La mayor parte de los judíos castellanos pasaron a Navarra o a Portugal, en donde pagaron ocho cruzados por cabeza a cambio de un permiso de residencia de sólo ocho meses. Otros grupos embarcaron a Marruecos y otros en Laredo hacia Flandes, o en Tortosa y Cartagena hacia Italia.
Vídeo 1
Vídeo 2
Vídeo 3