La policía de Estocolmo otorgó permiso a un manifestante para quemar una Biblia Hebrea, o Torá, frente a la embajada de Israel en Suecia, dos semanas después de que una quema de libros planeada similar generara condenas de todo el mundo judío.
La manifestante planea llevar a cabo la provocativa quema mañana (viernes).
El 14 de julio, otro activista recibió permiso para quemar un rollo de la Torá frente a la embajada de Israel. El activista de 30 años dijo que la quema de la Torá fue en respuesta a la quema de un Corán por parte de un cristiano de origen iraquí, y lo llamó «una reunión simbólica en aras de la libertad de expresión”.
El activista anterior más tarde retrocedió y no siguió adelante con la quema de la Torá.
Un portavoz de la policía sueca dijo que se están llevando a cabo negociaciones con la mujer para evitar que cometa el acto, pero que la aprobación para la quema se ha dado.
El último plan para quemar una Torá provocó la condena de Israel. El ministro de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, dijo: «Estoy horrorizado por otra amenaza de quemar una Torá en Suecia. Las amenazas de dañar los libros sagrados y la Torá deben detenerse”.
«Pronto hablaré con el ministro de Relaciones Exteriores de Suecia y le dejaré en claro que esperamos que el gobierno sueco evite estos eventos, que podrían dañar las relaciones entre nuestros países», dijo Cohen.
El ministro de Jerusalén, Meir Porush, dijo: «Debemos actuar para evitar la quema de la Biblia hebrea mañana en Suecia en todos los sentidos, y también dejar en claro al gobierno sueco que la continuación de la situación legal que permite la quema de libros sagrados es inaceptable. Un país iluminado no permite una terrible profanación de las cosas más sagradas».
El rabino Shmuel Rabinowitz, el rabino del Muro Occidental, dijo: «Estoy conmocionado y horrorizado después de que la policía de Estocolmo aprobara por segunda vez quemar un libro Bíblico. Ante estos actos atroces, las autoridades suecas se mantienen débiles, murmurando palabras vacías sobre la libertad que se ven disminuidas ante acciones tan terribles, tanto las cometidas como las que están por venir».
«Así no es como se ve la libertad; así es como se ve la pérdida de una brújula moral. Hago un llamamiento a las autoridades suecas y a todos aquellos que aprecian la libertad de expresión: no es demasiado tarde. No estoy suplicando por el bien de las sagradas Escrituras. Han sido quemados innumerables veces por enemigos de los judíos, pero ninguna fuerza en el mundo podría destruirlos. Pido por su bien, por el bien de sus almas y de su cultura. Apaga el fuego», dijo el rabino Rabinowitz.