Celebrando el Día de Jerusalén: una reflexión sobre la historia y el derecho internacional

La celebración del Día de Jerusalén honra el 57º aniversario de la reunificación de la ciudad, destacando sus profundos vínculos históricos y legales con el pueblo judío e Israel.

Al conmemorar el 57º aniversario de la reunificación de Jerusalén, es imperativo reconocer los profundos vínculos históricos y legales que el pueblo judío tiene con esta antigua ciudad. Celebrado a partir de la noche del 4 de junio, el Día de Jerusalén marca no sólo una importante victoria militar sino también la afirmación de una herencia que se extiende por más de tres milenios.

Fundamentos Históricos

Jerusalén ha sido fundamental para la identidad judía durante más de 3.000 años, desde cuando el rey David la declaró capital de su reino en la Tierra de Israel. A lo largo de siglos de conquista y ocupación por varios imperios, el pueblo judío nunca ha renunciado a su derecho a la tierra. No se firmaron tratados de paz que renunciaran a los derechos judíos sobre Jerusalén o Israel, y ninguna otra nación independiente ha establecido jamás su capital en Jerusalén. Esta conexión continua subraya el estatus único de la ciudad en la historia judía.

Renacimiento moderno y reconocimiento legal

El moderno Estado de Israel, renacido en 1948, enfrentó desafíos inmediatos a su soberanía, incluida la conquista ilegal de partes de Jerusalén por parte de Jordania durante la Guerra de Independencia. Sin embargo, Israel mantuvo el control sobre Jerusalén occidental y, en la Guerra de los Seis Días de 1967, reunificó la ciudad, convirtiéndola nuevamente en una capital indivisa.

El derecho internacional también respalda el reclamo judío sobre Jerusalén e Israel. La Resolución de San Remo de 1920, adoptada por el Consejo Supremo de las Potencias Aliadas y posteriormente confirmada por la Sociedad de Naciones, reconoció la conexión histórica del pueblo judío con “Palestina”, el área ahora conocida como Israel. Esta resolución otorgó al pueblo judío el derecho a reconstituir su hogar nacional, reconociendo su condición de población indígena.

A NOSOTROS. Reconocimiento y apoyo continuo

Estados Unidos ha desempeñado un papel fundamental en la afirmación de los derechos de Israel. La Ley de la Embajada de Jerusalén de 1995, seguida del reconocimiento por parte del presidente Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel, reforzó este apoyo. Estas acciones se alinean con compromisos anteriores de Estados Unidos, como la Convención Angloamericana de 1924, que sigue siendo vinculante según la Constitución de Estados Unidos.

Evidencia histórica y religiosa

La evidencia de la conexión judía con Jerusalén es abundante. El cementerio judío del Monte de los Olivos, de más de 3.000 años de antigüedad, es anterior a cualquier cementerio árabe comparable. Además, la guía del Waqf islámico de 1924 sobre el Monte del Templo reconoce su identidad con el Templo de Salomón, destacando el reconocimiento compartido de la importancia del sitio.

Pensando en el futuro

Al celebrar el Día de Jerusalén, es esencial recordar el papel perdurable de la ciudad en la historia y la identidad judías. Los esfuerzos por socavar esta conexión a través de la propaganda no sólo son históricamente infundados sino también jurídicamente infundados. El reconocimiento por parte de la comunidad internacional de los derechos judíos a Jerusalén e Israel, tal como lo establecen los acuerdos y tratados históricos, sigue siendo sólido.

Que este día también traiga esperanza para la paz y el regreso seguro de todos los soldados y rehenes de las Fuerzas de Defensa de Israel. Am Yisrael Chai: el pueblo de Israel vive.

Leonard Grunstein, coautor de “Porque es justo y correcto: la historia no contada del reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital de Israel y el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén”, ofrece un relato convincente de la situación judía. la conexión inquebrantable de la gente con su capital histórica.

Te Puede Interesar
Lo Último