El primer ministro Yair Lapid criticó el miércoles por la noche a su rival político Benjamin Netanyahu por sus críticas al emergente acuerdo fronterizo marítimo entre Israel y el Líbano, insistiendo en que el acuerdo era una bendición para la seguridad de Israel y «evitaba» la guerra con Hezbolá.
En declaraciones preparadas al comienzo de una conferencia de prensa en su oficina de Jerusalén, Lapid dijo que una vez que el público vea los términos del acuerdo, reconocerá que «la propaganda falsa y tóxica difundida al respecto está desconectada de la realidad, realizada con fines políticos, principalmente por personas que no habían visto el acuerdo y no tenían idea de lo que había y no había en él”.
El primer ministro agregó que había invitado a Netanyahu, actualmente líder de la oposición, a una sesión informativa sobre el acuerdo.
En un discurso grabado el miércoles, Netanyahu redobló su oposición al acuerdo, calificándolo de una «rendición histórica» que envía dinero a Hezbolá y permite la participación iraní en el campo de gas de Qana.
Lapid y el ministro de Defensa Benny Gantz «le dieron a Hezbolá nuestras aguas territoriales, nuestro territorio soberano, nuestro gas, y al final sucumbieron a otra demanda de Hezbolá para permitir que Irán perforara gas en la costa de Israel», dijo Netanyahu. «Están acercando a Irán a nuestra frontera norte”.
Gantz desestimó las críticas como «politizadas «y acusó a Netanyahu de» dañar los intereses de Israel con restos políticos».
Hablando junto a Lapid, Gantz dijo que el acuerdo «tiene el potencial de reducir la influencia de Irán en el Líbano”. El acuerdo también «establece una nueva ‘ecuación de seguridad’ con respecto al mar», sostuvo, describiéndolo «como positivo para los ciudadanos del Líbano”.
El martes por la mañana, Israel anunció que había alcanzado un acuerdo «histórico» con el Líbano sobre la frontera marítima entre los dos países en aguas mediterráneas ricas en gas.
En la conferencia de prensa, haciéndose eco de su principal asesor de seguridad, Lapid dijo que Israel rechazó las demandas planteadas por el Líbano durante la semana pasada.
Afirmó que el acuerdo mejora la seguridad de Israel, preserva la libertad de acción de las Fuerzas de Defensa de Israel y «evita la posibilidad de un enfrentamiento militar con Hezbolá”.
«Si fuéramos a la batalla, les asestaríamos un duro golpe. Dicho esto, si es posible prevenir la guerra, es tarea de un gobierno responsable hacerlo», dijo.
«Este acuerdo asegura la seguridad energética del Estado de Israel y generará miles de millones en ingresos de los que se beneficiarán todas las familias de Israel», dijo Lapid.
También hizo todo lo posible para agradecer al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y al presidente francés, Emmanuel Macron.
«Los franceses, y el propio Macron, fueron una fuerza decisiva para lograr el acuerdo», dijo Lapid en respuesta a una pregunta del Times of Israel. «Más de una vez, a petición mía y por iniciativa propia, salvó el acuerdo cuando estaba atascado”.
«Una y otra vez, hubo momentos en que el propio presidente vino a sacar el carro del barro e hizo un trabajo excepcional. Estamos llenos de gratitud por su contribución”.
Más temprano el miércoles, los ministros del gabinete votaron para pasar a la etapa final del proceso de aprobación del acuerdo de frontera marítima.
El gabinete en pleno dio su bendición al acuerdo horas después de que el gabinete de seguridad más pequeño votara a favor. La propuesta, negociada por Estados Unidos, ahora irá a la Knesset, donde los legisladores tendrán 14 días para revisarla antes de que el gobierno pueda dar su aprobación final.
La finalización exitosa del acuerdo se produce a raíz de los intensos esfuerzos del mediador estadounidense Amos Hochstein en los últimos días para cerrar las brechas entre las dos partes.
El acuerdo pone fin a una disputa de larga data sobre unos 860 kilómetros cuadrados (330 millas cuadradas) del Mar Mediterráneo, que cubre los campos de gas de Karish de Israel y Qana de Líbano.
Lapid dijo que, según los términos acordados, Israel «recibirá aproximadamente el 17 por ciento de los ingresos del campo de gas libanés, el campo Qana-Sidon, si lo abren y cuándo lo abrirán».
