Judíos británicos hacen trámite para conseguir la nacionalidad portuguesa

Desde que el pasado 23 de junio el Reino Unido votó a favor de salir de la Unión Europea (UE), las peticiones de judíos británicos descendientes de sefardíes lusos de ascendencia portuguesa o española que quieren conseguir la nacionalidad portuguesa se han disparado.
Desde que el pasado 23 de junio el Reino Unido votó a favor de salir de la Unión Europea (UE), las peticiones de judíos británicos descendientes de sefardíes lusos de ascendencia portuguesa o española que quieren conseguir la nacionalidad portuguesa se han disparado.

La legislación de Portugal permite desde el año pasado que los descendientes de los sefardíes que vivieron en suelo luso puedan pedir la nacionalidad portuguesa, una posibilidad que hasta hace muy poco apenas había llamado la atención de los judíos británicos.
Sin embargo, la perspectiva del llamado “brexit” y la salida del espacio comunitario causó que algunos de ellos estén buscando una forma de mantener los derechos con los que cuenta un ciudadano de la Unión Europea.
“Es inevitable concluir que los judíos sefardíes que residen en Inglaterra están en riesgo de perder los derechos que la UE concede a los ciudadanos y por eso es natural que usen un derecho que la ley portuguesa les concede”, explicó un portavoz de la Comunidad Israelita de Oporto (CIP, por sus siglas en portugués).
La CIP es una de las dos comunidades autorizadas para expedir el certificado que acredita la descendencia portuguesa de los solicitantes y que es necesario para poder rogar la nacionalidad.
Desde que la ley para pedir la nacionalidad fue tramitada en el Parlamento luso a principios de 2015 y hasta el referendo, esta comunidad sólo había recibido cinco peticiones procedentes de judíos británicos, una cifra que ha aumentado hasta las 300 solicitudes desde el anuncio del “brexit”.
Como Estado miembro de la Unión Europea, los ciudadanos con nacionalidad portuguesa tienen derecho a circular libremente, residir y trabajar en cualquier país comunitario sin necesidad de someterse al tedioso proceso burocrático que tienen que pasar los extra-comunitarios.
Cuando la salida de Reino Unido se haga efectiva, los británicos perderán esos derechos y pasarán a regirse por las normas que se aplican a los ciudadanos de los países no comunitarios.
La CIP calcula que, de los alrededor de 350,000 judíos que residen en el Reino Unido, cerca de 50,000 son sefardíes de ascendencia portuguesa o española, aunque desconoce cuántos tienen derecho a pedir la nacionalidad lusa.
“El proceso para pedirla es igual al del resto de sefardíes, deben probar que son judíos descendientes de portugueses”, explicaron desde la comunidad, que recuerda que para certificar su origen portugués los candidatos tienen que probar su conexión con las tradiciones lusas.
Aspectos como el árbol genealógico, el conocimiento de la lengua o los apellidos pueden usarse para probar este origen, aunque no garantizan la concesión del certificado si no queda claro que mantuvieron sus relaciones con las comunidades portuguesas.
“Los apellidos que los judíos portugueses usaban antes de la conversión general de 1496 eran típicamente judaicos (…) Después pasaron a utilizar nombres ibéricos. Fueron obligados a alterar su nombre. Las listas de nombres ibéricos no prueban nada por sí solas”, señaló el portavoz de la CIP.
Los trámites siempre son mucho más sencillos para aquellos que pueden probar que sus antepasados se unieron a comunidades judías en otros países tras abandonar Portugal.
En todo el mundo existen unos 3.5 millones de descendientes de sefardíes de ascendencia española y portuguesa.
Miles de judíos españoles se establecieron en Portugal y se unieron a su comunidad sefardí después de que los Reyes Católicos los desterraran en 1492.
Allí tampoco lograron escapar de las persecuciones, pues los Reyes Católicos obligaron al rey Manuel I de Portugal a expulsar al pueblo judío en 1496 como condición para casarse con la heredera española, Isabel de Aragón.
Algunas de estas familias judías se establecieron en Londres en los siglos XVI y XVII, y otras tomaron el rumbo del antiguo Imperio Otomano —Turquía, Siria, Bulgaria, etcétera— o del Mediterráneo —Marruecos, Túnez, Libia, Egipto, para emigrar a suelo británico en el siglo XX.
La ley portuguesa, al contrario que la española que también permite obtener la nacionalidad a los sefardíes, no establece un plazo límite para solicitarla, por lo que el número de peticiones podría seguir aumentando según avanza el proceso para que Reino Unido salga de la UE.

Fuente: yucatan.com
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