En un gesto significativo que resalta su profundo respeto por la comunidad judía, el presidente electo de Argentina, Javier Milei, eligió la tumba del Rebe Lubavitch en Queens, Nueva York, como su primer destino internacional después de su histórica victoria electoral la semana pasada.
Javier Milei, un católico que ha expresado su deseo de convertirse al judaísmo después de su mandato, expresó su gratitud al difunto rabino Menachem Mendel Schneerson de Jabad-Lubavitch por su éxito en las elecciones. La visita a la tumba del Rebe es un acto cargado de simbolismo espiritual, ya que muchos creen que las oraciones realizadas en este lugar tienen un significado especial.
Aunque Milei sigue siendo católico, su conexión con el judaísmo es innegable. Ha estado estudiando con un rabino en Buenos Aires, citando pasajes de la Torá en sus discursos y mostrando su respeto por las tradiciones judías, como lo demuestra su participación en una ceremonia de havdalá para marcar el final del Shabat en el barrio judío de Once en Buenos Aires.
En su última visita a la tumba del Rebe en julio durante la campaña, Milei expresó sus peticiones por coraje, sabiduría y templanza. Ahora, agradecido por su victoria, reiteró su compromiso de separar el bien del mal y de aceptar la voluntad del Creador, especialmente ahora que asumirá una posición de máxima responsabilidad en la presidencia.
El viaje a Nueva York no solo fue un acto personal para Milei, sino también una muestra de su respeto por la comunidad judía en Argentina. Acompañado por miembros de su futuro gabinete, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, y el empresario judío argentino Gerardo Werthein, se sumó al presidente y director ejecutivo de IRSA, Eduardo Elsztain, en un acto que simboliza la unión entre la esfera política y empresarial en la Argentina.
Elsztain, un colaborador del filántropo judío George Soros, es conocido por su apoyo a programas sociales de Jabad y proyectos relacionados con la juventud judía en Argentina. Su presencia junto a Milei refuerza la idea de la importancia de la colaboración entre líderes políticos y empresariales para el desarrollo social y la promoción de valores compartidos.
Con la toma de posesión programada para el 10 de diciembre, Milei ya ha anunciado su intención de que su primer viaje internacional como presidente sea a Israel. Además, ha reafirmado su compromiso de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, un gesto que resuena en la política internacional y refleja su apoyo a la relación entre Argentina e Israel.
En resumen, la visita de Javier Milei a la tumba del Rebe Lubavitch es más que un acto protocolar; es un símbolo de respeto, agradecimiento y compromiso con la diversidad religiosa de Argentina y la comunidad judía en particular. Con el país mirando hacia el futuro, la conexión entre Milei y la comunidad judía marca un hito significativo en la historia política argentina.