La tensión entre Israel e Irán ha alcanzado niveles sin precedentes con una campaña aérea israelí que ya suma más de 1.100 objetivos iraníes destruidos en tan solo seis días. Desde el viernes, la Fuerza Aérea Israelí (IAF) ha llevado a cabo una operación sistemática que ha devastado infraestructuras militares, instalaciones nucleares, fábricas de armamento y símbolos clave del régimen iraní, incluyendo la sede de la policía nacional en Teherán.
El objetivo, según el gobierno israelí, no es un cambio de régimen directo, aunque reconocen que lo verían con buenos ojos. La misión declarada es clara: eliminar la amenaza del programa nuclear y los misiles balísticos iraníes antes de que se conviertan en un peligro existencial para el Estado de Israel.
La sede de la policía iraní: un símbolo del régimen destruido
El miércoles, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, anunció que la sede de la seguridad interna del régimen iraní en Teherán fue completamente destruida. «Como prometimos, seguiremos atacando los símbolos del gobierno iraní y atacaremos al régimen ayatolá dondequiera que se encuentre», declaró Katz, subrayando la intención de debilitar los pilares del poder del régimen islámico.
Este edificio no era solo un centro administrativo; representaba uno de los principales brazos de represión interna del régimen. Su destrucción marca un golpe simbólico y táctico contra la estructura de poder de Teherán.
Una ofensiva sin precedentes: más de 1.100 activos atacados
Desde el inicio de la ofensiva el pasado viernes, Israel ha realizado cientos de ataques aéreos en múltiples regiones de Irán, destruyendo más de 1.100 activos, según informó el portavoz militar israelí, el general de brigada Effie Defrin. Los ataques han incluido:
- Centros de producción de centrifugadoras.
- Fábricas de armamento.
- Sitios de lanzamiento de misiles.
- Bases militares.
- Vehículos militares y aeronaves.
- Instalaciones de almacenamiento de misiles.
- Sedes gubernamentales y de seguridad.
Tan solo el miércoles, unos 25 aviones de combate participaron en una oleada de ataques en el oeste de Irán, atacando alrededor de 40 objetivos estratégicos, incluidos misiles preparados para ser lanzados hacia Israel.
Objetivos nucleares bajo fuego
Una parte crucial de la operación ha sido atacar directamente el corazón del programa nuclear iraní. Las FDI confirmaron ataques sobre la planta de producción de centrifugadoras en Teherán y otras instalaciones donde se desarrollan componentes esenciales para el enriquecimiento de uranio.
Instalaciones clave atacadas:
- Centro de Investigación Nuclear de Teherán.
- Complejo TESA en Karaj, donde se fabricaban piezas de centrifugadoras avanzadas.
- Talleres de fabricación de rotores y componentes clave para misiles.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó la destrucción parcial de estas instalaciones, que estaban bajo su supervisión según el acuerdo nuclear JCPOA de 2015. La agencia indicó que los ataques destruyeron edificios enteros, lo que podría representar un retroceso significativo en la capacidad nuclear de Irán.
Centrífugas: la clave del enriquecimiento de uranio
Las centrífugas son fundamentales para el enriquecimiento de uranio, proceso que puede ser utilizado tanto para fines civiles como para la creación de armas nucleares. Aunque Irán ha sostenido que su programa nuclear tiene fines pacíficos, el país ha enriquecido uranio hasta niveles del 60%, un paso técnico muy corto del 90% necesario para armas nucleares.
Israel considera inaceptable que Irán, único país no poseedor de armas nucleares con ese nivel de enriquecimiento, continúe avanzando hacia la capacidad armamentista.
Misiles y drones: la respuesta iraní
En respuesta a la ofensiva israelí, Irán ha lanzado más de 400 misiles y alrededor de 1.000 drones contra territorio israelí. Hasta ahora, se han reportado 24 muertos y más de 500 heridos en Israel como resultado de estos ataques.
Pese a la contundencia de la ofensiva iraní, la defensa aérea israelí ha logrado interceptar un gran número de proyectiles, evitando daños mayores. No obstante, el intercambio de fuego continúa, y ambos bandos están pagando un alto precio en términos humanos y materiales.
Golpes quirúrgicos: helicópteros y lanzamisiles destruidos
Entre los logros tácticos reportados por las FDI se encuentra la destrucción de:
- Un lanzamisiles balístico Emad, listo para ser utilizado contra Israel.
- Al menos ocho helicópteros de ataque AH-1 iraníes en la base aérea de Kermanshah, neutralizados para evitar que atacaran aeronaves israelíes.
Además, las imágenes publicadas por el ejército muestran ataques directos a bases de misiles y a soldados iraníes desplegados en dichas instalaciones.
El drama en Teherán: explosiones, caos y éxodo
Las consecuencias de los ataques han sido devastadoras para la población civil iraní. Las calles de Teherán se han vaciado, con miles de ciudadanos huyendo de la capital. Las tiendas han cerrado, incluyendo el histórico Gran Bazar, mientras largas filas de autos buscan gasolina en medio de una creciente escasez.
Una gran explosión sacudió la ciudad a las 5:00 a. m. del miércoles, seguida de múltiples detonaciones. Algunos ataques alcanzaron el barrio de Hakimiyeh, donde se encuentra una academia de la Guardia Revolucionaria.
Víctimas: el precio de la guerra
Según cifras oficiales iraníes, al menos 224 personas han muerto, la mayoría civiles. Sin embargo, el grupo Activistas de Derechos Humanos, con sede en Washington, reporta al menos 585 muertos y más de 1.300 heridos, de los cuales 239 serían civiles.
La cifra exacta aún no ha sido verificada de manera independiente, pero la creciente destrucción y el número de explosiones apuntan a un aumento en la tragedia humanitaria.
Medios e infraestructura civil: ¿objetivos o daños colaterales?
La agencia oficial iraní IRNA denunció que un edificio de la Media Luna Roja fue alcanzado durante los ataques. Aunque las FDI no han confirmado este ataque, imágenes y videos locales muestran daños cerca de la sede de esta organización humanitaria. La inclusión de infraestructura civil en los reportes de daños podría agravar la situación diplomática para Israel, a pesar de su enfoque quirúrgico en blancos militares.
¿Cambio de régimen?: Posición de Israel
Aunque el gobierno israelí ha declarado que su intención principal es eliminar el programa nuclear y las capacidades ofensivas de Irán, varios funcionarios han admitido que verían con agrado un cambio de régimen en Teherán.
Sin embargo, han reiterado que no es el objetivo oficial de la campaña actual. Lo que está claro es que los ataques buscan desestabilizar la estructura militar e industrial del régimen iraní, debilitando su capacidad para actuar contra Israel y sus aliados.
Una guerra en expansión
La operación aérea israelí en Irán representa una de las acciones militares más ambiciosas y agresivas en la historia reciente del Medio Oriente. Con más de 1.100 objetivos destruidos en menos de una semana, incluyendo instalaciones nucleares y símbolos del poder del régimen iraní, Israel ha demostrado su disposición a utilizar todos los medios necesarios para garantizar su seguridad.
Pero esta ofensiva también marca un peligroso precedente. El conflicto podría escalar a una guerra regional, arrastrando a otros actores como Hezbolá, Siria, Estados Unidos y Rusia. La situación en Teherán sigue siendo crítica, con una población civil atrapada entre dos fuegos, un régimen que busca mantenerse a flote, y un Estado judío decidido a no permitir que la amenaza nuclear iraní se haga realidad.
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