Los sefarditas (del hebreo םספרדי españoles) son los descendientes de los judíos que vivieron en la Península Ibérica (España y Portugal) hasta 1942, y que están ligados a la cultura hispánica mediante la lengua y la tradición. Se calcula que en la actualidad, la comunidad sefardí alcanza los 2 millones de integrantes, la mayor parte de ellos residentes en Israel, Francia, Estados Unidos y Turquía. También en México y Sudamérica, principalmente en Argentina y Chile, llegaron judíos sefardíes que acompañaron a los conquistadores españoles y portugueses y así escaparon de las persecuciones en España.
Las primeras comunidades Sefardíes
Se conoce que las comunidades sefardíes existen desde tiempos remotos, ya sea por evidencia escrita, como la Biblia, o por evidencia arqueológica, donde por fuente de esta última se tiene razón de hallazgos importantes de inscripciones y símbolos hebreos en diferentes objetos encontrados en la península ibérica.
Además de esto, el aumento de la población judía a la península ibérica también fue debido a la ocupación del antiguo imperio romano del territorio ibérico y posteriormente con la conquista de Judea por parte de Roma, con la cual, muchos judíos fueron llevados como esclavos a lo que es hoy en día España y Portugal. También puedes leer sobre Los judíos en la España romana.
El termino Sefardita y su origen
Desde la fundación del Estado de Israel, el término sefardí se ha usado frecuentemente para designar a todos aquellos judíos de origen distinto al askenazi (judíos de origen alemán, ruso o centroeuropeo). En esta clasificación se incluye a los judíos de origen árabe, de Persia, Armenia, Georgia, Yemen e incluso India, que no guardan ningún vínculo con la cultura hispánica que distingue a los sefardíes.
La razón por la cual se utiliza el término indistintamente es por las grandes similitudes en el rito religioso y la pronunciación del hebreo que los sefardíes guardan con las poblaciones judías de los países antes mencionados, características que no se comparten con los judíos askenazíes. Por eso hoy en día se hace una tercera clasificación de la población judía, la de los mizrahim (del hebreo oriente), para garantizar que el término “sefardí” haga alusión exclusivamente a ese vinculo antiguo con la península ibérica.
La influencia Sefardí en la Península Ibérica
Los judíos desarrollaron prosperas comunidades en la mayor parte de las ciudades españolas. Destacan las comunidades de las ciudades de Toledo, Burgos, Sevilla, Córdoba, Jaén, Ávila, Granada, León, Segovia, Soria y Calahorra. En la corona de Aragón, las comunidades (o Calls) de Zaragoza, Gerona, Barcelona, Tarragona, Valencia, Vitoria y Palma de Mallorca se encuentran entre las más prominentes. Algunas poblaciones, como Lucena, Hervas, Ribadavia, Ocaña y Guadalajara, se encontraban habitadas principalmente por judíos. De hecho, Lucena estuvo habitada exclusivamente por judíos durante siglos en la Edad Media.
En Portugal, de donde muchas ilustres familias sefardíes son originarias, se desarrollaron comunidades activas en las ciudades de Lisboa, Évora, Beja y en la región de Tras-os-Montes.