Científicos israelíes han inventado una forma de proporcionar la protección antivirus que ofrecen las mascarillas sin necesidad de cubrir la cara, utilizando en su lugar una “pantalla de aire”.
Produjeron prototipos de un pequeño dispositivo alimentado por pilas que se ajusta a una gorra de béisbol y emite aire que sopla hacia abajo delante de la cara a 30 kilómetros por hora (19 mph).
Los prototipos funcionaron bien, lo que indica que podrían proteger al portador de los virus emitidos por los que le rodean, y – si el portador está infectado – proteger a los demás.
Las pruebas se realizaron con partículas de distintos tamaños que imitan el movimiento de las gotas y aerosoles del virus, es decir, minúsculos trozos de fluido corporal que pueden transportar el coronavirus u otros virus. Los resultados están ahora en línea en un estudio revisado por pares y publicado en la revista Experimental Thermal and Fluid Science.
“Intentamos cuantificar cuántas gotas seguían llegando a la cara, y descubrimos que la ‘pantalla de aire’ ofrece una alta protección, comparable a la de las mascarillas”, declaró a The Times of Israel Moshe Shoham, profesor del Instituto Tecnológico Technion-Israel y codirector del estudio.
Una empresa creada por él, Wisdome Wearables, empezará pronto a producir los dispositivos y se espera que lleguen a las tiendas en unos meses.
El experimento simuló los efectos de alguien que estornuda o tose a un metro de distancia del sujeto. Un 62% de las gotas y aerosoles que se dirigían hacia la persona que llevaba el dispositivo se detuvieron. Y se detuvo el 99% de las gotas y aerosoles que se dirigían del portador a otros.
“En realidad, cumple dos funciones: en primer lugar, filtra el aire, lo que aumenta la higiene de la persona que lleva la “máscara”, y en segundo lugar, la pantalla de aire bloquea las gotitas y los aerosoles que transportan el virus”, dijo Shoham.
“Se trata de una buena solución, ya que las mascarillas normales son muy incómodas para muchas personas, sobre todo las de edad avanzada, y muy incómodas para personas que ejercen profesiones como la docencia o la terapia y quieren que se les vea la cara”.
Varios equipos de investigación han experimentado con alternativas a las mascarillas basadas en el aire, pero ninguna se ha convertido aún en un dispositivo popular. Dyson, la empresa conocida por sus aspiradoras, está a punto de lanzar unos auriculares con un dispositivo de filtrado de aire. A diferencia de la solución de Shoham, se coloca en la cara y se espera que cueste cientos de dólares, mientras que Shoham aspira a un precio bajo.
Shoham ha desarrollado la máscara con el profesor David Greenblatt, David Keisar y Anan Garzozi. Greenblatt dijo que la tecnología tiene una relevancia duradera, ya que las máscaras se demandarán más allá de la pandemia de COVID-19.
“Lo que hemos desarrollado detendrá las gotitas de SARS-CoV-2, y también ayudará contra el MERS, la gripe y otros virus”, dijo a The Times of Israel. “Esperamos que nuestro dispositivo sea asequible y eficaz. Creemos que la pandemia ha demostrado la utilidad de las mascarillas más allá del COVID, y esperamos que tenga relevancia después de la pandemia”.