El presidente de EE.UU. Donald Trump, declaró que Mayo es el «Mes de la Herencia Judía Estadounidense», que marca el 12º año de la celebración de los judíos estadounidenses.
«Los judíos estadounidenses han ayudado a guiar el carácter moral de nuestra nación», decía la proclama. «Han mantenido un fuerte compromiso de involucrarse profundamente en la sociedad estadounidense a la vez que preservan sus valores y tradiciones históricos. Su pasión por la justicia social y mostrar amabilidad hacia los extraños radica en las creencias de que Dios creó a todas las personas a su imagen, y que todos merecemos dignidad y paz».
Elogió a los judíos estadounidenses por sus contribuciones en la construcción de instituciones educativas y de servicio público, y por participar en actividades críticas de activismo de derechos civiles, que «han hecho del mundo un lugar mejor».
También elogió a la comunidad judía por su «perdurable tradición de generosidad», que los llevó a actuar como «una luz hasta las naciones» con proyectos filantrópicos y humanitarios, así como con importantes logros en ciencia y medicina.
El Mes de la herencia judía americana comenzó bajo el presidente George W. Bush en 2006 y ha sido continuado por todos los presidentes desde entonces.
El mes incluye eventos con impactantes judíos estadounidenses, reflexiones sobre el Holocausto y honra las contribuciones judías a todas las partes de la sociedad judía, incluida la literatura, la música, el cine y las artes.
A diferencia de los presidentes anteriores, Trump no ha recibido recepciones relacionadas en la Casa Blanca, aunque su proclamación de 2017 declaró que «este mes, lo celebro con mi familia, incluida mi hija, Ivanka, mi yerno, Jared, mis nietos y nuestra familia extendida: la profunda conexión espiritual que une, y siempre unirá, al pueblo judío con los Estados Unidos y sus principios fundacionales».
