En medio de la escalada de tensiones entre Israel y Hamás, el presidente Isaac Herzog anunció el martes que Israel está dispuesto a buscar una segunda pausa en los combates con Hamás, a cambio de la liberación de más rehenes actualmente en poder del grupo en Gaza. El anuncio se realizó durante una reunión con embajadores de más de 80 países, en lugar de la tradicional recepción de Año Nuevo que fue cancelada debido al conflicto en curso.
Herzog destacó la disposición de Israel a negociar un segundo acuerdo de intercambio de rehenes, enfatizando la urgencia de liberar a aquellos que siguen cautivos en Gaza. Agradeció a los estados miembros y líderes presentes por su apoyo en este objetivo y llamó a la colaboración internacional para presionar a los países involucrados en la situación.
El presidente subrayó la naturaleza humanitaria de los esfuerzos de Israel, señalando la presencia de casos urgentes entre los rehenes, como bebés, ancianos, enfermos y mujeres. Herzog atribuyó la responsabilidad de la situación a Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza, y al liderazgo del grupo.
Desde la masacre llevada a cabo por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, donde se tomaron 240 rehenes, se informa que 129 aún permanecen en Gaza. Durante una tregua a fines de noviembre, 105 civiles fueron liberados, y algunos rehenes fueron liberados o rescatados antes de eso. Lamentablemente, se confirmó la muerte de 21 rehenes a manos de Hamás, así como la de tres que fueron accidentalmente asesinados por las Fuerzas de Defensa de Israel.
Tras la reciente muerte de tres rehenes en Gaza, Herzog expresó la voluntad de Israel de buscar un nuevo acuerdo con Hamás. Además, instó a las organizaciones internacionales a hacer más para facilitar la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, destacando los esfuerzos de Israel para aumentar la asistencia, incluida la construcción de hospitales en el extranjero.
Herzog también señaló que la cantidad de ayuda humanitaria podría triplicarse de manera inmediata, y criticó a las Naciones Unidas y a sus socios por no lograr la entrada adecuada de camiones a Gaza. La ONU, por su parte, ha argumentado que los bombardeos israelíes han dificultado la entrega segura de la ayuda.
En respuesta a las tensiones, Estados Unidos culpó a la negativa de Israel de reabrir su cruce Kerem Shalom por el cuello de botella en la entrega de ayuda humanitaria. Tras la presión de la administración Biden, Israel votó a favor de la reapertura temporal del cruce, permitiendo la entrada diaria de 200 camiones de ayuda humanitaria desde Egipto, aunque esta decisión excluye la ayuda de las Naciones Unidas.