El Banco de Israel decidió, una vez más, mantener la tasa de interés en 4.5%, en un contexto de alta incertidumbre geopolítica y fiscal debido a la guerra prolongada con el grupo terrorista Hamas. Esta es la quinta vez consecutiva que la entidad bancaria opta por no modificar las tasas, argumentando que el panorama económico se ve afectado por la falta de claridad sobre el presupuesto estatal de 2025 y el creciente déficit fiscal.
El impacto de la guerra en la política monetaria
Desde el estallido de la guerra hace más de 10 meses, el entorno geopolítico y económico de Israel ha sido volátil. Según el Banco de Israel, la incertidumbre sobre las implicaciones económicas de la guerra, junto con la falta de un presupuesto claro para 2025, ha incrementado el riesgo económico, lo que podría dificultar el retorno de la inflación a su objetivo del 1-3%. En palabras del banco central: «La incertidumbre en torno al presupuesto estatal para 2025, y la implementación de ajustes necesarios para reducir el déficit de manera continua, contribuye a un aumento de la prima de riesgo».
El Gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la política fiscal expansiva del gobierno, que se ha visto obligada a financiar gastos crecientes tanto en defensa como en áreas civiles debido a la guerra. En este sentido, Yaron instó recientemente al Primer Ministro Benjamin Netanyahu a avanzar en la aprobación del presupuesto estatal para 2025 y a realizar recortes de gastos responsables para mantener la disciplina y credibilidad fiscal.
La tasa de interés en contexto global
A pesar de la creciente presión inflacionaria, el Banco de Israel decidió mantener las tasas de interés en línea con las expectativas de la mayoría de los economistas. Sin embargo, el panorama global muestra tendencias divergentes. En los Estados Unidos, se espera que la Reserva Federal realice varios recortes de tasas de interés antes de finalizar el año, mientras que el Banco Central Europeo también podría reducir los costos de endeudamiento.
Dror Ohev Zion, CEO de la agencia de marketing y ventas de proyectos residenciales Dar, comentó: «La decisión de mantener las tasas de interés fue esperada a la luz de los últimos indicadores y el aumento de la tasa anual de inflación, que ha superado el techo definido por el Banco de Israel». Ohev Zion critica la política fiscal del gobierno, argumentando que ha causado un daño significativo a la economía israelí.
Evolución de la inflación y el crecimiento económico
En enero, el Banco de Israel redujo la tasa de interés por primera vez en casi cuatro años, pasando del 4.75% al 4.5%, con el objetivo de apoyar a los hogares y las empresas en un momento en que la economía estaba sufriendo los estragos de la guerra y la inflación comenzaba a moderarse. Sin embargo, desde entonces, la inflación ha vuelto a repuntar. En julio, la tasa anual de inflación de Israel se aceleró, alcanzando el 3.2%, por encima del rango objetivo del 1-3%.
El economista de JP Morgan, Anatoliy Shal, comentó: «Creemos que el Banco de Israel dará mayor peso a las noticias sobre la inflación en lugar de a las noticias sobre el crecimiento suave. Por lo tanto, pensamos que el Banco de Israel seguirá siendo cauteloso en el corto plazo, especialmente dado que el entorno geopolítico sigue siendo tenso, y no anticipamos recortes en las próximas reuniones».
La guerra y su impacto fiscal
Israel se encuentra en su undécimo mes de guerra con Hamas, la cual comenzó el 7 de octubre cuando miles de terroristas invadieron Israel, asesinando a más de 1,200 personas, en su mayoría civiles, y tomando 251 rehenes. Además de la guerra en Gaza, las tensiones han aumentado con Hezbollah en el Líbano, lo que ha elevado el temor a una guerra total.
Los costos de la guerra han incrementado los gastos en defensa y en sectores civiles, llevando a un déficit fiscal del 8.1% del PIB en julio. Aunque el gobierno ha fijado un objetivo de déficit anual del 6.6% para finales de 2024, el Banco de Israel advirtió que este objetivo se mantendrá solo si no hay adiciones inesperadas al presupuesto de defensa.
Ronen Menachem, economista jefe de mercados del Banco Mizrahi Tefahot, señaló: «En comparación con el anuncio anterior de tasas de interés, el banco central ha puesto esta vez la incertidumbre fiscal en la parte superior de la agenda. El Banco de Israel está enviando una señal clara al mercado de que, en la situación actual, si no se elimina la incertidumbre, será difícil que los costos de endeudamiento disminuyan».
Perspectivas de crecimiento económico
En su última decisión de tasas de interés en julio, el Banco de Israel también recortó su pronóstico de crecimiento para la economía. Se espera que en 2024 la economía crezca solo un 1.5%, y en 2025 un 4.2%. Estas cifras están por debajo de las proyecciones anteriores de abril, que estimaban un crecimiento del 2% para 2024 y un 5% para 2025.
El crecimiento económico de Israel se desaceleró significativamente en el periodo de abril a junio, quedando por debajo de las previsiones de los economistas. La economía se expandió a un ritmo anualizado del 1.2% en dicho periodo, comparado con los tres meses anteriores, y disminuyó un 1.4% en comparación con el mismo trimestre del año anterior.
«Los indicadores actuales de la actividad económica señalan un crecimiento moderado continuo de la actividad en julio-agosto», afirmó el Banco de Israel.
Conclusión: Un futuro incierto para la economía israelí
La decisión del Banco de Israel de mantener las tasas de interés en 4.5% refleja la complejidad del entorno económico actual en Israel. La guerra prolongada con Hamas, el aumento de los costos fiscales, y la falta de claridad en el presupuesto estatal para 2025, han creado un ambiente de alta incertidumbre. A medida que la inflación sigue siendo una preocupación y el crecimiento económico se mantiene moderado, el camino hacia la estabilidad financiera parece lleno de desafíos. El Banco de Israel deberá continuar navegando cuidadosamente entre las presiones inflacionarias y los riesgos fiscales para asegurar un futuro económico más estable.