En una revelación impactante, la tía de un niño israelí-francés de 12 años, Eitan Yahalomi, cautivo de Hamás en Gaza, reveló que se vio obligado a ver videos de la masacre del grupo terrorista el 7 de octubre. Dvora Cohen, tía del niño, expresó su consternación y dijo: «Tal vez fui ingenua, pero quería esperar que lo trataran bien. Estaba equivocado. Son monstruos».
Eitan Yahalomi fue liberado después de 52 días de cautiverio, pero su padre, Ohad, permanece detenido en Gaza, ya que recibió un disparo durante un encuentro con terroristas de Hamás.
Según Cohen, los niños tomados como rehenes eran objeto de amenazas a punta de pistola cada vez que lloraban. Ella le dijo a la televisión francesa BFM: «Cada vez que uno de los niños lloraba, los amenazaban a punta de pistola para silenciarlos. Los terroristas de Hamás lo obligaron a ver películas de terror, del tipo que nadie quiere ver».
Cohen reveló además que durante su estadía en Gaza, Yahalomi fue agredida físicamente por civiles palestinos. «Es un niño de 12 años», enfatizó. «Estamos hablando de un niño de 12 años».
Estas revelaciones contrastan con los videos distribuidos por Hamás a los medios internacionales, que retratan la liberación de rehenes y su viaje acompañado a los autobuses que esperan. Israel ha etiquetado estas imágenes como parte de la guerra psicológica de Hamás.
Cohen expresó su decepción y dijo: «Tal vez fui ingenua, pero quería tener la esperanza de que ellos [Hamás] lo estuvieran tratando bien. Estaba equivocado. Son monstruos».
Mientras tanto, Thomas Hand, padre de Emily, una niña de 9 años, liberada por Hamás el sábado, compartió la desgarradora experiencia de descubrir la condición de su hija. Creyendo que había estado cautiva durante un año, Emily fue encontrada susurrando y condicionada a no hacer ningún ruido.
«La parte más impactante e inquietante de conocerla fue que solo estaba susurrando. No podías oírla. Tuve que llevarle la oreja a los labios», relató Hand a CNN. «Ella había sido condicionada a no hacer ningún ruido».
Cuando se le preguntó cuánto tiempo pensaba que había sido rehén, Emily respondió: «un año».
Aparte de los susurros, Hand describió el desgarrador momento en que Emily lloró intensamente hasta que su rostro se puso rojo y manchado. Buscó consuelo debajo de las sábanas, llorando en silencio.
Emily había estado durmiendo en la casa de un amigo durante el ataque de Hamás el 7 de octubre. Inicialmente reportada como fallecida, más tarde se reveló que ella estaba entre los rehenes. La madre de Emily había fallecido de cáncer hace varios años, agregando otra capa de tragedia a esta angustiosa situación.