Las recientes declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en las que expresó sentirse “muy conectado” con la visión del Gran Israel, han generado una fuerte reacción diplomática en gran parte del mundo árabe. Arabia Saudita, Qatar, Jordania, Egipto, la Liga Árabe y la Autoridad Palestina emitieron comunicados condenando lo que consideran un discurso cargado de delirios coloniales, capaz de amenazar la estabilidad regional y mundial.
En una entrevista televisiva concedida a i24News el pasado martes, Netanyahu respondió afirmativamente y con énfasis a la pregunta del presentador Sharon Gal sobre si sentía afinidad con la visión del Gran Israel. Aunque el término tiene distintas interpretaciones, en su versión más amplia se refiere a un Israel con fronteras expandidas que, según ciertos relatos bíblicos o históricos, incluiría territorios que hoy forman parte de Jordania, Líbano, Siria, Egipto, Irak y Arabia Saudita.
El contexto de la declaración: Una entrevista con simbolismo
La entrevista no fue un diálogo político ordinario. Gal, quien en el pasado fue miembro de la Knéset por un partido de derecha, le entregó a Netanyahu un amuleto con un mapa de la Tierra Prometida. Aunque este mapa no se mostró en pantalla, el presentador ha comenzado a vender colgantes con un diseño que representa un Gran Israel de carácter maximalista, que incorpora amplias áreas de países vecinos.
La referencia a este símbolo no pasó desapercibida. Para muchos observadores, el gesto y la respuesta del primer ministro evocan retóricas expansionistas que, en el pasado, han sido motivo de tensiones entre Israel y sus vecinos.
Qué significa el “Gran Israel” y por qué genera tanta controversia
El concepto de Gran Israel no es nuevo. Aunque sus raíces se encuentran en interpretaciones de textos religiosos y en relatos históricos, adquirió mayor relevancia política tras la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando Israel conquistó Jerusalén Oriental, Cisjordania, la Franja de Gaza, la península del Sinaí y los Altos del Golán. Desde entonces, algunos sectores de la extrema derecha israelí han defendido la idea de anexar permanentemente varios de esos territorios e incluso expandirse hacia áreas más allá de las fronteras reconocidas internacionalmente.
En su versión más amplia, esta visión entra en conflicto directo con la soberanía de múltiples estados árabes y con las resoluciones de la ONU que respaldan la solución de dos estados.
Reacciones del mundo árabe: Un rechazo firme y coordinado
Las palabras de Netanyahu fueron seguidas de una ráfaga de declaraciones oficiales desde distintas capitales árabes, todas en un tono de condena.
Arabia Saudita
El Ministerio de Asuntos Exteriores saudí manifestó su rechazo absoluto a “las ideas y proyectos expansionistas” y advirtió sobre “las flagrantes violaciones de la ocupación israelí que amenazan la paz y seguridad regional y global”. Riad instó a la comunidad internacional a frenar cualquier política que aliente la anexión o la expansión territorial.
Qatar
Doha calificó los comentarios como una “extensión del enfoque de la ocupación basado en la arrogancia, alimentando crisis y conflictos”. Además, reiteró su “pleno apoyo a los esfuerzos por alcanzar una paz justa, integral y sostenible en la región” y subrayó que las “falsas acusaciones y declaraciones inflamatorias” no podrán socavar los derechos legítimos de las naciones árabes.
Jordania
El Ministerio de Asuntos Exteriores jordano fue tajante al describir las palabras de Netanyahu como una “escalada peligrosa y provocadora”. El portavoz Sufyan Qudah advirtió que este tipo de afirmaciones alimenta los ciclos de violencia y representa una amenaza directa para la estabilidad de toda la región.
Egipto
El Cairo solicitó a Israel una aclaración oficial y advirtió que este tipo de discursos contradicen los esfuerzos internacionales para lograr la paz. Según su comunicado, las declaraciones de Netanyahu reflejan “una insistencia en la escalada y un rechazo a cualquier solución política viable”.
Liga Árabe
La organización regional consideró que los comentarios del primer ministro constituyen “una flagrante violación de la soberanía de los estados árabes” y un intento de “socavar la seguridad y la estabilidad”. Además, acusó a Netanyahu de mantener una mentalidad impregnada de delirios coloniales.
Autoridad Palestina
Desde Ramallah, el gobierno palestino acusó a Netanyahu de provocar deliberadamente una escalada peligrosa. Reiteró su compromiso con la creación de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como capital, y denunció que la visión del Gran Israel busca eliminar esa posibilidad.
Antecedentes de fricciones por el “Gran Israel”
El incidente no es el primero en el que este concepto genera roces diplomáticos. En marzo de 2023, el ministro de Finanzas israelí Bezalel Smotrich pronunció un discurso en París frente a un podio que exhibía un mapa del Gran Israel. El hecho llevó a Jordania a convocar al embajador israelí en señal de protesta. En ese momento, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí intentó suavizar la crisis asegurando que el país seguía comprometido con el Tratado de Paz de 1994 con Jordania.
Impacto diplomático y riesgos para la estabilidad regional
Las declaraciones de Netanyahu llegan en un momento particularmente delicado en las relaciones de Israel con el mundo árabe. Aunque los Acuerdos de Abraham de 2020 habían abierto un canal de cooperación con países como Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos, el contexto actual, marcado por tensiones en Cisjordania y Gaza, limita las posibilidades de avances diplomáticos.
Expertos en política internacional advierten que este tipo de declaraciones pueden fortalecer las posiciones de grupos radicales en la región y debilitar a los líderes árabes moderados que han defendido el diálogo con Israel.
Posibles consecuencias en la arena interna israelí
Dentro de Israel, la visión del Gran Israel no goza de un apoyo mayoritario, pero sí cuenta con defensores dentro de la coalición gobernante. La presencia de partidos ultranacionalistas en el gabinete ha dado más visibilidad a posturas que antes eran marginales.
Analistas señalan que Netanyahu podría estar utilizando este tipo de mensajes para consolidar su base política interna, especialmente en medio de investigaciones judiciales y presiones políticas. Sin embargo, este cálculo podría tener un alto costo diplomático.
Perspectivas a futuro
A corto plazo, se espera que las tensiones diplomáticas sigan aumentando. Los países árabes han dejado claro que interpretan estas declaraciones como una amenaza directa a su soberanía. Si bien es improbable que se produzca una ruptura inmediata de relaciones con los estados que ya tienen acuerdos con Israel, la confianza mutua se verá erosionada.
En el plano internacional, estas declaraciones podrían aislar más a Israel en foros multilaterales y generar un aumento de las críticas en Naciones Unidas.