataque en los suburbios del sur de Beirut desde 2006, refiriéndose a la Segunda Guerra del Líbano.
Nasrallah mencionó que Israel había enviado mensajes indicando que no tenía intenciones de atacar al Líbano o a Hezbolá, sino que estaba ajustando cuentas con los líderes de Hamas. El ejército israelí, por su parte, no hizo comentarios directos sobre el asesinato de al-Arouri, pero afirmó estar “altamente preparado para cualquier escenario”.
El ataque contra al-Arouri ha avivado temores de una conflagración más amplia, ya que es la figura de más alto perfil asesinada desde las masacres de Hamas en octubre. Desde entonces, Hezbolá y facciones terroristas palestinas han participado en enfrentamientos transfronterizos diarios con tropas israelíes a lo largo de la frontera con el Líbano, resultando en bajas civiles y militares de ambas partes.
En su discurso, Nasrallah afirmó que “Israel ha sido debilitado” por Hamas y sugirió que el país estaba “en el camino de la extinción”. También lanzó acusaciones falsas sobre Israel ocultando víctimas de los ataques de Hezbolá en la frontera norte y afirmó que cientos de miles de personas han abandonado el país desde octubre.
Dirigiéndose al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, Nasrallah advirtió que Israel “no logrará alcanzar los objetivos de la guerra” y afirmó que aquellos que piensen en la guerra con Hezbolá “se arrepentirán”. La región se mantiene en una situación de alta tensión con el riesgo latente de un conflicto más amplio.