Israel, Chipre y Grecia firmaron el lunes un acuerdo inicial sobre el tendido del cable eléctrico submarino más largo del mundo que une sus redes eléctricas.
El memorando de entendimiento sobre el interconector EuroAsia de 1.200 kilómetros (745 millas) fue firmado en Nicosia por el ministro de Energía Yuval Steinitz y su homólogo chipriota Natasa Pilides, mientras que Kostas Skrekas de Grecia se unió a ellos por videoconferencia.
Los tres ministros, en un comunicado conjunto, dijeron que acordaron “promover la cooperación para examinar la posibilidad de planificación, así como el potencial desarrollo e implementación del proyecto”.
Fue un «gran paso adelante» en la integración de fuentes de energía renovable, dijeron, sin dar estimaciones de costos.
Steinitz dijo que permitiría a Israel «recibir respaldo eléctrico de las redes eléctricas del continente europeo en tiempos de emergencia y aumentar significativamente la dependencia de la generación de energía solar».

El proyecto tiene como objetivo conectar las redes eléctricas de Israel, Chipre y Creta en Grecia a través de un cable submarino de 2.000 megavatios.
Se espera que la primera fase esté operativa para 2025, conectando a los tres países con las redes de energía en Asia y Europa, dijo Pilides.
La Comisión Europea lo había reconocido como un “Proyecto de Interés Común” clave, lo que lo hacía elegible para la financiación de la UE.
El cable de alimentación impulsaría la «seguridad energética» para Europa y pondría fin al aislamiento de Chipre como el único estado miembro de la UE no interconectado.
Israel, Grecia y Chipre han forjado una alianza regional basada en la energía, ya que los tres países también apuntan a explorar y explotar los recursos de gas natural.