”Una buena noticia”
Así celebra en su blog The National Interest el hecho de que, “por primera vez en casi treinta años”, el número de haredim con trabajo esté por encima del 50%. Los haredim, los denominados judíos ultraortodoxos, suelen dedicar la mayor parte de su vida al estudio y no hacen mayores esfuerzos por encontrar empleo. En las familias haredim es frecuente que sean las mujeres las que aporten los ingresos para la subsistencia, que a menudo logran gracias también a donaciones y subvenciones.
Este estado de cosas, que explica la extendida pobreza en este sector de la sociedad israelí, es uno de los grandes motivos de controversia en el Estado judío, así como la negativa o renuencia de los haredim a prestar servicio en el Ejército.
Pero parece que el cambio ya está aquí. “Son buenas noticias para la economía israelí”, refiere The National Interest, que agrega:
Pero podría asimismo tener grandes implicaciones políticas. Cuanto más trabaje la ultraortodoxa, menos segregada estará de las comunidades menos ortodoxas y más laicas de Israel. El capitalismo, en su mejor cara, compele a los individuos a, en pro del beneficio propio, encontrar un terreno común con otra gente con la que, de otra manera, no se relacionaría. Si los hombres y mujeres ultraortodoxos trabajan mano a mano con otros israelíes, es probable que se conozcan mejor. Los críticos de Israel y sus partidarios pesimistas han venido advirtiendo de que la creciente población ultraortodoxa socavará y amenazará la democracia israelí. La cooperación laboral entre los ‘haredim’ y los demás israelíes podría contribuir a que Israel vuelva a convertir en erróneas otra tanda de predicciones funestas.
Fuente: The National Interest