Científicos de la Universidad de Tel Aviv han descubierto que el sistema nervioso central de la langosta hembra tiene propiedades elásticas, lo que les permite estirarse hasta dos o tres veces su longitud original.
La langosta hembra realiza esta hazaña al poner huevos en el suelo y sin causar daños irreparables.
“No somos conscientes de una habilidad similar en casi ninguna criatura viviente”, dicen los investigadores. “Los nervios en el sistema nervioso humano, por ejemplo, pueden estirarse solo hasta un 30 por ciento sin desgarrarse o dañarse permanentemente”.
“En el futuro, estos hallazgos pueden contribuir a nuevos desarrollos en el campo de la medicina regenerativa, como base para la restauración nerviosa y el desarrollo de tejidos sintéticos”.
El estudio fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv dirigido por Bat-El Pinchasik de la Escuela de Ingeniería Mecánica de la Facultad de Ingeniería Fleischman y Amir Ayali de la Escuela de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Vida Wise.
“Cuando la langosta hembra está lista para poner sus huevos, cava un hoyo en el suelo que les ofrecerá protección y condiciones óptimas para la eclosión”, explicó Pinchasik.
“A medida que excava, la hembra extiende su cuerpo, hasta que los sensores ubicados a lo largo de su longitud indican que ha alcanzado un punto adecuado para depositar sus huevos. Por lo tanto, una hembra adulta, cuya longitud corporal es de aproximadamente cuatro a cinco centímetros, puede, con el propósito de poner sus huevos, estirar su cuerpo a una longitud de 10 a 15 centímetros, luego regresar rápidamente a su longitud normal y luego extenderse nuevamente para la próxima puesta de huevos”, dijo.
Los investigadores descubrieron que el sistema nervioso de la langosta no tiene un mecanismo similar a un acordeón, sino propiedades elásticas.
“El superpoder de la langosta es casi algo sacado de la ciencia ficción”, dijo Ayali. “Este hallazgo es casi incomprensible desde un punto de vista biomecánico y morfológico”.