En un descubrimiento arqueológico fascinante, investigadores israelíes han documentado una red de túneles subterráneos en el valle de Beit She’an, tallados durante el periodo mameluco (siglos XIV–XV), que habrían sido utilizados para canalizar agua hacia molinos de azúcar, según un reciente estudio. Este hallazgo no solo arroja nueva luz sobre las capacidades técnicas de los mamelucos, sino que también revalúa su visión económica: no era solo un poder militar, sino también un imperio con una sofisticada infraestructura hidráulica y una industria azucarera pujante.
A través del análisis de estalactitas mediante datación Uranio-Torio y el examen de artefactos como lámparas, los investigadores han logrado fechar los túneles en la era mameluca y proponer su conexión con los molinos de azúcar que operaban en el valle de Beit She’an. En este artículo profundizamos en el contexto histórico, la ingeniería, la arqueología del hallazgo y su significado para comprender la historia económica de la región.
Contexto histórico: el dominio mameluco y la importancia del agua
Quiénes fueron los mamelucos
Los mamelucos eran soldados esclavizados que llegaron a gobernar un imperio poderoso: controlaron Egipto y parte del Levante desde el siglo XIII hasta el siglo XVI. Su régimen no solo se apoyó en la fuerza militar, sino también en una administración eficiente que comprendía la explotación de recursos estratégicos, como el agua.
Al extender su dominio al Levante, los mamelucos enfrentaron un paisaje muy diferente al del fértil Valle del Nilo: regiones con fuentes de agua limitadas o de calidad variable. En este contexto, la ingeniería hidráulica se convirtió en una herramienta clave.
El agua como recurso y poder
Según el estudio citado por The Times of Israel, los mamelucos comprendían la importancia estratégica del agua. No solo lo usaban para la irrigación, sino también como fuente de energía.
Los investigadores señalan que los mamelucos “invirtieron significativamente en infraestructura para industrias de exportación en lugar de solo para necesidades de subsistencia.”
Este hallazgo refleja una visión económica sofisticada: utilizar el recurso hídrico no simplemente para cultivar alimentos, sino para sostener industrias con alto valor agregado – como la producción de azúcar.
El lugar del hallazgo: Beit She’an y el arroyo Nahal ‘Amal
Geografía del valle
Beit She’an (Bet She’an) se encuentra en el corazón de un valle fértil, con varias fuentes de agua. Allí corre un arroyo llamado Nahal ‘Amal, alimentado por manantiales.
Este arroyo fluye a través de rocas de tufa — una piedra calcárea relativamente blanda — lo que resulta relevante para la ingeniería, ya que facilita la talla de túneles subterráneos.
El problema del agua salobre
Uno de los datos más interesantes es que el agua de Nahal ‘Amal era demasiado salina para uso agrícola o para beber. Los mamelucos, sin embargo, la aprovecharon para uso industrial, especialmente para alimentar molinos.
Este uso inteligente del agua demuestra que no desperdiciaban recursos valiosos, incluso si no eran aptos para las formas más tradicionales de explotación agrícola.
Descubrimiento arqueológico: los túneles bajo Gan Ha-Shelosha

El hallazgo de los túneles
Durante trabajos de infraestructura en el parque nacional Gan Ha-Shelosha, se descubrieron cinco entradas paralelas en la roca, que resultaron ser túneles subterráneos.
Estos túneles, tallados en tufa, llaman la atención por su precisión y diseño hidráulico: no son meros pasajes, sino canales cuidadosamente construidos para conducir agua.
Datación de los túneles
Para determinar cuándo se construyeron, los investigadores analizaron estalactitas que se formaron poco después de su creación, usando la datación por Uranio-Torio, una técnica geocronológica precisa.
Los resultados apuntan a los siglos XIV y XV, es decir, el periodo tardío del dominio mameluco en la región.
Además, se encontró una lámpara mameluca (también llamada “lámpara de aceite”), que coincide tipológicamente con objetos de esa época, lo que refuerza la datación arqueológica.
Ingeniería hidráulica mameluca: cómo funcionaban los túneles
Diseño adaptado al terreno
En lugar de construir acueductos abiertos —lo que habría sido complicado y costoso en ese paisaje—, los mamelucos tallaron túneles subterráneos.
Usaron el material disponible: la tufa, una roca relativamente blanda, ideal para excavar. Esto les permitió construir canales con una pendiente moderada, controlando el flujo de agua de forma eficiente.
Función hidráulica: no solo para transportar agua
Los túneles no solo transportaban agua: la dirigían a molinos. Más específicamente, los investigadores argumentan que alimentaban molinos de azúcar, no molinos de grano, por el tipo de caída de agua y su diseño.
El agua se canalizaba para mover ruedas de paletas horizontales, que a su vez hacían girar piedras molineras para triturar la caña de azúcar.
Este diseño era eficiente para la producción de azúcar, que requería una corriente constante y controlada para mantener el proceso de molienda.
Mantenimiento y acceso
Las múltiples entradas (las cinco bocas paralelas) no son accidentales: podrían haber servido para limpieza y mantenimiento de los túneles, permitiendo el acceso a diferentes tramos.
Además, podría haber canales de desbordamiento para evitar presión excesiva, especialmente cuando la demanda de agua variaba según la época o el uso del molino.
Industria azucarera en el periodo mameluco
Azúcar como cultivo estratégico
La caña de azúcar, aunque originaria de regiones más tropicales, fue adoptada en el Levante y se convirtió en un cultivo de alto valor.
Durante el dominio mameluco, la producción de azúcar fue especialmente relevante: era un bien de exportación valioso, y la región de Beit She’an era uno de sus centros más importantes.
Fuentes históricas describen que este valle fue un centro vital para el cultivo y refinamiento del azúcar.
Molinos de azúcar vs molinos de grano
Los investigadores destacan que los molinos para azúcar funcionaban de forma distinta a los de grano. Los molinos de grano generalmente usan penstocks verticales (canales elevados), pero estos túneles no permitirían ese diseño.
En cambio, el diseño de los túneles mamelucos favorece chutes inclinados y ruedas horizontales, más adecuados para la molienda de azúcar.
Transición bajo el dominio otomano
Tras la caída del poder mameluco en el siglo XVI, y con la llegada de los otomanos, muchas de estas estructuras fueron reutilizadas.
Los antiguos molinos de azúcar —o al menos sus bases hidráulicas— se adaptaron para moler grano u otros propósitos bajo el nuevo régimen.
Esta continuidad funcional demuestra no solo la durabilidad de la obra mameluca, sino también cómo las sociedades posteriores supieron aprovechar la infraestructura heredada.
Significado arqueológico y tecnológico
Ingenio hidráulico y adaptación ecológica
El descubrimiento de estos túneles subterráneos refleja una mentalidad ingenieril muy avanzada: los mamelucos no hicieron ingeniería por lujo, sino por necesidad estratégica, adaptándose al entorno con soluciones pragmáticas.
En vez de depender únicamente de fuentes tradicionales, construyeron sistemas que maximizaban el recurso hídrico, incluso cuando el agua no era potable ni apta para riego.
Economía exportadora
El estudio sugiere que los mamelucos no solo buscaban producir para consumo local, sino que tenían una visión de exportación: transformar la caña de azúcar en un producto comercializable más allá del valle.
Esto implica un sistema complejo de producción, distribución y comercio en el que el agua era un insumo estratégico.
Revisión de la historia del agua medieval
Tradicionalmente, cuando pensamos en ingeniería hidráulica medieval, imaginamos acueductos, cisternas, presas. Pero estos túneles muestran que hay infraestructuras menos visibles (subterráneas) que pueden tener gran impacto.
Además, desafía la idea de que las sociedades áridas carecían de sofisticación hidráulica: los mamelucos hicieron “cálculos económicos sofisticados” para aprovechar los recursos limitados.
Implicaciones para la arqueología y la historia regional
Nuevas líneas de investigación
Este hallazgo abre varias posibilidades para arqueólogos e historiadores:
- Buscar más túneles similares en otras partes del Levante que podrían haber alimentado otras industrias mamelucas.
- Investigar restos arqueológicos de molinos para identificar cuáles eran de azúcar, cuáles de grano, y cómo evolucionaron con el tiempo.
- Estudiar documentos históricos mamelucos para rastrear rutas comerciales de azúcar, precios, y cómo se integró esta producción en su economía más amplia.
Conservación del patrimonio
También resalta la importancia de proteger infraestructuras subterráneas: los túneles podrían estar en riesgo si no se consideran en planes de conservación arqueológica y de parque nacional.
Enseñanzas modernas
En un mundo que enfrenta escasez de agua y demanda energética, este ejemplo histórico es inspirador: reutilizar agua “no potable” para generar energía mecánica es una forma de eficiencia que puede tener lecciones modernas.
Conclusiones
El descubrimiento de los túneles mamelucos bajo el valle de Beit She’an representa un impresionante ejemplo de ingeniería hidráulica medieval. A través de análisis arqueológicos y científicos, los investigadores han logrado demostrar que estos túneles no eran decorativos ni meramente utilitarios: tenían un propósito muy claro, conectados a una floreciente industria azucarera.
Los mamelucos mostraron una visión muy clara: aprovechar recursos locales, incluso aquellos que no servían para cultivo o consumo, y convertirlos en valor económico. Sus túneles subterráneos fueron una solución creativa para canalizar agua salobre, mover ruedas hidráulicas y producir azúcar para exportar.
Este hallazgo no solo enriquece nuestra comprensión del pasado mameluco en el Levante, sino que nos recuerda que la innovación tecnológica tiene profundas raíces históricas. La ingeniería hídrica, muchas veces invisible, puede cambiar la narrativa económica y social de una civilización.
