En un intento por evitar una posible catástrofe humanitaria, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha pedido al grupo rival Hamás que acelere un acuerdo de prisioneros con Israel. Abbas enfatizó la urgencia de llegar a un acuerdo para evitar que la Franja de Gaza enfrente otro evento devastador, comparable a la Nakba de 1948.
La Nakba, o “catástrofe”, significa el desplazamiento de árabes durante el establecimiento del Estado de Israel y la Guerra de Independencia. La súplica de Abbas llega en un momento crítico a medida que aumentan las tensiones en la región, con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) considerando una acción militar en la zona densamente poblada de Rafah.
Abbas instó a Hamás a concluir rápidamente un acuerdo con los prisioneros, haciéndose eco de las preocupaciones sobre las posibles consecuencias nefastas de un conflicto prolongado. Se informa que una delegación de Hamás se dirige a El Cairo para conversar con mediadores egipcios y qataríes. Estas conversaciones siguen a las negociaciones entre representantes israelíes y de Hamás celebradas en El Cairo el martes.
Los esfuerzos de mediación en curso tienen como objetivo lograr la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre. Si bien se estableció una tregua a fines de noviembre, se cree que 130 rehenes permanecen en Gaza, y el destino de algunos aún es incierto. Los mediadores han estado trabajando incansablemente para estructurar un acuerdo que implicaría la liberación gradual de rehenes a cambio de una tregua duradera. Sin embargo, persisten diferencias significativas, particularmente en cuanto a las condiciones bajo las cuales concluiría el conflicto.
Además de instar a Hamás, Abbas pidió a la administración estadounidense y a las naciones árabes que aceleren la finalización de un acuerdo de prisioneros. La participación de actores externos, incluidos Qatar y Egipto, ha sido crucial para facilitar el diálogo entre las partes en conflicto.
A medida que aumentan las tensiones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre una inminente “catástrofe insondable” si las operaciones de las FDI continúan en Rafah. Richard Peeperkorn, representante de la OMS para Gaza y Cisjordania, expresó su profunda preocupación por el impacto potencial en el sistema de salud en el área densamente poblada.
Rafah, que alberga a más de un millón de palestinos en refugios improvisados, corre el riesgo de sufrir un mayor deterioro si persisten las actividades militares. El objetivo declarado de las FDI es expulsar a los terroristas y liberar a los rehenes retenidos desde el alboroto de Hamás del 7 de octubre en Israel. Sin embargo, la falta de un plan detallado para la evacuación de civiles ha suscitado temores, y las Naciones Unidas advirtieron que una ofensiva israelí en Rafah podría provocar una masacre.
Peeperkorn destacó la tensión en el sistema de salud de Gaza, que ya está al borde del colapso, y enfatizó la necesidad de corredores humanitarios para facilitar el trabajo de la OMS y la ONU. La disminución de las misiones autorizadas desde noviembre y los problemas para acceder al norte de Gaza han suscitado preocupación por el bienestar de la población civil.
A pesar del complejo panorama geopolítico, el llamamiento de Abbas, junto con los esfuerzos de mediación internacional, refleja la urgencia colectiva de evitar una mayor escalada y abordar las acuciantes preocupaciones humanitarias en la región. Los próximos días revelarán si los esfuerzos diplomáticos pueden allanar el camino para una resolución duradera y evitar la inminente catástrofe en Rafah.