A medida que aumentan las tensiones en Medio Oriente, Israel se mantiene firme en su determinación de garantizar el suministro ininterrumpido de servicios esenciales, como electricidad y agua, incluso frente a un posible conflicto regional. Dado que el reciente conflicto de Gaza ha provocado temores de una guerra más amplia, las empresas de servicios públicos israelíes han implementado medidas sólidas para salvaguardar la infraestructura y mantener suministros críticos.
Los funcionarios israelíes han esbozado un enfoque multifacético para abordar los desafíos que plantea la perspectiva de una guerra en múltiples frentes. Las medidas incluyen el despliegue de generadores de respaldo, el refuerzo de los depósitos de agua y el fortalecimiento de las defensas cibernéticas contra las crecientes amenazas cibernéticas.
El Ministro de Energía, Eli Cohen, ha tratado de disipar las preocupaciones del público, enfatizando las diversas fuentes de energía de Israel capaces de sostener el suministro ininterrumpido incluso en escenarios adversos. A pesar de las garantías, persiste la aprensión entre los ciudadanos, evidente en el aumento de las compras de generadores domésticos y suministros de emergencia.
Si bien Israel ha evitado en gran medida daños importantes a su infraestructura durante la ofensiva de Gaza, se tomaron medidas de precaución, como el cierre temporal de la plataforma de gas marina Tamar. Sin embargo, el espectro de un conflicto con Hezbolá del Líbano, armado con decenas de miles de cohetes, cobra gran importancia, lo que genera preocupaciones sobre la seguridad de activos energéticos críticos como el campo Leviatán.
La amenaza de defensas aéreas abrumadas y daños potenciales por la caída de escombros durante las intercepciones de misiles subraya la complejidad de los esfuerzos de preparación de Israel. A pesar de las investigaciones, el Ministerio de Defensa y el ejército de Israel permanecen callados sobre los preparativos específicos para tales escenarios.
Sin embargo, las empresas de servicios públicos estatales han adoptado una postura proactiva, acumulando inventarios y reparando equipos dañados en frentes vulnerables, incluso en medio de condiciones hostiles. Trágicamente, la dedicación de los trabajadores de la electricidad ha tenido un alto costo: se han registrado cuatro muertes desde octubre.
Tamar Fekler, vicepresidenta de Operaciones y Logística de Israel Electric Corporation (IEC), destaca el despliegue de generadores en todo el país, lo que garantiza una respuesta rápida en caso de daños a la red. Sin embargo, persisten los desafíos, particularmente en la protección de subestaciones más pequeñas cruciales para la distribución localizada de electricidad.
Las posibles ramificaciones de los daños generalizados a la infraestructura pintan un panorama aleccionador, y los funcionarios reconocen la posibilidad de períodos prolongados sin electricidad en las zonas afectadas. Los planes de contingencia dan prioridad a instalaciones críticas como hospitales, plantas desalinizadoras e instalaciones militares para mitigar el impacto de las interrupciones.
Mekorot, el transportista nacional de agua de Israel, también ha tomado medidas proactivas, incluida la reposición de embalses y sistemas de energía de respaldo para sostener el suministro de agua durante las crisis. Sin embargo, la creciente frecuencia de los ciberataques plantea un desafío adicional, ya que los grupos respaldados por Irán son identificados como los principales perpetradores.
A pesar del aumento de las tensiones y de la naturaleza sin precedentes de los recientes ataques, el Ministro de Energía, Eli Cohen, se mantiene firme en su garantía de la resiliencia de Israel. Al enfatizar la diversa cartera energética del país, incluidas las fuentes renovables y las reservas estratégicas, Cohen subraya la capacidad de Israel para capear posibles tormentas.
Mientras Israel navega por aguas geopolíticas inciertas, su compromiso inquebrantable de salvaguardar los servicios esenciales subraya una determinación decidida de proteger a sus ciudadanos y mantener la estabilidad frente a la adversidad.