El 7 de octubre de 2023, Israel y el pueblo judío enfrentaron uno de los momentos más desafiantes de su historia reciente. Este evento, conocido como la “Guerra de Simjat Torá”, marcó un punto de inflexión que resonó tanto en Israel como en la diáspora. Doron Almog, presidente de la Agencia Judía, quien también sufrió pérdidas personales durante este ataque, ofrece una perspectiva poderosa sobre el camino hacia la recuperación y el renacimiento del pueblo judío.
Un líder con una trayectoria excepcional
Doron Almog es una figura prominente en la sociedad israelí. Ex general de división de las FDI, participó en operaciones militares legendarias como la incursión de Entebbe en 1976, donde lideró la entrada en el aeropuerto de Uganda para rescatar a rehenes secuestrados. Además, como jefe del Comando Sur, desempeñó un papel clave en la defensa de Israel.
Más allá de su destacada carrera militar, Almog ha dedicado su vida al servicio social. Fundó la aldea de rehabilitación ADI Negev-Nahalat Eran, un centro para personas con discapacidades que simboliza su compromiso con la inclusión y la dignidad humana.
En agosto de 2022, asumía la presidencia de la Agencia Judía, una organización clave en las relaciones entre Israel y las comunidades judías de todo el mundo. Este cargo lo colocó en el centro de la coordinación de esfuerzos para enfrentar los desafíos globales que afectan al pueblo judío.
La masacre del 7 de octubre: un punto de inflexión
El ataque del 7 de octubre, llevado a cabo por Hamas, dejó una marca imborrable en la historia de Israel. En un kibutz cerca de Gaza, Doron Almog se enfrentó al horror al encontrar sucás con mesas preparadas para las festividades, un recordatorio silencioso de una alegría interrumpida por la tragedia.
“Esto representa la crisis más grave de Israel desde la Guerra de Independencia y el desafío más significativo del pueblo judío desde la Segunda Guerra Mundial”, declaró Almog con profunda emoción.
En esta masacre, Almog perdió a dos familiares y otros cuatro fueron tomados como rehenes. Su experiencia personal refleja el dolor colectivo de Israel. “El dolor es profundo”, afirmó, “pero debemos seguir adelante”.
Movilización y solidaridad sin precedentes
Tras el ataque, el pueblo judío mostró una unidad y generosidad extraordinarias. En pocos días, se recaudaron más de mil millones de dólares en donaciones. Miles de personas viajaron a Israel para participar en misiones de solidaridad, voluntariado y servicio militar.
La Agencia Judía, bajo el liderazgo de Almog, desempeñó un papel clave en estos esfuerzos. Proporcionaron subvenciones de emergencia a las familias afectadas, apoyo financiero a empresas cercanas a Gaza y el Líbano, y organizaron misiones de solidaridad para fortalecer las conexiones entre Israel y las comunidades judías del extranjero.
Superando el dolor personal
La vida de Doron Almog está marcada por pérdidas personales. Su hermano Eran murió en la guerra de Yom Kippur, y cinco miembros de su familia fallecieron en el atentado suicida de 2003 en el restaurante Maxim en Haifa. Durante el ataque del 7 de octubre, Almog perdió a Nadav y Yam, de 20 años, mientras que Chen y sus tres hijos fueron tomados como rehenes antes de ser liberados tras 51 días de cautiverio.
A pesar de este inmenso dolor, Almog encuentra fortaleza en la resiliencia de las víctimas. Historias como la de Agam Goldstein-Almog, quien regresó al kibutz Kfar Aza tras el cautiverio, son un testimonio de la determinación del pueblo judío para superar la adversidad.
“Construyendo puentes, no muros”
Uno de los pilares del liderazgo de Almog es fortalecer las relaciones entre Israel y la diáspora. “Nuestra tarea ahora es construir puentes, no muros”, enfatiza. Esto incluye fomentar asociaciones duraderas entre comunidades judías en el extranjero y áreas cercanas a Gaza.
La aliá también es un componente clave en la recuperación de Israel. Desde el inicio de la guerra, la Agencia Judía ha facilitado la llegada de miles de nuevos inmigrantes, muchos de ellos jóvenes educados que eligen Israel como su hogar a pesar de los desafíos.
Enfrentando el antisemitismo y fortaleciendo la unidad
El antisemitismo, que Almog describe como “un ciclo histórico”, ha aumentado en los últimos tiempos. Sin embargo, subraya que el pueblo judío está mejor posicionado que en el pasado para enfrentar esta amenaza. “Hoy tenemos una nación fuerte capaz de defenderse”, dijo.
La guerra también ha resaltado la importancia de la solidaridad entre Israel y la diáspora, revirtiendo una tendencia previa de desconexión. “Nos habíamos vuelto complacientes”, admite Almog, “pero esta crisis nos ha recordado que la unión es esencial para nuestra supervivencia”.
El legado eterno de Am Israel Jai
El lema “Am Israel Jai” (El pueblo de Israel vive) encapsula el espíritu de resistencia y renovación que define al pueblo judío. “Yo soy mortal, pero Am Israel Jai es eterno”, reflexionó Almog. Esta frase resume su compromiso inquebrantable con los valores y la fortaleza del pueblo judío.
Con una mezcla de dolor y esperanza, Doron Almog inspira al pueblo judío a continuar construyendo un futuro más brillante, fundamentado en la solidaridad, la resiliencia y la unión. Su liderazgo es un recordatorio poderoso de que incluso en los momentos más oscuros, la luz de Am Israel Jai sigue brillando.