Israel celebra Purim bajo fuertes medidas de seguridad
Israel celebra bajo extremas medidas de seguridad el Purim, una festividad judía envuelta en una ambiente alegre y carnavalesco, que conmemora el episodio bíblico en el que la reina Esther intercedió para salvar de la muerte a los judíos en el Imperio Persa hace más de dos milenios.
Las calles del centro de Jerusalén, como del resto de ciudades del país, son escenario de desfiles de disfraces, en los que grandes y pequeños tienen la oportunidad de dejarse llevar por la música y el alcohol en un carnaval considerado por los judíos una «victoria sobre el antisemitismo».
El origen de la festividad se encuentra en el Libro de Esther, donde se narra cómo Hamán, gran visir del Imperio Persa, pidió al rey Asuero que matase a todos los judíos de su reino.
La historia del complot gestado por Hamán, que no toleraba que Mordejai, padre adoptivo de Esther, no se arrodillara ante él, es recogida en la narración bíblica.
Según la leyenda, la reina, descrita en los pasajes como una mujer muy bella, consiguió interceder ante Asuero y como resultado el rey autorizó a los judíos a que se defendieran, lo que permitió que el día fijado para la ejecución, el 13 del mes hebreo de Adar, lograran derrotar a sus enemigos.
El 14 del mes de Adar, los judíos del Imperio Persa celebraron su victoria y denominaron la jornada como «Purim», fecha que cada año se recuerda entre festejos y un gran despliegue de alegría.
El uso de disfraces
en esta celebración se impuso más tarde, hacia la Edad Media, posiblemente por influencia del carnaval cristiano u otras creencias paganas.
En la festividad el alcohol desempeña un papel importante, pues la tradición anima a beber hasta que no se distinga al «bendito Mordejai», el héroe judío de la leyenda, del maldito «Hamán».
«Tras la máscara y de incógnito nadie sabe quiénes somos, así que podemos ser un amigo imaginario y saber si la gente de Jerusalén está preparada (para el carnaval)», bromea un ciudadano que hoy es Bing Bong, amigo imaginario de Riley en la película Inside out.
Por su parte, una profesora que lucía mitad gato mitad elefante, explicó en Jerusalén que esta fiesta «consiste solo en divertirse, relacionarse con cualquier persona. Es una buena oportunidad simplemente para hacer algo bonito, y sonreír, y no preocuparnos por la situación que tenemos aquí».
Como en años anteriores, los organismos de seguridad han aumentado la vigilancia ante el temor de que el carnaval judío y la abundancia de personas disfrazadas o enmascaras pueda servir de escenario para nuevos ataques.
Israel impide hasta el próximo domingo la salida de palestinos de los territorios de Cisjordania y Gaza salvo para casos humanitarios y médicos, hasta que concluyan las celebraciones este fin de semana.
Dos palestinos murieron fueron abatidos por disparos de fuerzas de seguridad tras apuñalar a un soldado israelí, que resultó herido, en un control militar en el territorio de Judea (sur de Cisjordania).
Fuente: Aurora-Israel