En medio de la creciente tensión en la frontera norte de Israel con el Líbano, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu visitó Kiryat Shmona para dirigirse a las tropas y expresar la determinación de restaurar la seguridad en la región. Tras el reciente ataque con misiles por parte de Hezbolá, Netanyahu aseguró a los reservistas de las FDI que Israel preferiría evitar una campaña generalizada, pero que tomará medidas necesarias para garantizar la seguridad.
Netanyahu recordó el conflicto de 2006 con Hezbolá, calificándolo como un grave error por parte del grupo terrorista chiíta. “Hezbolá nos subestimó en 2006 y lo está haciendo nuevamente”, afirmó el Primer Ministro, refutando la percepción de Hezbolá de que Israel era tan frágil como una telaraña.
La metáfora de la telaraña fue utilizada por Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, antes del conflicto de 2006, pero Netanyahu aseguró a las tropas que la realidad es diferente. Destacó el poder y la determinación del pueblo israelí para restaurar la seguridad en el norte, subrayando que harán lo que sea necesario.
La visita de Netanyahu coincidió con la noticia de un ataque que resultó en la muerte del comandante Wissam al-Tawil de la fuerza de élite Radwan de Hezbolá. Las fuentes libanesas calificaron el ataque como “doloroso” para el grupo terrorista, y se espera que tenga repercusiones en la ya tensa situación en la región.
El Ministro de Defensa, Yoav Gallant, también ha advertido que Israel no dudará en ir a la guerra con Hezbolá en el Líbano si la situación empeora. Esta postura se enmarca en la visión de enfrentar a un “eje” que incluye a Irán, respaldador de Hezbolá, y destaca la acumulación de poder militar por parte de Irán alrededor de Israel como una amenaza.
Desde el 8 de octubre, la frontera ha sido testigo de enfrentamientos diarios entre Hezbolá, facciones terroristas palestinas y las tropas israelíes. Estos enfrentamientos han resultado en la muerte de civiles y soldados, así como en la evacuación de decenas de miles de personas de la zona.
La muerte del líder de Hamas, Saleh al-Arouri, en Beirut la semana pasada intensificó las preocupaciones sobre una escalada aún mayor, siendo la figura más destacada asesinada desde el inicio de los enfrentamientos.
La región sigue en vilo, con Israel expresando su determinación de restaurar la seguridad y enfrentarse a cualquier amenaza, mientras que la comunidad internacional observa con atención ante el riesgo de una escalada más amplia en el conflicto.