En un acontecimiento significativo respecto del actual conflicto entre Israel y Hamás, el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó la naturaleza crucial de una operación terrestre en Rafah para destruir las capacidades militares de Hamás. Netanyahu hizo estas declaraciones durante una sesión informativa ante el Comité de Defensa y Asuntos Exteriores de la Knesset, donde reconoció un desacuerdo con el presidente estadounidense Joe Biden sobre la necesidad de entrar en Rafah, una zona estratégica a lo largo de la frontera entre Egipto y Gaza.
“Tenemos un desacuerdo con los estadounidenses sobre la necesidad de entrar en Rafah”, afirmó Netanyahu, subrayando que el desacuerdo se centraba en la necesidad de llevar a cabo una operación terrestre más que en el objetivo de eliminar a Hamás. Reiteró la determinación de Israel de erradicar los batallones restantes de Hamas, enfatizando que no había alternativa para lograr este objetivo sin participar en operaciones terrestres.
Durante una reciente llamada telefónica entre Netanyahu y el presidente Biden, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, transmitió la postura de Estados Unidos, descartando efectivamente el apoyo a una importante ofensiva terrestre israelí en Rafah. Sullivan destacó las preocupaciones sobre el posible impacto humanitario y el riesgo de una escalada de víctimas civiles. A pesar de esto, Netanyahu enfatizó que había dejado claro al presidente Biden que Israel seguía firme en su determinación de completar la eliminación de la infraestructura militar de Hamás en Rafah.
En su discusión, Netanyahu y Biden acordaron un mecanismo para que Estados Unidos comparta ideas sobre ayuda humanitaria y evacuación de civiles, lo que refleja preocupaciones compartidas sobre minimizar las víctimas civiles y abordar las necesidades humanitarias. Sin embargo, persiste su desacuerdo fundamental sobre la necesidad de una operación terrestre en Rafah.
La insistencia de Netanyahu en la importancia de una operación terrestre en Rafah se produce en medio de una creciente presión internacional sobre Israel y tensiones diplomáticas con Estados Unidos. El Primer Ministro israelí reconoció los desafíos diplomáticos que enfrenta Israel, incluidas las críticas de destacadas figuras estadounidenses como el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, quien pidió elecciones anticipadas en Israel para reemplazar a Netanyahu.
A pesar de esta presión, Netanyahu se mantiene firme en su determinación de emprender acciones militares contra Hamás. Destacó la necesidad de que Israel mantenga el control sobre áreas estratégicas como la Ruta Filadelfia a lo largo de la frontera entre Egipto y Gaza y esbozó planes para un nuevo cruce fronterizo en Kerem Shalom para reemplazar el cruce de Rafah.
Además, Netanyahu abordó las preocupaciones sobre los esfuerzos de relaciones públicas internacionales de Israel, reconociendo deficiencias en el personal de habla inglesa dentro del gobierno israelí. Hizo hincapié en la necesidad de mejorar las capacidades de comunicación para transmitir eficazmente la posición de Israel en el escenario global.
En conclusión, las declaraciones de Netanyahu subrayan las complejidades actuales del conflicto palestino-israelí y los desafíos que enfrentan los esfuerzos por alcanzar una resolución. A pesar de los desacuerdos con aliados clave como Estados Unidos, Israel sigue comprometido con sus objetivos estratégicos al tratar con Hamás y garantizar sus intereses de seguridad nacional.