En una reciente declaración, el presidente sirio Bashar Assad desató una controversia al afirmar que el Holocausto, en el que seis millones de judíos fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, fue una mentira fabricada para justificar la creación del Estado de Israel. Además, el líder sirio acusó a Estados Unidos de financiar al Partido Nazi alemán, permitiendo así el ascenso de Adolf Hitler al poder en 1933.
En un discurso transmitido por el Instituto de Investigación de Medios de Medio Oriente (MEMRI), Assad argumentó que no hay evidencia que respalde la cifra de seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto, señalando que se trata de una cuestión politizada. Mientras reconoció la existencia de campos de concentración, cuestionó por qué no se habla de otras víctimas de la guerra, como los 26 millones de soviéticos que perdieron la vida.
Sin embargo, es crucial contextualizar estas afirmaciones. Durante la Segunda Guerra Mundial, la población judía en Europa era de aproximadamente 9,5 millones, en comparación con los 170 millones de la Unión Soviética en 1939. Las cifras de víctimas varían, pero la magnitud del Holocausto es incuestionable y está respaldada por abrumadoras pruebas históricas y testimonios.
Assad también sugirió que no hubo métodos específicos de tortura o asesinato para los judíos, contradiciendo la realidad de los horrores cometidos en campos de concentración como Auschwitz. Es importante destacar que los nazis utilizaron métodos sistemáticos y brutales para exterminar a millones de judíos, incluyendo cámaras de gas y ejecuciones masivas.
Además, el presidente sirio avivó teorías de conspiración antisemitas al afirmar que los judíos que emigraron a Palestina son descendientes de los jázaros del este del Mar Caspio, una afirmación desacreditada por estudios genéticos y la falta de evidencia sustancial.
La acusación de Assad de que Estados Unidos financió al Partido Nazi también merece un análisis crítico. Aunque existen vínculos financieros documentados entre algunas corporaciones estadounidenses y individuos alemanes con conexiones nazis, no hay evidencia de un apoyo oficial de Estados Unidos para el ascenso del nazismo al poder.
La declaración de Assad es particularmente significativa en el contexto de las acusaciones previas contra su régimen. Siria ha sido señalada por violaciones graves del derecho internacional humanitario y de derechos humanos, incluyendo crímenes de guerra y el uso de armas químicas contra su propia población.
Mientras el mundo reflexiona sobre las controvertidas afirmaciones de Bashar Assad, es fundamental recordar la importancia de abordar la historia con base en evidencias verificables y con respeto a la memoria de las víctimas del Holocausto, así como a aquellos que han sufrido las consecuencias de conflictos más recientes en la región.