El Instituto Cervantes prevé que unos 35.000 sefardíes se someterán el próximo año a las pruebas de conocimiento de lengua y realidad española.
- Estos exámenes no necesitan para obtener la nacionalidad española y serán organizados por esta institución.
- El director del centro lo ha comunicado durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para explicar los presupuestos correspondientes al siguiente período.
Así lo ha indicado el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para explicar los presupuestos correspondientes a su departamento para 2016, que ascienden a 115,37 millones de euros y que contemplan nuevos proyectos con “nuevos ingresos ordinarios”.
Así, en octubre entran en vigor dos leyes que encomiendan al Instituto Cervantes la función de examinar a los aspirantes a obtener la nacionalidad española, tanto sefardíes como extranjeros residentes en España, quienes deberán obtener el diploma de español DELE, en un nivel A2 o superior, que certifique su nivel de español.
También deberán superar otra prueba que demuestre “sus conocimientos de la Constitución y de la realidad sociocultural de España“, para lo que el Instituto Cervantes diseña en la actualidad sendos manuales con una comisión de expertos.
Las previsiones son “cautas y prudentes”
García de la Concha ha reconocido que es muy difícil concretar el número de sefardíes que se pueden acoger a esta solicitud y por ello ha dicho que las previsiones incluidas en el proyecto de presupuestos para el próximo año son muy “cautas y prudentes”.
El director del Cervantes, que ha recordado que el próximo año esta institución cumplirá “sus bodas de plata”, ha explicado que tras la “minoración” en los presupuestos de su departamento de 30 millones de euros en 2013, entre los del presente año y el próximo ejercicio se recuperan 15 millones, lo que supone el 50 % de la disminución anterior.
Iberoamericanización
Junto con la apuesta por internet, García de la Concha ha indicado que, en cumplimiento del encargo del Gobierno sobre la iberoamericanización de la institución, se hace realidad uno de sus “sueños” como es la puesta en marcha del Siele, un nuevo servicio de evaluación y certificación del español iberoamericano que se administrará por ordenador, y que promueven el Instituto Cervantes y las universidades de Salamanca y Nacional Autónoma de México (UNAM).
El español sobre el que versará es universal, no pensado solamente en España, ha indicado García de la Concha, que ha destacado las perspectivas muy “halagüeñas” de comercialización, con unas previsiones de 300.000 certificados en los próximos tres años y con un “techo” de 750.000 en cinco años.
Quienes opten por el Siele (Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española) obtendrán un certificado de conocimiento de español que se medirá sobre una escala de 1.000 puntos, y cuya validez será de dos años, frente a la opción del diploma de español (DELE), que tiene vigencia indefinida.
La dimensión iberoamericana del Cervantes se ha trasladado también a la organización de actividades en los 90 centros que actualmente posee en 44 países, de tal forma que, ha dicho De la Concha, el 65 % de los eventos organizados son iberoamericanos, con lo que se obtiene una mayor rentabilidad con estas sinergias.
García de la Concha ha reconocido que la dotación presupuestaria no consigue resolver problemas de actividad como ocurre en Nueva Delhi, el centro más rentable en la actualidad del Instituto Cervantes, que no puede atender a la cantidad de peticiones que tiene por falta de profesorado.