En medio de la crisis desatada por los ataques de Hamás en Israel el pasado 7 de octubre, las organizaciones judías estadounidenses se encuentran frente a un dilema: ¿cómo equilibrar la urgencia de apoyar a Israel con la necesidad de mantener el respaldo a las comunidades locales y a sus propias misiones internas?
Respaldando a Israel: Una movilización filantrópica sin precedentes
Las comunidades judías en los Estados Unidos se han unido en una movilización filantrópica sin precedentes para respaldar a Israel en medio de la crisis desencadenada por los ataques de Hamás. Las Federaciones Judías de América del Norte lideran la recaudación de fondos, sumando la impresionante cifra de 638 millones de dólares entre su red de cajas de la comunidad judía local. La Federación UJA, la más grande de ellas, ha destinado más de 38 millones de dólares para trabajos sobre el terreno en Israel, mientras que Israel Bonds ha vendido más de 200 millones de dólares en bonos en la semana posterior a los ataques.
Sin embargo, a medida que aumentan las donaciones destinadas a apoyar a Israel, surge la preocupación de que la atención y los recursos puedan desviarse de las necesidades de las comunidades locales y de las organizaciones judías centradas en cuestiones internas.
Desafíos para organizaciones como Moving Traditions
Organizaciones judías como Moving Traditions, que se dedican a ayudar a los niños judíos a transitar su adolescencia de manera saludable y socialmente consciente, se enfrentan a la disyuntiva de adaptarse a la nueva realidad. Shuli Karkowsky, directora ejecutiva de Moving Traditions, expresó su alivio al recibir el respaldo continuo de sus financiadores, quienes aseguraron que seguirán apoyando a organizaciones como la suya y ampliarán sus donaciones en Israel.
Sin embargo, la incertidumbre persiste en el ámbito filantrópico judío, ya que algunos temen que el énfasis en la crisis actual pueda desplazar las prioridades internas de las organizaciones, como la educación y los programas para adolescentes.
La ética de la recaudación de fondos en tiempos de crisis
La ética de la recaudación de fondos también se encuentra en el centro del debate. Andrés Spokoiny, presidente y director ejecutivo de Jewish Funders Network, advierte contra campañas de emergencia que no están directamente relacionadas con la crisis. Subraya la importancia de la transparencia y la honestidad por parte de las organizaciones que, aunque no se vean directamente afectadas por la crisis, deben seguir funcionando para mantener una comunidad fuerte y saludable.
Barry Finestone, presidente y director ejecutivo de la Fundación Jim Joseph, comparte una perspectiva similar, abogando por un enfoque equilibrado. Insta a los donantes judíos a apoyar tanto las causas en Israel como las necesidades internas, evitando el desequilibrio que podría afectar a las instituciones judías a largo plazo.
Prioridades en disputa: Israel versus necesidades locales
A medida que la atención se centra en la defensa y el apoyo a Israel, surge la pregunta de qué sucederá con las instituciones judías que no tienen una conexión evidente con Israel. ¿Se verán afectadas negativamente las escuelas, agencias de servicios sociales y centros culturales que no tienen una cartera directa en la crisis de Oriente Medio?
Yehuda Kurtzer, presidente del Instituto Shalom Hartman, expresa su inspiración por el apoyo a Israel pero también plantea preocupaciones sobre el cambio hacia causas más defensivas y protectoras. Señala la importancia de mantener el apoyo a instituciones fundamentales que constituyen el tejido de la vida judía, como sinagogas y centros comunitarios.
El costo de cambiar las prioridades
La historia muestra que las crisis anteriores han moldeado las prioridades judías, especialmente en respuesta a conflictos en Israel. Sin embargo, la preocupación actual se centra en el hecho de que, a medida que las amenazas militares contra Israel han disminuido y el país ha prosperado económicamente, la atención filantrópica judía se ha desplazado hacia otras áreas, como la educación judía en los Estados Unidos.
Lila Corwin Berman, historiadora y catedrática de Historia Judía Estadounidense en la Universidad de Temple, advierte que la concentración excesiva en la lucha contra el antisemitismo puede llevar a un conjunto de herramientas insuficiente para abordar fenómenos complejos. La preocupación radica en que las prioridades filantrópicas podrían no estar alineadas con las necesidades reales y cambiar de manera inesperada.
Enfoque equilibrado para el futuro
En medio de la incertidumbre y los desafíos, queda claro que encontrar un equilibrio entre el apoyo a Israel y las necesidades internas de las comunidades judías es fundamental. La llamada de atención de la crisis actual podría servir como un recordatorio para los donantes judíos de considerar no solo las urgencias del momento, sino también la sostenibilidad a largo plazo de las instituciones y organizaciones que forman el tejido de la vida judía en los Estados Unidos.
El Desafío de Encontrar un Camino Sostenible
En el escenario actual, donde las donaciones fluyen hacia Israel en respuesta a la crisis, los líderes de las organizaciones judías deben enfrentarse a decisiones difíciles para equilibrar la ayuda internacional con las necesidades locales y mantener su misión principal. La Fundación Jim Joseph, por ejemplo, que tradicionalmente financia la educación judía en los Estados Unidos, se ve impulsada a considerar nuevas prioridades ante la magnitud de la situación en Oriente Medio.
Barry Finestone, presidente y director ejecutivo de la Fundación Jim Joseph, insta a los donantes judíos a comprometerse con un enfoque «sí y», es decir, apoyar tanto a Israel como a las instituciones locales. Su llamado a desviar una mayor parte de las donaciones seculares hacia causas judías busca evitar que la estructura organizacional construida durante generaciones se vea comprometida por la falta de fondos.
Sin embargo, mientras se busca un equilibrio, los líderes filantrópicos como Yehuda Kurtzer, presidente del Instituto Shalom Hartman, enfatizan la importancia de no descuidar las instituciones fundamentales de la vida judía. La tentación de volcarse hacia causas más «sexy» o mediáticas puede tener consecuencias a largo plazo para la infraestructura comunitaria, como sinagogas y centros culturales.
Desafíos Éticos y Estratégicos
El dilema ético en torno a las campañas de recaudación de fondos también está presente. ¿Es apropiado para las organizaciones que no se ven directamente afectadas por la crisis en Israel seguir adelante con sus propias llamadas de recaudación de fondos? Andrés Spokoiny, de Jewish Funders Network, plantea la importancia de la transparencia y la veracidad en este proceso, evitando campañas de emergencia no relacionadas con la crisis actual.
La preocupación por el uso eficiente de los recursos es también un tema central. Algunos temen que, al desviar grandes sumas de dinero hacia la lucha contra el antisemitismo, se puedan desarrollar herramientas que no estén a la altura de la complejidad del fenómeno. La pregunta persiste: ¿cómo pueden las organizaciones equilibrar la necesidad inmediata de apoyar a Israel con la responsabilidad a largo plazo de mantener instituciones esenciales?
Mirando hacia el Futuro
En este momento crítico, los líderes judíos se enfrentan a la tarea de trazar un curso que sea sostenible y significativo. La historia ha demostrado que las crisis pueden transformar las prioridades de la comunidad judía, pero también es crucial aprender de experiencias pasadas y considerar las necesidades a largo plazo.
La respuesta a la crisis en Israel ha sido impresionante en términos de movilización filantrópica, pero la clave ahora es canalizar ese impulso de manera efectiva. Mantener un equilibrio entre el apoyo a Israel y las necesidades locales no es solo una cuestión de ética, sino también de preservar la riqueza y diversidad de la vida judía en los Estados Unidos.
En última instancia, la llamada de atención de la crisis actual puede ser una oportunidad para reflexionar sobre el significado y la dirección de la filantropía judía. ¿Cómo pueden los donantes canalizar sus recursos de manera que aborden las necesidades inmediatas sin descuidar las instituciones y programas que forman la base de la identidad judía en América del Norte?
El desafío radica en encontrar un camino que combine la urgencia del momento con una visión a largo plazo, preservando tanto la solidaridad internacional como las vibrantes comunidades locales que constituyen el corazón de la vida judía en los Estados Unidos.