Israel ocupa consistentemente los primeros lugares entre los países que más invierten en educación en relación con su Producto Interno Bruto (PIB). Según el último informe Education at a Glance 2024 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la inversión de Israel en educación, su población joven y los salarios de los maestros presentan una imagen dinámica de un país que se esfuerza por equilibrar su sistema educativo. Sin embargo, problemas como el tamaño de las clases, menos días escolares y disparidades de género en la educación y los salarios, destacan áreas que necesitan mejoras. Este artículo analiza los principales hallazgos del informe, centrados en el gasto educativo, el tamaño de las clases, la compensación a los docentes y los resultados estudiantiles.
1. El Gasto Educativo de Israel: Un Líder Global
El compromiso financiero de Israel con la educación es notable. En 2021, el país destinó un 6.1% de su PIB a la educación, colocándolo entre los mayores inversores de los países de la OCDE. Esta cifra incluye financiamiento desde preescolar hasta las instituciones universitarias. Solo Islandia, Noruega y el Reino Unido acompañan a Israel en superar el 6%, mientras que el promedio de la OCDE se situó en 4.9%. Este nivel de gasto refleja el reconocimiento de Israel sobre la importancia de la educación como prioridad nacional.
¿Cuánto Gasta Israel?
Dado que el PIB de Israel en 2021 fue de $488.5 mil millones, una inversión del 6.1% se traduce en recursos significativos destinados al sector educativo. Este gasto es esencial para los objetivos socioeconómicos a largo plazo del país, incluyendo la creación de una fuerza laboral educada que respalde sus crecientes sectores tecnológicos y de innovación. Sin embargo, a pesar de esta alta inversión, la asignación de recursos no ha resuelto todos los problemas dentro del sistema educativo.
La Población Juvenil como Factor Clave
Una característica única de Israel es su alta población juvenil. En 2022, el 43.1% de la población de Israel tenía menos de 24 años, un porcentaje mucho mayor que el promedio de la OCDE del 29.7%. Este creciente grupo juvenil ejerce una enorme presión sobre el sistema educativo, exigiendo tanto recursos significativos como una planificación estratégica para garantizar el acceso equitativo a una educación de calidad para todos los estudiantes.
2. Tamaño de las Clases y Días Escolares: Un Sistema Bajo Presión
A pesar del alto gasto en educación, el sistema enfrenta desafíos notables. Uno de los más significativos es el tamaño de las clases. En 2022, el tamaño promedio de las clases en las escuelas israelíes de K-12 fue de 28 estudiantes, en comparación con el promedio de la OCDE de 23 estudiantes. Los programas de educación temprana tuvieron un promedio de 19 niños por cada miembro del personal, en comparación con el promedio de la OCDE de 12 niños por personal. Esto indica una posible sobrecarga para los maestros y estudiantes, donde la atención individualizada puede ser limitada.
Menos Días Escolares Comparados con los Promedios de la OCDE
Otro desafío del sistema educativo israelí es su relativamente corto año escolar. En 2023, los estudiantes de primaria asistieron a clases durante 179 días, mientras que los estudiantes de secundaria asistieron durante 173 días. Los promedios de la OCDE fueron de 183 días para los estudiantes de primaria y secundaria, y 182 días para los estudiantes de preparatoria. Este año académico más corto genera preocupación sobre si los estudiantes reciben el tiempo de aprendizaje adecuado en comparación con sus pares internacionales.
La combinación de clases más grandes y menos días escolares sugiere que el alto gasto de Israel en educación aún no se traduce en los entornos de aprendizaje más eficientes para los estudiantes. Abordar estos problemas será crucial para mejorar el rendimiento y los resultados de aprendizaje de los estudiantes.
3. Salarios Docentes: Competitivos pero con Disparidades de Género
Un área en la que Israel destaca es en los salarios docentes, que han experimentado un aumento significativo en los últimos años. De 2022 a 2023, los salarios de los maestros aumentaron entre 9-10%, notablemente más que el aumento promedio de la OCDE de 4-7%. Sin embargo, los salarios varían dependiendo del nivel educativo.
Salarios Promedio de los Docentes
En 2023, los maestros israelíes ganaron un promedio de:
- $51,556 anuales para maestros de primaria,
- $54,430 para maestros de secundaria baja,
- $54,525 para maestros de secundaria alta.
Los salarios iniciales también fueron reportados como:
- $31,049 para maestros de primaria,
- $31,201 para maestros de secundaria baja,
- $31,416 para maestros de secundaria alta.
Estas cifras colocan a los maestros israelíes en un rango de salario relativamente competitivo en comparación con sus homólogos de la OCDE. Sin embargo, los maestros en Israel enfrentan presiones adicionales debido al gran tamaño de las clases y un calendario académico corto, lo que puede compensar los beneficios de un salario más alto.
Disparidades de Género en los Salarios Docentes
A pesar de los desarrollos positivos en los salarios docentes, el informe destaca un problema más amplio de disparidad de género en la educación. Entre los israelíes de 25-34 años, el 56% de las mujeres jóvenes habían completado estudios postsecundarios, en comparación con solo el 36% de los hombres. Esta brecha de 20 puntos es significativamente más amplia que el promedio de la OCDE del 54% para mujeres y 41% para hombres.
Lo más preocupante es que, a pesar de su mayor nivel educativo, las mujeres en Israel ganan considerablemente menos que sus compañeros hombres. Las mujeres con educación postsecundaria ganan solo el 69% de lo que ganan los hombres con las mismas calificaciones, en comparación con el promedio de la OCDE del 83%. Incluso las mujeres con solo educación secundaria ganan 73% de los salarios de los hombres, en comparación con el promedio de la OCDE del 84%.
Estas disparidades salariales subrayan la necesidad de cambios sistémicos en cómo la educación de las mujeres se traduce en oportunidades equitativas en el mercado laboral.
4. Educación Infantil Temprana: Altas Tasas de Participación
En una nota más positiva, el compromiso de Israel con la educación infantil temprana es evidente en sus altas tasas de inscripción. En 2022, el 98% de los niños israelíes de 3 a 5 años estaban inscritos en programas preescolares, muy por encima del promedio de la OCDE. Para los niños menores de tres años, el 56.5% estaban inscritos en guarderías u otros marcos similares, también superior al promedio de la OCDE. Solo unos pocos países, como Noruega, Dinamarca y Corea del Sur, comparten tasas de participación tan altas para este grupo de edad.
Estas impresionantes tasas de inscripción reflejan el enfoque proactivo de Israel para sentar una base sólida en el aprendizaje temprano, lo cual es crucial para el desarrollo cognitivo y social en años posteriores.
5. Perspectiva Futura: Áreas de Mejora
Si bien el gasto educativo de Israel está entre los más altos del mundo, varias áreas clave necesitan atención para maximizar el impacto de estas inversiones. Entre ellas se incluyen:
- Reducir el tamaño de las clases: Las clases grandes dificultan el aprendizaje personalizado, y reducir la proporción de alumnos por maestro debería ser una prioridad.
- Extender el año escolar: Aumentar la cantidad de días escolares podría ayudar a que los estudiantes israelíes se mantengan competitivos con sus pares internacionales.
- Abordar las disparidades de género: A pesar de su mayor nivel educativo, las mujeres israelíes continúan enfrentando importantes brechas salariales en comparación con los hombres. Abordar estas disparidades debería ser un enfoque clave de las futuras políticas educativas y laborales.
- Mejorar el apoyo a los maestros: Aunque los salarios docentes son competitivos, proporcionar más recursos, clases más pequeñas y oportunidades de desarrollo profesional podría mejorar la experiencia general de enseñanza y los resultados estudiantiles.
Conclusión
El sistema educativo de Israel presenta una paradoja única: alta inversión y compromiso, pero con desafíos persistentes que limitan el pleno potencial de esta inversión. Al abordar el tamaño de las clases, extender el año académico y tratar las disparidades de género, Israel puede acercarse a lograr todos los beneficios de su gasto educativo. A medida que el país continúa creciendo y evolucionando, su capacidad para adaptar su sistema educativo será fundamental para asegurar el éxito a largo plazo de sus estudiantes y de la economía en general.