En lo que se ha convertido en una tradición moderna, los políticos se abalanzaron a los hogares de los partidarios para comer tradicionales panqueques cubiertos de miel llamadas mufletot y otros dulces.
En un evento en la ciudad norteña de Hadera, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que a pesar de comenzar como una tradición marroquí, Mimouna «se ha convertido en una fiesta para todos los grupos étnicos».
«Simboliza un amor por Israel», dijo.
También llamó a Mimouna una «fiesta colorida» y dijo en broma que «prometo seguir siendo colorido» en referencia a su color de pelo que cambia con frecuencia.
La ministra de Cultura Miri Regev (Likud) subió un video de sí misma con atuendo marroquí tradicional de un evento en la sureña ciudad de Ashkelon en la que «desea a todos los judíos salud, felicidad, éxito y abundancia».
Regev dijo que la celebración en Ashkelon fue su primera de la noche, ya que planeaba visitar las casas de otros amigos y activistas del partido Likud que también marcaron la fiesta.