La contribución de los judíos españoles al descubrimiento de América

En una grata entrevista a la historiadora y ex catedrática de la Universidad Nacional de Costa Rica Sara Befeler Tailtelbaum sobre el Origen Judío de esta Nación, tuve la oportunidad de asistir a la presentación de su nuevo libro: “Sefarditas y Askenazitas en Costa Rica”, publicado por la Editorial Chiado en España. En donde de principio a fin nos relata la autora como en el pueblo de Costa Rica desde la época de la Colonia, existió una presencia muy marcada de Sefarditas, más allá de lo que la mayoría de la gente conoce y cree, ya que algunos historiadores han mantenido parte de la verdad en el oscurantismo.

Porque la contribución de los judíos españoles al descubrimiento de América es hasta la fecha innegable, a pesar de los intereses de algunos en mantenerla oculta o prácticamente minimizarla, pero gracias a investigaciones históricas como las elaboradas por Sara Befeler, es que la verdad de la participación judía en la época de la Colonia en Costa Rica es cada vez más constatable.

Siendo este ilustrativo libro una parte fundamental del acervo cultural de esta Nación, donde la historia nos narra cómo aunque se prohibiera la entrada de los judíos al Nuevo Continente con el primer Decreto promulgado por España en 1501 y el último en 1802, fue prácticamente imposible durante estos tres siglos limitar su incursión. Por lo cual los Sefarditas para evadir dicha prohibición, debieron de cambiar sus nombres e identidad entrando de manera ilegal al Continente.

Y para que tengamos una mejor idea de la cantidad de tripulación que llevaba Colón en su primer viaje, de los 90 hombres que viajaban con él en las tres embarcaciones que lo acompañaban al inicio de su travesía, 6 de ellos eran judíos reconocidos y una gran cantidad imposible de calcular, conversos que salieron huyendo de España luego de las conversiones porque las persecuciones  de la Inquisición seguían siendo masivas para algunas familias que prácticamente lo habían perdido todo.

Así mismo hay un dato entre varios, sumamente importante en el libro Sefarditas y Askenazitas en Costa Rica, el cual se fundamenta en una carta escrita por uno de esos seis judíos, quien fuera el más conocido durante ese viaje y me refiero a Luis de Torres interprete de la Armada y quien viajaba en la Santa María, hablando a la perfección el Hebreo, Arameo y también Árabe.

Con lo cual este judío fue el primer europeo, nos dice la historiadora, en descubrir el tabaco y el maíz y uno de los principales marineros de Colón quien dejó testimonio escrito de esta travesía por el Nuevo Mundo.

Y este es un extracto literal de la carta de Luis de Torres, mencionada en la investigación de Sara Befeler:

“En el año 5283 del calendario judío (año 1523), yo Yosef Ben Halevi Haivri, conocido con el nombre de Luis de Torres, escribo esta historia por recuerdo, después que retire a el mundo muevo en el país de Chile, en la quala me dieron el rey i la reina una heredad en el vaye Copiapo detrás de los cordilieros.

Nací en la ciudad de Córdoba, conocida por los judíos como La Ciudad Buena, en Andalucía, España y puedo contar sólo algunos de los sufrimientos acaecidos en mi vida, junto a mi familia, escritos por personas mucho mayores que yo. Mi padre y mi abuelo, eran escribas de la Torá y yo crecí y me eduqué entre libros sagrados, así tuve el privilegio de ser compañero del gran Noble Chistopher Colón, salido de nuestro país a la tierra del gran Emperador de la India, después que recorrió el país buscando un judío que entendiera la lengua hebrea para poder, con ayuda de Dios, hablar cuando encontrara las Diez Tribus en la nueva tierra.

Fui elegido y embarqué con él, pasaron muchos días hasta que arribamos en noche de shabat al continente nuevo, a las dos después de medianoche, era noche de Hosanna Rabá de 5253 (año 1493) y que quedará siempre en mi memoria y por eso me siento a escribir esto para las generaciones que vendrán.

En el día de la violencia, Tisha Beav del año 5252 (1492), día de angustia, castigo e insulto, en que salió de España la mitad de la gente que en su momento dejó Egipto, 300.000 almas entre hombres, mujeres y criaturas, estaban en las naves con médicos como Marco y Birnal, Don Rodrigo y su tío Don Gabriel San-Shez, y los marineros djidios, Alonso de la Quer, Rodrigo de Triana, Juan Cabariera, entre otros. El mar estaba tempestuoso tanto que era preferible la muerte, solamente el Gran Noble, estuvo todas las noches en su puesto tocando con su cabeza los cielos y las estrellas”.

Pero continúa la carta relatando una por una las vicisitudes de que fueron objeto estos hombres hasta descubrir tierra, de la siguiente manera. “Merece escribirse aquí en este libro, las palabra auténticas: como atacado de una locura, el Dió que mos guadre, Rodrigo corrió como un maniático, como borracho de las estrellas. Con voz extraña llamó al Capitán Cristopher: tierra!, tierra!, Dios nos salvó, tierra! tierra!, el Dio nos salvó!.

Se despertaron los marineros de las tres naves. Todos saltaban, bailando y gritando y nosotros los hijos de Israel, yo Yoseph hijo de Halevi y mis amigos, con él (Colón), don Marco, don Bornal, don Rodrigo, don Gabriel y los marineros de Israel, Alonso de la Quer, Juan Cabariera y el grande de todos (Rodrigo de Triana), juntamos a las palabras tierra y luz la palabra hebrea: Hosha´na! Hosha´na!, bailamos y loamos delante del Bendito, en el corazón de los mares”. pp. 21, 22 y 24.

Así mismo es interesante como la historiadora nos relata que de las cuatro tripulaciones en los viajes de Colón, ochenta y siete miembros fueron procesados por la Inquisición por judaizantes. Y que hasta el propio Colón se encargó de dejar toda su vida en penumbra, porque hasta historiadores tan reconocidos como Vicente Blanco Ibáñez y Salvador de Madariaga se refieren a Colón como Judío.

Felicitaciones a la historiadora Sara Befeler por esta investigación tan concisa. Y a todos los lectores porque disfrutarán de una magnífica obra que nos permitirá continuar  adentrándonos en la vida de los Sefarditas en nuestra América Latina. (Especial para eSefarad.com de Argentina).

Marisol Chévez Hidalgo

Licenciada en filosofía

Universidad de Costa Rica