En un acontecimiento sin precedentes, el Congreso Judío Mundial (CJM) ha inaugurado una oficina en la Ciudad del Vaticano con el propósito de fortalecer los lazos entre las comunidades judías y católicas, marcando un hito en las relaciones interreligiosas. La ceremonia de apertura contó con la presencia del presidente del CJM, Ronald Lauder, quien se reunió con el Papa Francisco para dar inicio a la «Oficina de Representación de la Organización ante la Santa Sede» a finales de la semana pasada.
En un gesto significativo, Ronald Lauder, conocido por su legado como heredero de la fortuna de Estée Lauder y por su larga historia como donante republicano, presentó al Papa un documento denominado «Kishreinu», que significa «nuestro vínculo» en hebreo. El CJM describió este documento como una síntesis del intrincado tejido histórico y cultural que conecta a las comunidades judías y católicas en todo el mundo, como se destacó en un comunicado de prensa oficial.
Al recibir este documento, el Papa Francisco expresó: «Nuestras comunidades de fe entrelazadas asumen el deber sagrado de tejer un mundo imbuido de hermandad, desafiar las desigualdades, defender la justicia y garantizar que la paz trascienda los reinos etéreos para arraigarse firmemente en nuestra realidad compartida».
Además de consolidar la relación entre ambas comunidades religiosas, Lauder aprovechó la oportunidad para solicitar al Papa Francisco su intervención en la liberación de los más de 200 rehenes tomados por Hamás durante su ataque contra Israel el 7 de octubre, una petición que ya había formulado el pontífice la semana pasada. El presidente del CJM estuvo acompañado por Claudio Epelman, comisionado de diálogo interreligioso de la organización y líder de su rama latinoamericana.
En sus palabras al pontífice, Lauder expresó: «Pedimos al Papa que utilice su poder y su autoridad moral para lograr la liberación de estos rehenes. En nombre de todas las comunidades judías del mundo, creemos que Dios, de alguna manera, nos ha llevado hasta aquí hoy para hacer esta solicitud».
El CJM informó que su iniciativa «Kishreinu» surge como respuesta a Nostra Aetate, un documento histórico de 1965 que modernizó la relación entre la Iglesia Católica Romana, el judaísmo y otras religiones. La apertura de esta oficina en el Vaticano marca un paso importante en la promoción de la cooperación interreligiosa y la construcción de un mundo más inclusivo y armonioso.
Este hito, que simboliza un nuevo capítulo en la historia de las relaciones interconfesionales, ha sido ampliamente elogiado por líderes religiosos y políticos de todo el mundo. La apertura de la oficina en la Ciudad del Vaticano demuestra el compromiso del Congreso Judío Mundial por fomentar el entendimiento y la colaboración entre judíos y católicos en un momento en que la tolerancia y el diálogo interreligioso son más necesarios que nunca.
La presencia del presidente del CJM, Ronald Lauder, en la ceremonia de inauguración y su reunión con el Papa Francisco subrayan la importancia de este evento. La entrega del documento «Kishreinu», que encapsula la rica historia y cultura que conecta a ambas comunidades, se convierte en un símbolo de unidad y un llamado a la cooperación en la búsqueda de un mundo más pacífico y equitativo.
La petición de Lauder al Papa para abogar por la liberación de los rehenes tomados por Hamás en octubre pasado pone de manifiesto la influencia moral y diplomática del Vaticano en asuntos internacionales. Esta acción reafirma la posición del Papa Francisco como un líder mundial que aboga por la paz y la justicia.
El CJM espera que esta oficina en el Vaticano se convierta en un centro de diálogo y colaboración continua entre las dos comunidades, promoviendo un entendimiento más profundo y una acción conjunta en cuestiones humanitarias y sociales. La iniciativa «Kishreinu» es un recordatorio de la importancia de aprender del pasado y trabajar juntos para un futuro mejor.
En resumen, la apertura de la oficina del Congreso Judío Mundial en el Vaticano marca un hito histórico en las relaciones interreligiosas y envía un claro mensaje de unidad, colaboración y paz en un mundo que necesita más que nunca la unión de distintas comunidades para enfrentar los desafíos globales.