El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criticó el viernes la decisión de las autoridades suecas de autorizar la quema de una Biblia judía en una protesta frente a la Embajada de Israel en Estocolmo.
“El Estado de Israel toma muy en serio esta vergonzosa decisión”, dijo Netanyahu, y agregó que tal quema “perjudica al más sagrado de los santos de la nación judía”.
“Debemos respetar los libros sagrados de todas las religiones”, dijo.
El ministro de Energía, Yisrael Katz (Likud), comentó: “La libertad de expresión no incluye la quema de libros religiosos, de ninguna religión. Bajo el disfraz del liberalismo, promueven el antisemitismo y el odio a los judíos. La responsabilidad del daño a los judíos recae en el gobierno sueco”.
El ministro de Trabajo, Yoav Ben-Tzur (Shas), respondió: “Condeno enérgicamente a la policía sueca por la decisión ofensiva y despreciable de permitir la quema de la Biblia judía, que es sagrada para el pueblo judío. La quema de libros religiosos nos lleva de vuelta a los días oscuros y sombríos de la historia cuando el pueblo judío pasó por pogromos y persecución debido a su fe. Pido al Gobierno sueco que cancele el acto antisemita y racista de quemar libros religiosos”.
El Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir (Otzma Yehudit), comentó: “Me sorprendió escuchar que la policía sueca aprobó la quema de una Biblia judía frente a la embajada de Israel bajo el pretexto de ‘libertad de expresión'”.
“El daño a los objetos sagrados del judaísmo no es la libertad de expresión, sino el antisemitismo. Pido a mis colegas, el Ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, que ejerzan todo su esfuerzo contra el régimen y el gobierno de Suecia, que está lidiando con el Islam extremista que amenaza con apoderarse de su país e impedir la quema de la Biblia judía. Si no están de acuerdo con la solicitud del Ministro de Asuntos Exteriores, se deben tomar medidas para devolver a nuestro embajador a Israel”.