Ya han conseguido la nacionalidad española, 4.538 sefardíes, descendientes de los judíos expulsados en 1492, tras la ley 12/2015 aprobada en octubre del año pasado. Además, otras 3.000 personas han iniciado los trámites para conseguir un pasaporte de nuestro país. El requisito principal es ser descendientes de sefardíes y poder demostrarlo.
La mayor parte de solicitantes se encuentran en Argentina, Venezuela, México, Turquía, Chile, Colombia, Estados Unidos o Egipto, entre otros. Los motivos para iniciar este trámite son diversos. Hay un sector de los candidatos a quienes no les interesa residir en España, sino más bien disfrutar de los beneficios que aporta tener un pasaporte europeo, bien sea para para invertir o para fines turísticos. Según un reciente estudio*, el pasaporte español es el segundo más poderoso del mundo, ya que se puede acceder a más de 157 países sin restricciones.
También hay un perfil de personas que solicitan la nacionalidad española con la intención de venir a vivir aquí. Y otra parte, ya está residiendo en España, bien sea por estudios o por algún negocio. En este último caso, algunas operaciones comerciales pueden agilizarse.
Hay quien desea “recuperar” la nacionalidad española por motivos enteramente románticos o históricos y lo considera un acto de justicia histórica. Es el caso de Jacobo Levy. Este estadounidense con rasgos semitas va a cumplir 70 años y quiere obtener la nacionalidad española. Desea cumplir el sueño de sus bisabuelos y pasar sus últimos días en Sefarad, (España según tradición judía).
Trámites
Hanna Zohar, directora de Zohar Abogados, añade que tras la aprobación de la nueva ley, recibió una «avalancha de solicitudes» en su despacho. “Todas las personas que pueden acogerse a la nacionalidad española por esta ley han de ser sefardíes y deben poder probarlo” añade Zohar.
Los interesados tienen de plazo hasta septiembre de 2018, pero en la mayoría de los casos, el estudio de cada expediente puede llevar muchos meses, ya que normalmente cuesta localizar o contrastar la documentación necesaria. “La historia de los judíos ha estado marcada por el destierro, y tampoco ha ayudado la eliminación de familias enteras en la Shoá (Holocausto). Muchas veces hay que tirar del estudio del árbol genealógico”, explica Hanna Zohar, quien también es de origen sefardí.
Según concreta el Ministerio de Justicia, pueden acogerse al procedimiento previsto en esta Ley, todos aquellos sefardíes que prueben dicha condición y una especial vinculación con España, aun cuando no tengan residencia legal en nuestro país y sin tener que renunciar a su actual nacionalidad. Por tanto, la condición de sefardí y la vinculación con España son requisitos que deben coexistir necesariamente. La nacionalidad española se obtiene por una carta de Naturaleza.
Además del vínculo, los futuros españoles tendrán que superar una prueba de evaluación de conocimientos, gestionada por el Instituto Cervantes. En concreto, la posesión de un diploma de español DELE nivel A2 o superior y la prueba CCSE (Conocimientos constitucionales y socioculturales de España).
Reparación histórica
El 31 de Marzo de 1492 en Granada, los Reyes Católicos firmaron la expulsión de los judíos de España. Después de 523 años, se da luz verde a la «Ley de concesión de nacionalidad a sefardíes originarios de España», normativa que posibilita la adquisición de la nacionalidad española a los descendientes de los sefardíes expulsados en el siglo XV. El Gobierno lo considera una “reparación de una injusticia histórica”.
«Abrirle el camino a su pasado a cada persona es muy satisfactorio, es un proceso que llega a ser incluso apasionante: recordar a tus antepasados, revivir tus raíces, conocer el significado y los orígenes de tu apellido… para mí realmente es muy emotivo conocer la historia de mis clientes, que es la mía propia”, concluye Hanna Zohar.