El ex primer ministro israelí Naftali Bennett pronunció recientemente un poderoso discurso en la Conferencia Cyber Week, expresando su convicción de que los próximos cincuenta años serán un período de notable crecimiento y prosperidad para Israel. El discurso de Bennett destacó la resiliencia, la innovación y el potencial del pueblo israelí, especialmente tras los devastadores acontecimientos del 7 de octubre.
La masacre del 7 de octubre y sus consecuencias
Bennett comenzó su discurso relatando los trágicos acontecimientos del 7 de octubre, cuando los terroristas de Hamás lanzaron un ataque masivo contra Israel. «A las 6:29 de la mañana, Hamás atacó a Israel», afirmó Bennett. Miles de terroristas traspasaron la frontera, lo que provocó la muerte de 1.400 israelíes y el secuestro de 240 más. Este evento, descrito por Bennett como el «peor momento» de Israel, expuso fallas significativas en inteligencia y operaciones.
Resiliencia nacional y heroísmo de la juventud israelí
A pesar de los fracasos iniciales, Bennett enfatizó la notable resiliencia mostrada por el pueblo israelí, particularmente los jóvenes. «El 7 de octubre, en el momento en que la noticia comenzó a filtrarse por todo Israel, miles de israelíes, hombres y mujeres jóvenes de todo Israel, subieron a sus automóviles, se internaron en ese infierno, en la envoltura de Gaza, y fueron a defender a sus hermanos y hermanas», relató Bennett. Esta movilización espontánea de civiles, policías y reservistas salvó innumerables vidas y evitó una catástrofe mayor.
Bennett trazó un paralelo con las acciones de los bomberos de Nueva York durante los ataques del 11 de septiembre, destacando el extraordinario coraje y el altruismo de estos jóvenes israelíes. Esta respuesta, argumentó, demostró la fuerza y unidad únicas del pueblo israelí.
El renacimiento de la «nación de las empresas emergentes»
En los meses posteriores al ataque, Bennett observó un resurgimiento de la innovación y el ingenio en Israel. «Start-Up Nation volvió a ser Start-Up Nation», declaró. Miles de pequeñas iniciativas surgieron para llenar los vacíos dejados por fallas institucionales, proporcionando el equipo necesario, diseñando nuevas armas y organizando la logística. Esta movilización popular subrayó la capacidad de Israel para adaptarse y prosperar incluso frente a la adversidad.
El camino por delante: desafíos y oportunidades
De cara al futuro, Bennett reconoció que Israel podría afrontar un «período de obstáculos a corto plazo», pero expresó confianza en las perspectivas a largo plazo del país. Destacó la importancia de desarrollar el capital humano, particularmente en el contexto de los rápidos avances tecnológicos. A medida que las computadoras se vuelvan cada vez más inteligentes, el valor agregado de los seres humanos residirá en su capacidad para hacer que las cosas sucedan, para ser innovadores, flexibles y resilientes.
La generación más grande de Israel
Bennett comparó la generación actual de jóvenes israelíes con la «generación más grande» de estadounidenses que lucharon en la Segunda Guerra Mundial e impulsaron a Estados Unidos a décadas de prosperidad. Elogió su ética de trabajo, coraje, fuerza, resiliencia e idealismo, y señaló que los acontecimientos recientes los han cambiado para siempre y están profundamente comprometidos con la construcción de un futuro en Israel.
Descubriendo el potencial sin explotar
Bennett también señaló tres reservas de talento sin explotar que podrían impulsar el crecimiento futuro de Israel: la población haredí, la población árabe israelí y la aliá de los judíos de la diáspora. La integración de estos grupos en el motor económico de la nación podría mejorar significativamente el potencial de prosperidad de Israel.
Un futuro brillante para Israel
Para concluir, Bennett expresó su optimismo sobre el futuro de Israel. «Si Israel fuera una empresa, los fundamentos serían los mejores de todos los tiempos», afirmó. Si bien reconoció que la gestión del país podría mejorar, creía firmemente que una vez que se resuelvan estas cuestiones, Israel estará preparado para cincuenta años de notable crecimiento y éxito.
El discurso de Bennett fue un poderoso testimonio de la resiliencia y el potencial del pueblo israelí, y ofreció una visión esperanzadora para el futuro de la nación frente a los desafíos recientes.