Los 122 intelectuales palestinos y árabes (Cartas, 29 de noviembre) se han encargado de definir el antisemitismo y la lucha por los derechos judíos. Este es un enfoque erróneo que tampoco comprende la definición de antisemitismo de la IHRA.
El antisemitismo se manifiesta, en parte, al negar a los judíos su derecho colectivo a la autodeterminación según el derecho internacional. Es por eso que la visión de Israel como un «esfuerzo racista» es un ejemplo dentro de la definición de la IHRA. Un estado de mayoría judía no es más racista que uno musulmán o cristiano.
La difícil situación actual de los palestinos, lejos de ser una característica intrínseca del sionismo, es el resultado de un trágico conflicto entre dos pueblos. En las últimas décadas, Israel ha hecho al menos cuatro ofertas para dividir la tierra y crear un estado palestino, con todas las ofertas rechazadas, a menudo de forma violenta. El rechazo palestino es, por tanto, la principal causa de su apatridia.
La definición de la IHRA insiste en que la crítica legítima a Israel, similar a la dirigida contra otros países, no puede ser antisemita. Negar a Israel su derecho a existir como estado soberano es un asunto diferente.
Jeremy Havardi
Director, Oficina de Asuntos Internacionales de B’nai B’rith UK