Aliza Goldman, sobreviviente del Holocausto y traductora que ayudó en la traducción del histórico juicio del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, murió el 23 de diciembre. 6 a los 94 años.
Realizó trabajos de traducción en otros eventos importantes, como el juicio del colaborador nazi John Demjanjuk, el tratado de paz entre Israel y Jordania y la investigación estatal sobre el asesinato del ex Primer ministro israelí Yitzhak Rabin.
Nacida y criada en Serbia, emigró a Israel en 1950. En 1958, Goldman y su esposo Yochanan fundaron Hever Translations, la primera agencia de traducción en Israel, que se convirtió en la principal empresa de transcripción y traducción del Estado judío.
Los Goldman fueron contratados por la Comisión Agranat en 1973 para registrar y traducir la investigación de los fracasos en el liderazgo israelí que condujeron a la Guerra de Yom Kippur. Su agencia de traducción también fue elegida para acompañar al Papa Benedicto XVI en su visita a Israel en 2009, así como la visita del entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en 2013.
El nieto de Aliza, Uri Goldman, fue citado en Ynet recordando cómo el juicio de Eichmann fue emotivo para su abuela, sobreviviente del Holocausto, pero ella pudo mantener su profesionalismo y ayudar a traducir el testimonio a varios idiomas.