España perdió talento a manos llenas al expulsar a los judíos
Ana López Martín lleva medio mundo a sus espaldas. Se fue pronto a estudiar a Estados Unidos, pero como otros muchos asturianos, volvió a su país y a su tierra y, entre otras cosas, escribió una novela. «El crucigrama de Jacob»(Planeta), que entremezcla Historia y ficción con la expulsión de los judíos de la corona española como marco de fondo. Es su primer libro pero llega por todo lo alto, en Planeta y con una oferta para traducirse al italiano un mes después de publicarse.
¿Cómo nace «El crucigrama de Jacob»?
La novela arranca por un encuentro que tuve con un sefardita en Estambul que me contó su historia. Me impresionó mucho que pudiera hablar castellano antiguo 500 años después. Entonces, ese momento congelado en el tiempo que mantienen en su memoria, en sus vivencias y en sus tradiciones los sefarditas, lo quise trasladar al momento en el que partió, que es 500 años antes.
¿Es habitual que los sefarditas mantengan su cultura hasta el punto de conservar el castellano antiguo?
Bueno, lo de este chico es un caso particular, habla muchos idiomas y tiene un carácter estudioso y ortodoxo. No se puede aplicar a toda la comunicad sefardita. Los habrá que se interesen más y otros que menos.
¿Qué es real y qué es ficción en el libro?
La Historia es todo lo relacionado con el marco en el que se desarrolla la novela. Cómo vivían los judíos en el siglo XV, cómo era su cultura, cómo eran los escenarios que aparecen. Luego hay cosas que son leyendas que se cuentan de algunos personajes. Por ejemplo, sobre el consejero de los Reyes Católicos hay muchas cosas que son realidad, pero queda como leyenda que se enteró del anteproyecto del inquisidor Torquemada. Ahí arranca la ficción.
El libro tiene misterio y se promociona con eso, ¿es una forma de atraer a diferentes tipos de lectores?
Sí, el libro puede gustar a muchos espectros de población, pero para llegar a todos tienes que hablar su idioma. Entonces, de manera ligada a la novela hay otras cosas; realidad aumentada, un juego, una yincana y una película documental. Para todo hay pistas en la realidad aumentada; en la contraportada enseña el tráiler del libro, en la portada te aparece el crucigrama para resolverlo, y si lo haces, si te interesas y te has leído el libro, puedes participar en la película, y en la yincana (el día 4 en la feria del libro) animas a los chavales a leer divirtiéndose. Es ir más allá de la lectura.
¿Qué papel puede jugar la novela en la divulgación histórica?
Puede ayudar mucho. Yo estudié en Estados Unidos y allí aprender es otra historia, es divertido, y se te queda más algo si te entretienes con ello. Si no, es más difícil que la gente aprenda.
¿Qué es lo que más le ha impactado aprender sobre la expulsión de los judíos?
Cómo puede perder un país el talento a manos llenas que eran los judíos; médicos, científicos, banqueros… Y parece que les da igual. Piensan que sus vidas van a ser las mismas, pero son más pobres.
¿Se conoce bien la historia de los sefarditas en España?
Creo que no. Yo no la conocía y soy una persona inquieta. Me parecen fundamentales para nuestra historia, porque creo que su expulsión marcó un antes y un después en España. Se eliminó a una franja de clase media-alta, y es fundamental en la estructura de sociedad sana.
¿Le habría ido mejor a España si no se hubiera expulsado a los judíos?
Ya no lo sabremos, pero siempre he pensado que un lugar en el que convivan en armonía varias culturas tiene un desarrollo más avanzado. Porque cuando alguien llega de fuera se desvive para darlo todo en lo que sabe hacer, aporta valor. Pero lo que ocurre muchas veces es que uno quiere imperar sobre el otro, y no lo puedo entender.
¿Pasa eso ahora con el rechazo a los refugiados?
Lo que está pasando me demuestra que muchos españoles y alemanes tienen muy poca memoria. Hace no tanto no teníamos a dónde ir, y son personas que huyen de una guerra.
¿Se pueden sacar otras enseñanzas actuales de su libro?
Sí, cuando quieres saber a quien tienes delante hay dos situaciones para hacerlo: cómo actúa en momentos de crisis, y cómo cuando tiene el poder en la mano. Eso está en la novela, en dos de los personajes que hay.
Fuente: abc.es