La comunidad judía celebra hoy el Rosh Hashaná, el comienzo del año 5782 del calendario hebreo. Con la primera estrella, los festejos se extenderán hasta la tarde del viernes. A lo largo de los siglos y dependiendo de los lugares, el modo de celebrar el Año Nuevo judío (Rosh Hashana, Cabeza del año en hebreo) varió en ritos y comidas.
La tradición apunta a que el año que se inicia sea dulce (motivo de la miel y los dátiles), que la gente sea capaz de la autocrítica y la mejora (la manzana, símbolo del pecado del egoísmo, mojada en la miel para mitigarlo) y darle la capacidad de elegir el propio camino.
El nuevo año judío tiene cuatro acepciones: Rosh Hashaná, que refiere al día de la creación; Yom Ha Din, que se basa en la idea teológica de que mujeres y varones son juzgados por sus acciones; Yom Ha Zikarón, que remite al recuerdo del propio ser y Yom Teruá, que alude al despertar de la apatía para asumir las propias elecciones.