La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, promulgó un paquete de leyes para ayudar y honrar a los supervivientes del Holocausto, así como para apoyar una mejor educación sobre el Holocausto en las escuelas.
«Como neoyorquinos, estamos unidos en nuestro solemne compromiso con los supervivientes del Holocausto: Nunca olvidaremos», dijo Hochul en la ceremonia de la firma, que tuvo lugar el miércoles en el Museum of Jewish Heritage-A Living Memorial to the Holocaust, en el Bajo Manhattan. Se trata de personas que han soportado una tragedia indescriptible, pero que, sin embargo, han perseverado para construir vidas con sentido y propósito aquí mismo, en Nueva York».
«Se lo debemos a ellos, a sus familias y a los 6 millones de judíos que perecieron en el Holocausto, para honrar su memoria y garantizar que las generaciones futuras comprendan los horrores de esta época», dijo el gobernador.
La nueva legislación autoriza al comisionado de educación del estado a realizar una encuesta y determinar si los distritos escolares de Nueva York están cumpliendo los requisitos para la enseñanza sobre el Holocausto, que es obligatoria por ley desde 1994.
Avi Posnick, director ejecutivo de StandWithUs Northeast, fue uno de los asistentes a la ceremonia de la firma y dijo que el proyecto de ley de educación sobre el Holocausto, junto con la proclamación de Hochul en junio de adoptar la definición de trabajo de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), «subraya la importancia crítica de aprender del Holocausto y sobre él».
Señaló en su declaración: «En un momento en que los delitos antisemitas están aumentando en todo el país, y el 30% tienen lugar en Nueva York y Nueva Jersey, ya es hora de tomar estas medidas».
Entre otros puntos que Hochul convirtió en ley, se incluye un proyecto de ley que requiere que el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York mantenga una lista de instituciones que renuncian a las tasas de transferencia o procesamiento de los pagos de las reparaciones del Holocausto, y otro que requiere que los museos reconozcan públicamente el origen de las obras de arte robadas a los judíos por los nazis.