Miles de personas se reúnen en el Muro de las Lamentaciones para recibir una bendición sacerdotal especial en medio de oraciones por el regreso de los rehenes

Miles de personas se reúnen en el Muro de las Lamentaciones para recibir la bendición sacerdotal y orar por el regreso de los rehenes en medio de una antigua tradición y una profunda emoción.

En una poderosa muestra de unidad y solidaridad, miles de fieles judíos se reunieron en el Muro Occidental en Jerusalén para la ceremonia semestral de bendición sacerdotal, con un enfoque especial en orar por la liberación de los rehenes cautivos por Hamas.

El evento, conocido como “Birkat Kohanim”, es una tradición centenaria en la que los descendientes masculinos de la clase sacerdotal cantan una bendición mientras levantan las manos y se envuelven en mantos de oración. Este año, la ceremonia adquirió un nuevo significado cuando las familias de los rehenes, incluidos los padres de Eliya Cohen y Segev Kalfon, asistieron al evento para orar por el regreso sano y salvo de sus seres queridos.

La ceremonia, que atrajo a más de 30.000 fieles, fue encabezada por el Gran Rabino de la Policía de Israel, Rami Berachyahu, quien dirigió a la multitud en oración por el ejército, la policía y otras fuerzas de seguridad israelíes. El evento también incluyó una oración especial por los rehenes, así como una continuación de la oración matutina diaria dirigida por los rabinos principales David Lau e Yitzhak Yosef.

La ceremonia concluyó con el canto de “Acheinu”, una oración judía medieval que pide la liberación de los cautivos y que se ha convertido en un símbolo de la difícil situación de los rehenes desde el 7 de octubre. El evento fue organizado por la Western Wall Heritage Foundation, una filial de la Oficina del Primer Ministro.

El Muro de las Lamentaciones, ubicado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, es venerado en la tradición judía debido a su proximidad a la ubicación de los dos antiguos templos judíos. El sitio es parte del complejo del Monte del Templo, que también alberga la Mezquita Al-Aqsa y es el sitio más sagrado del judaísmo y el tercero más sagrado del Islam.

En preparación para la afluencia masiva de fieles, la policía se desplegó ampliamente por toda la Ciudad Vieja, que a menudo es un foco de violencia entre israelíes y palestinos. A pesar de los desafíos, el evento transcurrió en paz y fieles de todo el mundo se reunieron para orar por la liberación de los rehenes y por la paz en la región.

Como dijo un fiel, Sigalit Cohen: “Espero que esta oración llegue [a los rehenes] en Gaza, los fortalezca allí y, si Dios quiere, regresarán”. El evento sirvió como un poderoso recordatorio de la importancia de la unidad y la solidaridad frente a la adversidad, y del poder de la oración para unir a las personas.

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