»Soy belga, soy judío: ¿debería irme del país?»

La comunidad judía de Bélgica lanzó una campaña en la que denuncia el incremento del antisemitismo en ese país. La kehila se siente más amenazada y más de 250 personas se han ido a Israel.

El atentado contra el Museo Judío de Bruselas del 24 de marzo de 2014 marcó un antes y un después. Si bien el antisemitismo venía in crescendo, aquel feroz acto terrorista convulsionó la vida de la comunidad judía de Bélgica. Bajo el lema “soy belga, soy judío: ¿deberá irme?”, muchos integrantes de la Kehila debaten su futuro, a la vez que critican la pasividad de las autoridades.

El alcalde de la capital, Yvan Mayeur, afirmó durante el acto en el que homenajeó a las víctimas del atentado que “Bruselas es judía porque todos los judíos tienen cabida en Bruselas”. Sin embargo, la comunidad considera que estas declaraciones son solo frases hechas, y que en realidad las autoridades no comprenden la gravedad del problema. Las estadísticas marcan que más de 250 judíos se fueron a Israel, más del doble que hace 10 años. Alrededor de 40 mil personas integran dicha comunidad.

Según declaraciones a la prensa de Maurice Sosnowsky, integrante del Comité de Organizaciones Judías de Bélgica, “los judíos somos como los canarios de las minas, que sienten la presencia del gas grisú”. Además, denunció el auge del antisemitismo y consideró que las autoridades no hacen lo suficiente para frenar los ataques contra la comunidad.

Joel Rubinfeld, presidente de la Liga Belga contra el Antisemitismo, denunció que al menos tres familias harán Aliá en los próximos meses.

La plataforma online antisemitisme.be elaboró un informe que comprende al año 2014 cuya conclusión fue que hubo un considerable aumento de ataques contra la comunidad judía. En total, se registraron 109, es decir, uno cada tres días. Tras el atentado contra el Museo Judío, se ha constatado la presencia militar frente a edificios judíos (cosa que también sucede en otros países, como es el caso de Francia).

El Comité Judío de Bélgica afirma que la mitad de las parejas que tienen entre 30 y 40 años estaría pensando en emigrar a Israel, mientras que otra importante porción consideraría mudarse a Estados Unidos, Canadá o Australia.

Según Henri Gutman, integrante del Centro Comunitario Laico Judío, “el antisemitismo no deriva del Estado y de la población predominantemente cristiana, sino de una minoría musulmana víctima así mismo del racismo y la discriminación”. Y se pregunta, ¿tendrá una minoría que expulsar a otra?”. En Bélgica viven en torno a 40.000 judíos y más de medio millón de musulmanes, aunque sólo una minoría sería la causante de las agresiones e incidentes antisemitas.

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