Costa Rica e Israel Sellan un Histórico TLC: ¿Cómo Este Acuerdo Cambiará el Comercio, la Tecnología y la Geopolítica de América Latina?

Costa Rica e Israel firman un TLC histórico. Descubre cómo este pacto innovador impulsará el comercio, la tecnología agro y la cooperación digital, redefiniendo alianzas geopolíticas.

En un mundo fracturado por guerras comerciales y cadenas de suministro tensionadas, la noticia de la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Costa Rica e Israel emerge como un faro de pragmatismo y visión estratégica. Más allá de ser un simple acuerdo comercial entre dos economías de tamaño medio, este pacto, rubricado el 12 de agosto de 2024 en Jerusalén por los cancilleres Arnoldo André y Eli Cohen, representa una intrincada pieza de diplomacia económica que conecta innovación, sostenibilidad y realpolitik.

Los Cimientos del Acuerdo: Más Allá de los Aranceles

El acuerdo, cuya negociación se aceleró notablemente en los últimos dos años, tiene como eje principal la eliminación de aranceles en un amplio espectro de productos. Según el reporte inicial de JNS, el tratado eliminará inmediatamente los gravámenes del 92% de las exportaciones costarricenses a Israel, incluyendo productos agrícolas clave como la piña, el banano y el café, así como productos cárnicos. A cambio, el 85% de las exportaciones israelíes a Costa Rica ingresarán libres de impuestos, abarcando desde productos farmacéuticos y químicos hasta tecnología médica y agrícola.

Sin embargo, lo que distingue a este TLC no es solo su amplitud, sino su profundidad. Es un acuerdo moderno que aborda temas que eran impensables en los TLC de finales del siglo XX:

  1. Comercio Digital y Economía Naranja: Incluye compromisos pioneros para facilitar el comercio electrónico, proteger la propiedad intelectual en el entorno digital y promover industrias creativas. Esto es vital para Costa Rica, que busca diversificar su oferta exportadora más allá de los commodities agrícolas y los servicios corporativos tradicionales.
  2. Barreras No Arancelarias: Se establecen mecanismos ágiles para resolver obstáculos sanitarios, fitosanitarios y técnicos al comercio, un punto crucial para los exportadores agrícolas costarricenses que históricamente han enfrentado desafíos en mercados exigentes.
  3. Compras Gubernamentales: Empresas israelíes y costarricenses podrán competir en igualdad de condiciones en licitaciones públicas del otro país, abriendo un mercado masivo y estable, especialmente en infraestructura y tecnología para el sector público.
  4. Sostenibilidad Ambiental: El acuerdo incorpora cláusulas que promueven prácticas comerciales responsables con el medio ambiente, alineándose con la marca-país de Costa Rica y la expertise israelí en soluciones ecológicas.

Un Puente entre dos Potencias de Nicho: Complementariedad Perfecta

La magia de este TLC reside en la casi perfecta complementariedad de las economías. No son competidores directos, sino socios ideales para una fusión de capacidades.

Lo que Costa Rica Lleva a la Mesa:

  • Excelencia Agropecuaria: Es el primer exportador mundial de piña y uno de los mayores de banano. Posee una ganadería y una industria de café de alta calidad y sostenibilidad certificada.
  • Estabilidad Democrática y Verde: Su imagen de país pacífico, democrático y comprometido con la carbono-neutralidad (objetivo para 2050) es un activo invaluable. Es la «marca país» como bien de exportación.
  • Talento Bilingüe y de Servicios: Una fuerza laboral educada, con un sólido clúster de servicios corporativos (BMC), ingeniería y turismo.
  • Posición Geográfica: Puerta de entrada al mercado centroamericano y proximidad logística a Norteamérica y Sudamérica.

Lo que Israel Aporta:

  • Tecnología de Vanguardia: Es la «Nación Startup», líder mundial en agrotech (riego por goteo, fertilizantes inteligentes, gestión de cultivos), cybersecurity, fintech, salud digital y tecnología médica.
  • Innovación en Gestión Hídrica y Energética: Experto en convertir escasez en abundancia, con soluciones en desalinización, reutilización de agua y energías alternativas.
  • Capital de Riesgo y Mentalidad Emprendedora: Una cultura que acepta el fracaso como paso al éxito y un ecosistema de inversión de alto dinamismo.
  • Conectividad Global: Puente hacia mercados de Europa y Asia, con una red de acuerdos comerciales y de cooperación tecnológica.

La sinergia es evidente: Costa Rica provee la base agrícola y la estabilidad; Israel provee el «cerebro» tecnológico para optimizarla y llevarla a la cuarta revolución industrial.

Sectores Revolucionados: Del Agro a las Smart Cities

El impacto concreto se verá en varios frentes económicos:

  • Agroindustria 4.0: Los exportadores costarricenses no solo venderán más piña sin aranceles; podrán incorporar sensores israelíes para monitorear la maduración, utilizar drones para el control de plagas y optimizar el riego con tecnología de Netafim (líder mundial en riego por goteo). Esto aumentará rendimientos, reducirá pérdidas y creará un producto de mayor valor agregado. Israel, por su parte, tendrá un suministro garantizado de alimentos frescos y de calidad.
  • Salud y Tecnología Médica: Costa Rica, con su robusto sistema de seguridad social (la Caja), se convierte en un banco de pruebas y primer cliente para innovaciones israelíes en telemedicina, dispositivos médicos y software de gestión hospitalaria. Empresas costarricenses de servicios médicos pueden expandirse mediante joint-ventures.
  • Ciberseguridad y GovTech: La digitalización del Estado costarricense, acelerada tras los ciberataques de 2022, encontrará en Israel un aliado estratégico para blindar sus infraestructuras críticas y modernizar sus servicios ciudadanos.
  • Turismo de Nicho: Se espera un impulso al turismo de negocios (ferias tecnológicas), científico y de bienestar, aprovechando la conexión directa de vuelos y la creación de paquetes especializados.
  • Energías Renovables: Cooperación en energía solar, gestión de redes inteligentes y almacenamiento, ayudando a Costa Rica a mantener su liderazgo renovable e incluso exportar conocimiento.

La Dimensión Geopolítica: Un Movimiento de Ajedrez Diplomatico

Aquí es donde el análisis trasciende lo económico. Este TLC es un movimiento geopolítico de primer orden.

Para Israel:

  • Profundización en América Latina: Tras décadas de concentración en relaciones con potencias regionales como Brasil, México y Argentina, Israel afina su estrategia hacia aliados estables y de menor perfil pero de gran consenso internacional como Costa Rica. Es parte de un esfuerzo por diversificar alianzas y contrarrestar la influencia de actores como Irán en la región.
  • Reconocimiento y Legitimidad: Costa Rica fue durante décadas uno de los pocos países del mundo que mantuvo su embajada en Jerusalem. Aunque la mudó a Tel Aviv en 2022 por presiones palestinas y árabes, este TLC robusto reafirma un vínculo estrecho y envía un mensaje de que las relaciones con Israel se basan en intereses tangibles y visión compartida, más allá de las posturas diplomáticas sobre el conflicto con Palestina.
  • Puerta de Entrada al SICA: Israel obtiene un socio confiable para acceder al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), un mercado integrado de más de 50 millones de personas.

Para Costa Rica:

  • Autonomía y Diversificación Estratégica: En un contexto donde la competencia entre Estados Unidos y China por influencia en Latinoamérica se intensifica, Costa Rica da una muestra de soberanía. Fortalece lazos con un aliado tecnológico no alineado con ese eje bipolar. No es un alejamiento de Washington (su principal socio comercial), sino una complementariedad inteligente.
  • Posicionamiento como Hub de Innovación: El TLC refuerza la narrativa de Costa Rica como la «Silicon Valley de Latinoamérica», atrayendo no solo inversión israelí, sino atención global como socio para la innovación.
  • Liderazgo en la Región: Costa Rica se posiciona como el primer país centroamericano en tener un TLC tan moderno con Israel, atrayendo inversiones que pueden luego servir a toda la región, consolidando su rol como líder en temas de democracia, sostenibilidad y ahora, innovación.

Desafíos y Oportunidades Críticas

Ningún acuerdo es una panacea. Su éxito dependerá de cómo ambos países aborden ciertos desafíos:

  • Brecha Tecnológica y Adaptación: La absorción de tecnología israelí por parte de las PYMES agrícolas costarricenses requerirá programas de capacitación, financiamiento y transferencia efectiva. No debe quedar solo en las grandes corporaciones.
  • Asimetrías Iniciales: Israel, con una economía más diversificada y tecnológica, podría ver un beneficio comercial más rápido en sectores de alto valor. Costa Rica debe acelerar la creación de ecosistemas de innovación para no quedarse solo como mercado consumidor.
  • Presiones Geopolíticas Contrarias: Costa Rica deberá navegar con destreza para mantener este robusto vínculo con Israel sin deteriorar sus relaciones con los países árabes o con bloques que suelen votar en contra de Israel en foros internacionales.

Las oportunidades, sin embargo, son transformadoras:

  • Creación de Clústeres Binacionales: Imaginar un «Clúster de Agrotech Costa Rica-Israel» en Guanacaste, o un «Centro de Excelencia en Ciberseguridad» en San José.
  • Flujo de Talento: Programas de intercambio para emprendedores (startup visas), investigadores y estudiantes.
  • Atracción de Inversión de Terceros: Empresas de Asia o Europa podrían ver a Costa Rica como la plataforma ideal para desarrollar y probar tecnologías israelíes para el mercado latinoamericano.

Conclusión: Un Nuevo Modelo de Alianza para el Siglo XXI

El Tratado de Libre Comercio entre Costa Rica e Israel no es un documento más en la gaveta de la cancillería. Es la hoja de ruta de una alianza estratégica para la era que vivimos. Demuestra que en el siglo XXI, los acuerdos comerciales más exitosos no serán aquellos que solo negocian cuotas de arroz o acero, sino los que tejen ecosistemas de innovación, que conectan fortalezas complementarias y que entienden que el comercio es también una herramienta de posicionamiento global.

Para Costa Rica, es la oportunidad de inyectar la revolución tecnológica en su economía, dejando de ser solo un exportador de materias primas para convertirse en un laboratorio y exportador de soluciones sostenibles. Para Israel, es la consolidación de una amistad histórica con un actor respetado globalmente y la apertura de un nuevo frente de crecimiento en una región con un potencial enorme.

Cuando el presidente israelí Isaac Herzog y el canciller costarricense Arnoldo André sellaron el acuerdo, no estaban solo firmando un tratado comercial. Estaban construyendo un puente entre el Valle Central y el Valle del Silicón de Oriente Medio; entre la pura vida y el chutzpah; entre la estabilidad democrática y el dinamismo innovador. Un puente que, de ser transitado con visión y audacia, puede mostrarle al mundo que el futuro del comercio es inteligente, verde y profundamente humano.

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