En medio de una crisis hídrica sin precedentes en Irán, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex primer ministro Naftali Bennett enviaron mensajes directos al pueblo iraní, llamándolos a oponerse a su régimen y prometiendo que, una vez que el país sea libre, Israel estará dispuesto a compartir su tecnología avanzada en desalinización y reciclaje de agua.
Sus declaraciones se producen en un contexto marcado por una severa sequía, cortes de electricidad y gas, y una economía debilitada por sanciones internacionales y años de mala gestión gubernamental. Mientras el presidente iraní Masoud Pezeshkian admite públicamente que el país enfrenta problemas críticos en agua, energía e inflación, las autoridades israelíes ven en ello una oportunidad para tender un puente hacia la población iraní, a la vez que mantienen su presión política y diplomática contra el régimen de Teherán.
Contexto: Irán enfrenta la peor sequía en un siglo
Irán atraviesa actualmente una de las peores crisis hídricas de su historia reciente. Según datos de la Organización Meteorológica de Irán, las precipitaciones han caído un 40 % en los últimos cuatro meses respecto al promedio a largo plazo. La directora de la Organización de Protección Ambiental, Sheena Ansari, ha confirmado que el país vive condiciones de sequía prolongada desde hace al menos cinco años.
La situación es tan crítica que las autoridades han reducido la presión de agua en varias ciudades para racionar el suministro, provocando cortes de hasta 48 horas en algunas zonas. Los embalses que abastecen a la capital y a otras regiones se encuentran en niveles alarmantemente bajos, y se teme que para septiembre u octubre no quede agua disponible en ciertas presas si no se toman medidas urgentes.
Ola de calor y crisis energética
A la sequía se suma una ola de calor extremo que comenzó a mediados de julio y que ha elevado las temperaturas a niveles récord. Esto ha sobrecargado la red eléctrica nacional, obligando al gobierno a aplicar apagones escalonados y a cerrar temporalmente oficinas públicas para ahorrar energía.
El periódico reformista Shargh reportó que las fábricas enfrentan cortes de electricidad de hasta cuatro días por semana, lo que agrava la ya debilitada producción industrial. A esta crisis energética se suma la escasez de gas, que afecta tanto a hogares como a industrias, y que podría empeorar con la llegada del invierno.
Netanyahu: “La sed de agua en Irán es comparable a su sed de libertad”
En su mensaje en video, Netanyahu se dirigió directamente al pueblo iraní desde Jerusalén. Comenzó recordando la llamada Guerra de los Doce Días, un conflicto lanzado por Israel en junio contra lo que consideró una amenaza inminente proveniente de los programas nucleares y de misiles balísticos iraníes.
Refiriéndose a las declaraciones recientes del presidente Pezeshkian sobre la escasez de agua, electricidad y dinero, Netanyahu afirmó:
“Tiene razón. Todo se está derrumbando. Con este calor sofocante del verano, ni siquiera tienen agua limpia y fría para sus hijos. Vivir así no es justo para ustedes. No es justo para sus hijos”.
A continuación, destacó los logros de Israel en gestión hídrica:
- Reciclaje del 90 % de las aguas residuales (el más alto del mundo).
- Liderazgo global en desalinización mediante plantas que convierten agua de mar en agua potable.
- Experiencia en gestión eficiente de recursos en un país con condiciones climáticas áridas.
Netanyahu recordó que en 2018 Israel abrió una cuenta de Telegram en persa para enseñar técnicas de gestión del agua y que 100.000 iraníes se unieron casi de inmediato.
El primer ministro prometió que, una vez que Irán sea libre, “los principales expertos israelíes en agua inundarán cada ciudad iraní” con tecnología y conocimientos para reciclar y desalinizar agua, asegurando un suministro estable y abundante.
Crítica directa al régimen iraní
Netanyahu acusó a las autoridades de Teherán de priorizar el financiamiento de grupos armados como Hamás, Hezbolá y los hutíes, en lugar de invertir en las necesidades básicas de su población.
“Los tiranos de Teherán prefirieron enviar cientos de miles de millones de dólares, no a ustedes, sino a Hamás, Hezbolá y los hutíes. No tiene por qué ser así. Los insto a ser audaces y valientes, a atreverse a soñar”.
El mensaje concluyó con una referencia al fundador del sionismo moderno, Theodor Herzl:
“Si lo deseas, no es un sueño. Y yo te digo: si lo deseas, un Irán libre no es un sueño”.
Bennett: “Irán tiene una opción”
El ex primer ministro Naftali Bennett, considerado uno de los principales rivales políticos de Netanyahu, publicó su propio mensaje en video, en el que repitió la idea central: un Irán libre podría beneficiarse de la tecnología israelí.
Bennett evocó la herencia cultural iraní, mencionando a sus poetas y los ríos caudalosos y jardines que una vez caracterizaron al país, para contrastarlo con la situación actual de ríos secos y desolación.
“En la tierra de Israel tenemos aún menos agua, pero tenemos agua en abundancia gracias al reciclaje y la desalinización. Nos encantaría compartir esto con ustedes. Sus líderes actuales prefieren gastar su dinero en bombas y misiles, en lugar de en agua y prosperidad”.
Bennett concluyó diciendo que Israel estaría dispuesto a cooperar con un Irán que elija la paz sobre la guerra, prometiendo que de esa amistad “veremos manantiales de agua clara”.
La geopolítica del agua
La intervención de Netanyahu y Bennett no solo es un gesto humanitario, sino también una estrategia diplomática. En un momento en que Irán enfrenta presiones internas y externas, ofrecer soluciones a problemas críticos como la escasez de agua podría ser una manera de influir en la opinión pública iraní contra el régimen.
Israel, por su parte, se proyecta como líder mundial en tecnologías de gestión hídrica, con empresas y startups que exportan sus soluciones a países de todo el mundo, desde África hasta América Latina.
En el caso de Irán, un eventual acercamiento en el ámbito del agua sería impensable bajo el régimen actual, pero podría formar parte de un escenario postrégimen en el que ambos países cooperen en áreas de interés común.
Un desafío para el régimen iraní
Las declaraciones públicas de líderes israelíes, transmitidas a través de redes sociales y plataformas accesibles en Irán, representan un desafío para el gobierno de Teherán. No solo exponen la magnitud de la crisis interna, sino que ofrecen una alternativa de desarrollo y bienestar que contrasta con la actual política exterior iraní.
La referencia a la “sed de libertad” como equivalente a la “sed de agua” es un mensaje simbólico que busca movilizar a la población, apelando tanto a necesidades básicas como a aspiraciones políticas.
Reacciones y posibles consecuencias
Hasta el momento, las autoridades iraníes no han emitido una respuesta oficial directa a los mensajes de Netanyahu y Bennett. Sin embargo, medios progubernamentales han acusado a Israel de utilizar la crisis hídrica como herramienta de propaganda política.
Expertos en política internacional señalan que este tipo de comunicación directa a la ciudadanía de un país adversario no es común, y que puede aumentar las tensiones diplomáticas, pero también abrir canales de diálogo en temas específicos como el agua, la agricultura o la energía.
Entre la crisis y la oportunidad
La actual crisis hídrica de Irán ha puesto en evidencia décadas de mala gestión y falta de inversión en infraestructura. La oferta israelí de compartir su experiencia y tecnología en el manejo del agua, aunque por ahora condicionada a un cambio de régimen, plantea una visión alternativa para un futuro en el que los dos países, históricamente enfrentados, puedan cooperar.
Netanyahu y Bennett han aprovechado esta coyuntura para enviar un mensaje político claro: un Irán libre podría beneficiarse no solo de democracia y derechos humanos, sino también de soluciones prácticas para sus problemas más urgentes.
Mientras tanto, para el pueblo iraní, la promesa de agua abundante y limpia sigue siendo tan lejana como la promesa de libertad.