En un emocionante giro arqueológico que nos transporta a los misteriosos pasajes del pasado, un equipo de arqueólogos de la Universidad Hebrea ha desenterrado un tesoro inesperado en las ruinas de Hircania, una antigua fortaleza situada en el desolado desierto de Judea, a unos 17 kilómetros al sureste de Jerusalén.
Este hallazgo arroja nueva luz sobre la imponente fortaleza construida por el Rey Herodes y revela una inscripción única en griego koiné que parafrasea parte del Salmo 86, tal como se encuentra en el Nuevo Testamento. En esta crónica, exploraremos en detalle este fascinante descubrimiento, la historia detrás de la fortaleza de Hircania y las implicaciones de esta inscripción para nuestra comprensión de la historia y la cultura de la región.
Hircania: Un Testigo de la Historia
La Fortaleza de Hircania, con sus majestuosas ruinas que se alzan sobre una colina de 200 metros, es una joya arqueológica que data de la dinastía Hasmonea, que gobernó en los siglos II y I a.C. Esta colina fue meticulosamente aplanada para dar cabida a una serie de edificios y estructuras defensivas, formando parte de una red de fortalezas en las alturas del desierto de Judea. Sin embargo, fue el Rey Herodes, conocido por su ambición arquitectónica, quien expandió y renovó significativamente la fortaleza, convirtiéndola en un testimonio de su poder y visión.
Tras la muerte de Herodes en el año 4 a.C., Hircania cayó en desuso durante un tiempo, hasta que, en el apogeo del Imperio Bizantino en el siglo V d.C., una pequeña comunidad de monjes cristianos fundó un monasterio en sus ruinas. Este monasterio, conocido como Kastellion o “Pequeño Castillo” en griego, sobrevivió incluso después de la conquista islámica de la región en el año 635 EC, y continuó funcionando hasta principios del siglo IX.
El Descubrimiento: Una Inscripción del Salmo 86
El hallazgo más destacado de la excavación en Hircania es una inscripción única que parafrasea parte del Salmo 86 en griego koiné. Esta inscripción, encontrada pintada en rojo debajo de una cruz en una gran piedra de construcción, dice: “Jesucristo, guárdame, porque soy pobre y necesitado. Guarda mi vida, porque te soy fiel”. Esta inscripción es particularmente significativa, ya que representa una adaptación del salmo en un contexto cristiano y en un idioma que se asemeja al griego utilizado en el Nuevo Testamento.
El Dr. Avner Ecker, de la Universidad Bar-Ilan, quien ayudó a descifrar la inscripción, observa que la escritura contiene pequeños errores gramaticales, lo que sugiere que el autor no era un hablante nativo de griego, sino más probablemente alguien de la región que creció hablando un idioma semítico. Este detalle gramatical intrigante añade capas de complejidad a la historia detrás de la inscripción y plantea interrogantes sobre la identidad y la cultura de la comunidad que la creó.
El Equipo de Excavación y Colaboración Internacional
La excavación de Hircania en 2023 fue liderada por el Dr. Oren Gutfeld y Michal Haber de la Universidad Hebrea, en colaboración con la Universidad Carson-Newman de Tennessee y American Veterans Archaeological Recovery, un programa que utiliza la arqueología como medio de reintegración para los veteranos de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Esta cooperación internacional resalta la importancia del sitio y su potencial para contribuir al entendimiento de la historia y la arqueología tanto de la región como de la humanidad en su conjunto.
Un Anillo de Oro y las Capas de la Historia
Además de la inscripción del Salmo 86, la excavación en Hircania también reveló un pequeño anillo de oro, aproximadamente con un centímetro de diámetro, que presenta una piedra turquesa y una inscripción árabe que dice “Mashallah” (Dios lo ha querido). Según la inscripción, este anillo data del califato omeya, que gobernó en los siglos VII y VIII d.C., después de la conquista islámica de la región. Se presume que el anillo pudo haber sido utilizado como sello, y la turquesa utilizada en su confección probablemente se originó en Persia. Este hallazgo arroja luz sobre las interacciones culturales y comerciales que ocurrieron en Hircania durante su historia.
Los Enigmas de los Túneles de Hircania
Uno de los aspectos más enigmáticos de Hircania son los “túneles enigmáticos” que se encuentran en la base de la colina. Estos túneles, completamente hechos por el hombre, se extienden a profundidades de 120 y 80 metros, pero terminan en un callejón sin salida. Fueron descubiertos por primera vez por un erudito británico en 1960, pero las investigaciones se detuvieron debido a las condiciones climáticas adversas.
Gutfeld, uno de los arqueólogos principales, los exploró a partir del año 2000 y encontró algunos artefactos de la era del Primer Templo, pero los motivos detrás de la construcción de estos túneles siguen siendo un misterio. Se especula que podrían haber sido un proyecto de trabajo forzado o una forma de castigo para prisioneros, manteniéndolos ocupados en una tarea aparentemente interminable.
Preservando el Legado de Hircania
El sitio arqueológico de Hircania es un testimonio de la historia y la cultura que abarca milenios. La Autoridad de Antigüedades de Israel y la Administración Civil de Judea y Samaria han lanzado un proyecto ambicioso para mapear, explorar y proteger los numerosos sitios arqueológicos dispersos en el desierto de Judea, incluyendo la Fortaleza de Hircania.
La importancia de estas excavaciones académ icas se hace aún más evidente en un lugar tan sensible como Hircania, donde la amenaza del saqueo persiste. Los arqueólogos advierten que esta amenaza existía antes de sus excavaciones y continuará después de ellas, subrayando la urgente necesidad de investigaciones académicas y esfuerzos de conservación.
Michal Haber y Oren Gutfeld, los líderes de la excavación, reconocen la necesidad de estar un paso adelante en la preservación del patrimonio cultural. Sus esfuerzos en Hircania son un ejemplo de cómo la arqueología no solo nos conecta con nuestro pasado, sino que también nos desafía a protegerlo para las generaciones futuras.
Conclusiones: Un Tesoro en el Desierto de Judea
El descubrimiento de la inscripción única del Salmo 86 en griego koiné en las ruinas de Hircania es un testimonio conmovedor de la evolución de la historia y la cultura en esta región. Desde la dinastía Hasmonea hasta el reinado de Herodes, pasando por la fundación del monasterio cristiano bizantino y la llegada del califato omeya, las capas de la historia se superponen en este sitio arqueológico. Los túneles misteriosos añaden un toque de intriga, mientras que el anillo de oro y su inscripción árabe nos hablan de las interacciones culturales en el corazón del desierto de Judea.
Este descubrimiento nos recuerda que la arqueología es una ventana al pasado, pero también una responsabilidad hacia el futuro. La necesidad de proteger estos tesoros culturales de los saqueadores es apremiante, y la colaboración internacional desempeña un papel crucial en esta misión.
A medida que continuamos explorando las profundidades de nuestro pasado en lugares como Hircania, recordamos que cada hallazgo arqueológico es un eslabón en la cadena que conecta nuestro presente con los días de antaño. El Salmo 86 inscrito en piedra es un recordatorio de la búsqueda de significado, fe y conexión que trasciende las edades y las fronteras.
En última instancia, este emocionante descubrimiento nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro legado histórico y cultural, para que las futuras generaciones también puedan explorar y aprender de las huellas dejadas por aquellos que vinieron antes que nosotros. Hircania, con su inscripción del Salmo Bizantino, es un recordatorio perdurable de que la historia está viva y sigue siendo escrita, incluso en las arideces del desierto de Judea.